La educaci¨®n de la alcaldesa
"La alcaldesa de Valencia lleva d¨¦cadas cantando, gritando, hablando a voces. Menudo vicio. Lleva mucho tiempo incumpliendo esas normas que, seguro, le ense?aron cuando era jovencita"
La alcaldesa de Valencia manifiesta su enfado. Los representantes falleros, tambi¨¦n. Un grupo de ciudadanos, portadores de libros, se re¨²nen bajo el balc¨®n del Ayuntamiento para protestar ruidosamente, para corear consignas pol¨ªticas, incluso para denostar. A lo que parece, es muy grande el vocer¨ªo.
Me voy a poner fino: est¨¢ feo, muy feo, gritar o hacer gestos groseros. Siempre que pasa algo as¨ª recuerdo un volumen que me regal¨® mi padre. Es el Manual de educaci¨®n, civismo y cultura social. El autor parece de otra ¨¦poca: firma la obra present¨¢ndose como el Duque de Pierrefont. El ejemplar que conservo es de 1950 y all¨ª se detallan las reglas b¨¢sicas, las buenas maneras. Por supuesto, el tono es rancio y habla de un mundo desaparecido. Pero conviene echarle un vistazo.
El ¨²ltimo cap¨ªtulo se dedica a la etiqueta en la v¨ªa p¨²blica: es decir, a las normas que hay que seguir para comportarse. El duque es muy estricto en este sentido. Gritos y chillidos pueden molestar, incomodar, atormentar al ciudadano, al viandante. Es por eso por lo que debemos ser delicados y moderados en nuestras expansiones. Han de guardarse las formas evitando todo esc¨¢ndalo, insiste el duque. No se debe jalear. Tampoco se debe cantar o hablar a voces, ¡°vicio padecido por muchas personas¡±.
La alcaldesa de Valencia lleva d¨¦cadas cantando, gritando, alentando, hablando a voces. Menudo vicio. Lleva mucho tiempo incumpliendo esas normas que, seguro, le ense?aron cuando era jovencita. De hecho, en su infancia a¨²n exist¨ªan manuales de urbanidad y buenas costumbres. Perdonen que me repita, pero hace 10 a?os publiqu¨¦ un art¨ªculo en este peri¨®dico en el que ya le afeaba sus maneras a do?a Rita Barber¨¢. ?Qu¨¦ cosas? Pues el h¨¢bito tosco, vulgar¨ªsimo, de subirse al balc¨®n para vociferar a la muchachada o a la hinchada. Sigue haci¨¦ndolo. Se entrega con furia a la exaltaci¨®n colectiva, al estr¨¦pito. Nuestra alcaldesa hace ademanes de regodeo, de alborozo, con gran ¨¦nfasis. Cuando llegan las Fallas, la alcaldesa se asoma al balc¨®n y jalea a los que all¨ª se congregan. La vemos re¨ªr a mand¨ªbula batiente haciendo gestos de mucho aspaviento. Chilla, bracea y aplaude ruidosamente a la masa, como un palmero a su jefe. Vaya unas maneras tan toscas. Son expresi¨®n de demagogia, de populismo. De falta de educaci¨®n. ?Y ahora exige freno?
Sin duda hay que guardar las formas, la etiqueta que do?a Rita Barber¨¢ infringe en cuanto sale. Por eso, pido a los manifestantes, a quienes esgrimen libros bajo el palco, que lleven el Manual de educaci¨®n. Es dif¨ªcil encontrarlo, pero no desistan: aprovechen la Feria del Libro de Ocasi¨®n para buscarlo y regal¨¢rselo. Ser¨ªa una buena obra. Ah, y dedicada: ¡°Para Rita. Con mucho cari?o, el Duque de Pierrefont¡±.
http://blogs.elpais.com/presente-continuo/
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