"Seguimos siendo muy peque?os"
Luque subraya la necesidad de contar con empresas agroalimentarias de mayor dimensi¨®n
Antonio Luque (M¨¢laga, 1958), director general de Hojiblanca, la mayor cooperativa ole¨ªcola mundial, con una facturaci¨®n de 450 millones de euros, no necesita un enorme despacho cargado de dise?o. La oficina, en la sede central de la empresa, en Antequera, apenas cuenta con su escritorio, otra mesa redonda y unas cuantas estanter¨ªas. Cuesta creer que estemos en el centro de decisi¨®n de una compa?¨ªa cuya producci¨®n de aceite de oliva virgen es tres veces mayor a la de Portugal o m¨¢s de la mitad de la cosecha total de Italia. Las 95 almazaras andaluzas, extreme?as y manchegas asociadas a Hojiblanca pusieron en el mercado en 2011 un total de 200.000 toneladas de aceite y 65.000 toneladas de aceituna de mesa. La cooperativa exporta a 66 pa¨ªses ¡ªde la planta de envasado salen botellas para Ir¨¢n, Arabia Saud¨ª, China o el gigante estadounidense de la distribuci¨®n WalMart¡ª y est¨¢ abriendo nuevos espacios de negocio.
?El periodista no ha acabado de asimilar las cifras cuando el ingeniero agr¨®nomo Luque lanza la primera carga de profundidad: "Seguimos siendo muy peque?os; estamos en los primeros escalones de una gran escalera. Hay que crecer todav¨ªa m¨¢s para tener la capacidad y el tama?o suficiente para poder invertir en I+D+i, en la promoci¨®n de nuestros productos y en la internacionalizaci¨®n". La escasa dimensi¨®n de las cooperativas agroalimentarias espa?olas, y su consiguiente debilidad frente a la gran distribuci¨®n, obsesiona a Luque y es el argumento recurrente de toda la conversaci¨®n.
Pregunta. El 85% de las empresas agroalimentarias andaluzas tienen nueve empleados o menos ?qu¨¦ supone esta atomizaci¨®n?
Respuesta. Con empresas min¨²sculas, intentar abrir mercados en Estados Unidos, China, Jap¨®n, los pa¨ªses ¨¢rabes o Europa del Este es absolutamente imposible. Hay una an¨¦cdota de un alto cargo de la Comisi¨®n Europea que acudi¨® a una feria agroalimentaria, creo que en Almer¨ªa, que es muy representativa. Cuando lleg¨® al recinto, en el que hab¨ªa decenas de puestos, los organizadores le dijeron: "?Ha visto la cantidad de empresas que hay comercializando los productos?". El alto cargo respondi¨®: "S¨®lo he visto una empresa". Ante la extra?eza de los anfitriones, aclar¨®: "He visto una empresa, pero repetida decenas de veces".
Las cooperativas deben superar los personalismos y los localismos
P. ?Qu¨¦ impide las fusiones en el sector de las cooperativas?
R. Los intereses personales de los directivos de las peque?as y medianas cooperativas son la mayor traba. As¨ª de claro y de duro lo digo. Hay que superar los personalismos y los localismos. A las personas que est¨¢n al frente les cuesta dar el paso de fusionarse, bien por sus intereses concretos, bien por el prurito de mantener su estatus. Esto tambi¨¦n vale para las administraciones: durante mucho tiempo, el sector p¨²blico no ha visto la necesidad de contar con grandes empresas. No es suficiente que la Consejer¨ªa de Agricultura en Sevilla lo tenga claro si cada una de las delegaciones provinciales intenta mantener su estatus con una empresa en M¨¢laga, otra en C¨®rdoba, otra en Sevilla, y as¨ª sucesivamente. Afortunadamente, esto va cambiando.
P. ?El sector p¨²blico se ha mostrado como un aliado o como un obst¨¢culo para formar grandes cooperativas?
R. Insisto en que la mentalidad va cambiando, pero muchas veces desde la administraci¨®n se ha fomentado lo contrario. Por ejemplo, se han hecho actuaciones comerciales que han consistido en llevar de excursi¨®n a muchos pa¨ªses a muchas empresas que todo el mundo sabe que por su escaso tama?o es muy dif¨ªcil que tengan continuidad en el comercio exterior. Hay que promocionar nuestros productos fuera, est¨¢ claro, pero debemos hacerlo con unos resultados eficientes, con empresas que puedan invertir en estructuras comerciales en el exterior.
P. La innovaci¨®n en el agroalimentario andaluz es tres veces menor que en el resto de sectores.
R. Si no tienes dimensi¨®n es muy dif¨ªcil que puedas tener equipos trabajando en nuevas aceitunas de mesa o el estudio de las propiedades anticancer¨ªgenas del aceite, por ejemplo. Si nosotros facturamos 450 millones, hay cooperativas n¨®rdicas que facturan cerca de 10.000 y sacan cada a?o 200 productos nuevos al mercado. La investigaci¨®n les permite ir por delante.
P. La distribuci¨®n est¨¢ cada vez m¨¢s concentrada y aprieta m¨¢s sobre los precios.
R. Si vemos las facturaciones de Mercadona, Carrefour, Lidl, Eroski y dem¨¢s es cuando se ve lo peque?os que somos. Y si para colmo nosotros tenemos la competencia de 800 o 1.000 empresas min¨²sculas m¨¢s, la negociaci¨®n es casi imposible. La presi¨®n de las distribuidoras sobre los precios del productor y la industria lleva en muchos casos a problemas de calidad y de competencia desleal. Las administraciones deber¨ªan legislar para reequilibrar las fuerzas.
P. Espa?a es el principal productor mundial de aceite de oliva, pero no consigue imponer su imagen de marca. De Espa?a sale aceite a granel que en Italia envasan y venden como propio¡
R. Vender a granel va a ser absolutamente imprescindible siempre. En China hace diez a?os se vend¨ªan 100.000 litros de aceite, este a?o se ha pasado a unos 40 millones de litros y en una d¨¦cada se puede ir a 300 o 350 millones de litros. Con un producto envasado aqu¨ª los costes de comercializaci¨®n ser¨ªan mucho mayores. Es cierto que pa¨ªses como Italia han sido magn¨ªficos comercializando, pero algunas marcas italianas l¨ªderes en Estados Unidos son propiedad de empresas espa?olas. Luego est¨¢ el problema de fomentar la marca Espa?a: no podemos vender aceite con una imagen de no s¨¦ cu¨¢ntas comunidades aut¨®nomas y empresas peque?itas. No es v¨¢lido que si tenemos 300 pueblos olivareros, cada almazarita intente imponer su marca.
Sin empresas de gran tama?o, innovar y exportar es muy dif¨ªcil
P. ?C¨®mo crecer si el precio del aceite est¨¢ en los niveles m¨¢s bajos desde que hay registros?
R. Hay tres o cuatro medidas que est¨¢n en nuestra mano y que podr¨ªan hacer cambiar radicalmente al sector. La primera es potenciar la calidad, lo que puede hacer desaparecer a empresas que no logran los est¨¢ndares, pero favorecer¨¢ la situaci¨®n del mercado. La segunda es fomentar la concentraci¨®n: si hubiera tres Hojiblancas con 400.000 toneladas de producci¨®n, el nivel de precios ser¨ªa muy distinto.
P. ?Una concentraci¨®n tan grande no ser¨ªa una amenaza para el consumidor?
R. Creo que es al rev¨¦s: el consumidor tendr¨ªa un producto de calidad, a precios estables y la empresa podr¨ªa generar muchas m¨¢s garant¨ªas. Quiz¨¢ el producto est¨¢ hoy muy barato en los lineales, pero cuando los productores pierden dinero no pueden continuar con el esmero y la calidad debidos y pueden surgen tentaciones de fraude.
P. ?Qu¨¦ otras medidas plantean?
R. Hay una muy concreta y a corto plazo, y es permitir al propio sector, a trav¨¦s de la interprofesional, regular el mercado quitando las toneladas de aceite de peor calidad de forma que se tenga un precio m¨ªnimo estable para el agricultor.
P. ?Eso no generar¨ªa especulaci¨®n sobre el precio?
R. Habr¨ªa que sentarse abiertamente con los consumidores, con la industria, con la distribuci¨®n y con las autoridades de competencia para que nadie tenga miedo de que la regulaci¨®n se convierta en un mecanismo especulativo sino para que el agricultor pueda seguir viviendo de esto y que el producto sea digno.
P. ?Qu¨¦ le pide el sector al nuevo gobierno de la Junta?
R. Los partidos conocen de memoria nuestras demandas. Sobre todo, queremos que tengan clara la necesidad de tener empresas de tama?o reconocido en todo el mundo y que el dinero p¨²blico vaya a proyectos viables y rentables. Nos gustar¨ªa que gane quien gane, de una pu?etera vez se lo crean, y asuman la importancia de estos temas fundamentales. El 65% de la producci¨®n olivarera espa?ola, unos 700 millones de kilos, se exporta, Si el precio del aceite fuera de 30 o 50 c¨¦ntimos m¨¢s por kilo entrar¨ªan en Espa?a, y directamente en muchos pueblos de Andaluc¨ªa, 300 millones de euros. La crisis de muchos pueblos no ser¨ªa tal si la situaci¨®n del mercado del aceite de oliva fuera otra. Y la buena gesti¨®n del mercado depende de nosotros.
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