El Gobierno encaja una derrota en pol¨ªtica fiscal pero salva la ley estrella de justicia

El ¨²ltimo pleno parlamentario del a?o se presum¨ªa aciago para el Gobierno y acab¨® como esas noches electorales en las que todos se proclaman vencedores. El Ejecutivo logr¨® salvar la ley para modernizar la Administraci¨®n de Justicia, tras frenar en el ¨²ltimo momento la amenaza de Podemos de tumbarla. Y tambi¨¦n obtuvo la aprobaci¨®n definitiva a la norma que contiene el paquete fiscal, un encaje de bolillos cosido en las ¨²ltimas semanas por la vicepresidenta y ministra de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero. Pero a la vez, la oposici¨®n le propin¨® una derrota que demuestra las enormes dificultades para pactar una pol¨ªtica sobre impuestos com¨²n entre la base parlamentaria del Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez. Junts y PNV se sumaron a una propuesta del PP que deroga el impuesto a las grandes energ¨¦ticas, el mismo que la v¨ªspera el Gobierno hab¨ªa pactado prorrogar con ERC, EH Bildu y BNG.

El gravamen a las grandes energ¨¦ticas, vigente los dos ¨²ltimos a?os, se ha convertido en un pulso entre los flancos a derecha e izquierda de la mayor¨ªa que hace un a?o invisti¨® a S¨¢nchez. A estas alturas, ya todo el mundo da por supuesto que desaparecer¨¢, pero la disputa contin¨²a, m¨¢s como escenificaci¨®n pol¨ªtica que por sus efectos pr¨¢cticos. Y de momento ha otorgado una victoria parlamentaria al PP, como no tardaron en pregonar sus dirigentes. La enmienda de los populares que uni¨® a la derecha estatal y al soberanismo conservador supone que el impuesto queda autom¨¢ticamente derogado en cuanto la ley que contiene el paquete fiscal se publique en el Bolet¨ªn Oficial del Estado (BOE).

Esa derogaci¨®n impide que el Gobierno apruebe un decreto de pr¨®rroga del impuesto, como hab¨ªa pactado el mi¨¦rcoles con la izquierda soberanista. La f¨®rmula legal tendr¨¢ que ser otra, como si el gravamen se volviese a crear de nuevo, aunque tambi¨¦n se vehicular¨¢ a trav¨¦s de un decreto que el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar el lunes. Ese decreto tendr¨¢ que ser convalidado por el Congreso antes de un mes. Y ah¨ª su derrota parece segura. Pero unos y otros quieren evidenciar claramente sus posiciones en una cuesti¨®n de gran carga ideol¨®gica: los impuestos a las grandes empresas. Pese a que el gravamen parece condenado, los grupos de la izquierda soberanista mostraron su satisfacci¨®n por el compromiso arrancado al Gobierno a la vez que censuraban a PNV y Junts, al considerar ¡°grave que se presten a apuntalar y reforzar las estrategias e intereses de la derecha espa?ola¡±. Los nacionalistas vascos sit¨²an como argumento principal que ese impuesto ¡°rompe el concierto econ¨®mico¡± de Euskadi, mientras los catalanes, como repiti¨® este jueves su portavoz, M¨ªriam Nogueras, alegan que ¡°pondr¨ªa peligro inversiones en Catalu?a¡±.

La votaci¨®n sobre el paquete fiscal tambi¨¦n dej¨® otros retazos menores que ilustran el acercamiento en esta cuesti¨®n entre PP y Junts. Los populares apoyaron dos enmiendas del partido de Carles Puigdemont para rebajar al 4% el IVA de los yogures y la fiscalidad de los monitores deportivos. Y los independentistas dieron su voto favorable a otra del PP que exime del pago de impuestos a las empresas afectadas por la dana en Valencia que reciban donativos. Las tres medidas, subray¨® Montero, son muy menores y tendr¨¢n escaso impacto en la capacidad recaudadora del Estado.

La mayor¨ªa de investidura s¨ª funcion¨® para que el Gobierno sortease otra amenaza que se cern¨ªa sobre el ¨²ltimo pleno del a?o. El Congreso deb¨ªa revertir el veto que el Senado, con mayor¨ªa absoluta del PP, hab¨ªa impuesto al proyecto de ley del Servicio P¨²blico de Justicia. En juego estaba la ¡°mayor transformaci¨®n de la Administraci¨®n de Justicia en d¨¦cadas¡±, en palabras del ministro F¨¦lix Bola?os, con medidas como la sustituci¨®n de los juzgados de Primera Instancia con un solo titular por tribunales colegiados. Y otras sin relaci¨®n directa con su contenido, aunque introducidas en medio del proyecto, como la supresi¨®n de las golden visa, los visados para extranjeros que realizasen grandes inversiones inmobiliarias.

Podemos hab¨ªa amenazado con impedir su aprobaci¨®n definitiva por otro asunto que se le adhiri¨®: una enmienda del PNV para facilitar el desalojo de okupas en un plazo de 15 d¨ªas. La formaci¨®n de Ione Belarra alegaba que supon¨ªa una puerta abierta a los desahucios expr¨¦s, lo que niega categ¨®ricamente el PNV, en medio de un inusitado intercambio de descalificaciones entre ambos grupos durante los ¨²ltimos d¨ªas. Muy enfadado, el portavoz de los nacionalistas vascos, Aitor Esteban, cargaba en los pasillos contra Belarra antes de conocerse el desenlace de la votaci¨®n: ¡°Ella est¨¢ en una esquina del hemiciclo. A ver si empieza a darse cuenta de que no tiene mayor¨ªa¡±. La l¨ªder de Podemos hab¨ªa calificado al PNV, entre otras cosas, de ¡°cachorros de Repsol¡± por su negativa a prolongar el impuesto a las grandes energ¨¦ticas, y record¨® con insistencia que el actual consejero delegado de esa compa?¨ªa, Josu Jon Imaz, fue antes presidente del partido nacionalista.

Sin que Podemos desvelase su postura hasta el ¨²ltimo momento y tras arduas negociaciones, el Gobierno consigui¨® convencerlo para evitar lo que ser¨ªa un dolorosa derrota. Y la ley sali¨® lista para su publicaci¨®n en el BOE con 177 votos a favor y 171 en contra de PP, Vox y UPN. ¡°Hoy hemos puesto las bases para la justicia del siglo XXI¡±, manifest¨® un aliviado Bola?os tras conocerse el resultado.

El ministro evit¨® explicar qu¨¦ hab¨ªa ofrecido a Podemos para revertir su oposici¨®n. Fue Belarra quien compareci¨® despu¨¦s para exponerlo. Se?al¨® que ha acordado con el PSOE prorrogar la moratoria de los desahucios para personas vulnerables durante un a?o y las ayudas al transporte por seis meses. Seg¨²n Belarra, el Gobierno aprobar¨¢ adem¨¢s un real decreto la pr¨®xima semana para mantener el ¡°escudo social¡± implantado ya en la pasada legislatura. El decreto se redactar¨¢ de tal forma que pueda suspender la aplicaci¨®n de la enmienda del PNV, seg¨²n asegur¨® la dirigente izquierdista. Pero, en este caso, tambi¨¦n deber¨¢ pasar por la convalidaci¨®n del Congreso. Y puede correr la misma suerte que el de las energ¨¦ticas si el rechazo vuelve a unir a los nacionalistas vascos y a Junts con la derecha estatal.