Pinter, el exigente
La primera imagen da en la diana: un sof¨¢ solitario volcado en medio de la escena simboliza el fin de la larga relaci¨®n extramatrimonial entre Emma y Jerry, que tanto se amaron encima de ¨¦l, pero tambi¨¦n simboliza la ca¨ªda en desuso de las anta?o exitosas comedias burguesas de adulterio y tresillo, cuyo esquema de relaciones triangulares Harold Pinter recicla en Traici¨®n, para darle un sentido dram¨¢tico opuesto. Emma y Jerry llevan a?os sin verse: de lo suyo no queda ni el rescoldo. El autor brit¨¢nico coge la historia por el final, y nos la va contando de atr¨¢s adelante, de manera que, cuando en la ¨²ltima escena asistimos al incendiario encuentro inaugural entre los futuros amantes, ya sabemos lo que les espera con pelos y se?ales. Dirigidos por el bonaerense Marcelo Subiotto, los actores de la compa?¨ªa granadina Histri¨®n Teatro interpretan a la manera porte?a, encabalgan algunos pies con sus r¨¦plicas correspondientes, lanzan a volea la primera frase de la escena pr¨®xima desde el final de la escena anterior y conducen el espect¨¢culo completo a velocidad de crucero. Tal modo de hacer les funcion¨® de miedo en Los corderos, montaje escrito y dirigido por Daniel Veronese (con qui¨¦n ya est¨¢n preparando el pr¨®ximo).
En este Pinter el quid est¨¢ en lo que no se dice, y en los intersticios del lenguaje, tapadera de las emociones. En la inteligente puesta en escena de Subiotto echo de menos mayor tiempo de juego, silencios desde donde disparar las palabras como dardos, una veta de ambig¨¹edad en la traza de los personajes, y grosor conceptual. A este reparto de buenos actores, la locura bipolar de los esquinados personajes veronesianos le calza mucho m¨¢s org¨¢nicamente que la inescrutable contenci¨®n pinteriana, tan fr¨ªa, tan exigente, tan brit¨¢nica. No ayuda al mejor fin de tan meritoria empresa la disposici¨®n interior del nuevo Teatro Conde Duque, donde el p¨²blico se acomoda en una grada (como en el Matadero o en Cuarta Pared) pero el escenario, en vez de estar a ras de suelo, como corresponde a tal disposici¨®n de la platea, se alza un metro por encima, dejando adem¨¢s un ancho pasillo vac¨ªo hasta la primera fila de espectadores. Con m¨¢s cercan¨ªa, Traici¨®n ganar¨¢ luz y pegada.
TRAICI?N
Autor: Harold Pinter. Traducci¨®n: Rafael Spregelburd. Int¨¦rpretes: Gema Matarranz, Constantino Renedo, Manuel Salas. Direcci¨®n: Marcelo Subiotto. Teatro Conde Duque. Del 7 al 25 de marzo.
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