"Quiero un proyecto sin tutelas ni l¨ªderes paternalistas"
"Me presento a secretario general porque creo en un partido gallego que piensa en gallego¡±, asegur¨® antes de su victoria Pachi V¨¢zquez.
¡°Un cargo m¨¢s o menos no es un drama¡±, finaliz¨® su intervenci¨®n quien finalmente repetir¨¢ en el cargo de secretario general de los socialistas gallegos, ¡°un drama es la gente que est¨¢ en el paro, un drama es un padre que quiere estudiar a sus hijos y no tiene becas, un drama es quien est¨¢ en el hospital y espera por una operaci¨®n¡±. Ante los delegados que, acto seguido, ejercer¨ªan su derecho a voto, Pachi V¨¢zquez enarbol¨® su discurso m¨¢s a la izquierda. Y se encarg¨®, no una, ni dos, ni tres veces, sino m¨¢s, de recordar que su apuesta era por la autonom¨ªa: ¡°Quiero un proyecto compartido, sin liderazgos paternalistas que vengan a decirnos lo que hay que hacer, un proyecto sin tutelas¡±. A continuaci¨®n, son¨® en el Palacio de Congresos la que talvez fue la mayor ovaci¨®n arrancada por V¨¢zquez a los oyentes.
No es lo mismo ser ministro que no serlo. Lo comprob¨® ayer Jos¨¦ Blanco. Porque la continuada afirmaci¨®n de independencia org¨¢nica que estructur¨® la intervenci¨®n del secretario general del PSdeG ten¨ªa sobre todo al exresponsable de Fomento, uno de los impulsores de la candidatura de Elena Espinosa, como destinatario. Lejos queda 2009, cuando Blanco decant¨® la sucesi¨®n de P¨¦rez Touri?o hacia Pachi V¨¢zquez y el partido fue detr¨¢s como un solo hombre. ¡°Me presento a secretario general porque creo en un partido gallego que piensa en gallego¡±, a?adi¨®, ¡°en un partido de izquierdas que piensa en izquierda, creo en un partido fuerte y aut¨®nomo que decide en Galicia¡±.
Las banderas del galleguismo y la socialdemocracia, al menos ret¨®ricamente, ondearon en sus palabras. Tambi¨¦n en las de su contricante, por cierto. Pero V¨¢zquez, que no se detuvo un minuto en autocr¨ªtica a los tres a?os que lleva al frente de la organizaci¨®n, se volc¨® en las alabanzas a los militantes. ¡°Somos un gran partido y nuestra fuerza es la militancia¡±, proclam¨®, ¡°siempre dispuesta a arrimar el hombro a cambio de nada; la clave es sumar, primero dentro y despu¨¦s fuera¡±. Y hubo alusiones a lo que, en su opini¨®n, debe cambiar. Eso s¨ª, m¨¢s bien poco concretas: ¡°Necesitamos un partido m¨¢s participativo, que trabaje en las redes sociales, necesitamos que las Casas do Pobo est¨¦n m¨¢s activas, necesitamos mejorar la comunicaci¨®n entre los cargos y los militantes, necesitamos un partido intergeneracional¡±. Sobre la vida interna no se extendi¨® muhco m¨¢s. Prometi¨® ¡°integraci¨®n¡± en los ¨®rganos de direcci¨®n y asegur¨® que por Espinosa sent¨ªa ¡°un profundo respeto y cari?o¡±.
Pero el coraz¨®n y las tripas de su discurso lo compusieron los ataques a las pol¨ªticas de Feij¨®o y del PP y una defensa de los lugares comunes de la izquierda. ¡°Reivindico lo p¨²blico como irrenunciable, que la Iglesia pague impuestos¡±, rugi¨® en medio de una ovaci¨®n, ¡°y son necesarias medidas econ¨®micas que incentiven la productividad¡±. El ataque a las doctrinas del d¨¦ficit cero fue furibunda, aunque sin recordar en ning¨²n momento los compromisos del Partido Socialista y del Gobierno de Zapatero con ellas. ¡°El verdadero d¨¦ficit es empezar la legislatura con dos cajas y acabarla sin ninguna¡±, enumer¨®, ¡°el verdadero d¨¦ficit se llama copago y cobrar por la tarjeta sanitaria, el verdadero d¨¦ficit es alcanzar un r¨¦cord de parados y de destrucci¨®n de empleos¡±. Contra ese estado de cosas exigi¨® V¨¢zquez a los suyos unidad y ¡°un proyecto com¨²n bajo par¨¢metros socialdem¨®cratas y galleguistas¡±.
V¨¢zquez prometi¨® integraci¨®nde los derrotados en los ¨®rganos de direcci¨®n
Casi para despedirse, hizo voto de humildad. Y, como manda el gui¨®n no escrito de los efrentamientos intestinos de los partidos, asegur¨® que, de perder, al d¨ªa siguiente estar¨ªa donde el partido le ordenase. ¡°Como un militante de base m¨¢s¡±. No fue el caso.
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