Lled¨® y Vattimo evocan la figura de Gadamer a los 10 a?os de su muerte

Emilio Lled¨® (Sevilla, 1927) y Gianni Vattimo (Tur¨ªn, 1936) tienen mucho en com¨²n. Para empezar, ambos han dedicado su vida a la filosof¨ªa. Ambos han escrito libros y art¨ªculos, han seguido exitosas carreras universitarias y tienen otra cosa en com¨²n: estudiaron con Georg Gadamer (Marburgo, 1900-Heidelberg, 2002). Esta semana se cumplir¨¢n 10 a?os de la muerte del pensador alem¨¢n y dos de sus disc¨ªpulos m¨¢s famosos recordaron c¨®mo era, c¨®mo lo conocieron, como les influy¨®. Es, desde luego, uno noticia, pero seguramente es m¨¢s noticia (por lo ins¨®lito) que el aula inicialmente prevista se quedara peque?a para la multitud que asisti¨® al coloquio el pasado jueves en la Facultad de Filosof¨ªa de la Universidad de Barcelona. Hubo que habilitar el Aula Magna y aun esta se qued¨® peque?a.

Empez¨® Lled¨®, que volv¨ªa a hablar a los estudiantes en la que, durante 11 a?os, fuera su universidad, antes de abandonarla para viajar a Madrid, en 1978. Record¨® aquellos a?os, el patio de la facultad de letras, donde, dijo, ¡°lat¨ªa la vida¡±, y lo hizo desde una convicci¨®n, que enlazaba con su relaci¨®n con Gadamer: ¡°Somos memoria y amistad¡±. Lled¨® lleg¨® a Heidelberg en 1953 y Vattimo m¨¢s de una decena de a?os m¨¢s tarde. Los dos ten¨ªan un alem¨¢n rudimentario, pero ansias de aprender. ¡°Yo conoc¨ªa a Lled¨® por las bibliograf¨ªas¡±, dijo Vattimo. Cuando preparaba un estudio de licenciatura sobre Arist¨®teles, entre los textos que leer hab¨ªa uno del estudioso espa?ol sobre la Grecia cl¨¢sica.

El inter¨¦s por la filolog¨ªa griega un¨ªa a Gadamer y a Lled¨® y fue tambi¨¦n el punto de conexi¨®n entre el joven estudiante espa?ol y Martin Heidegger, que hab¨ªa sido profesor de Gadamer y que acudi¨® algunas veces a su casa a participar en un ¡°c¨ªrculo aristot¨¦lico¡± en el que se le¨ªan obras del estagirita. Vattimo, en cambio, estaba m¨¢s interesado en Heidegger, directamente, pero su relaci¨®n con Gadamer fue tambi¨¦n fruct¨ªfera. Para empezar, acometi¨® la primera traducci¨®n de su principal obra, Verdad y m¨¦todo, luego las cosas siguieron y ambos mantuvieron una larga amistad. ¡°Gadamer es para m¨ª un modelo de vida y de muerte¡±, dijo, asegur¨® Vattimo, que record¨® la vitalidad de su maestro y su capacidad para gozar incluso en el momento en que se celebr¨® su centenario.

Tambi¨¦n Lled¨® evoc¨® al ¡°gozoso¡± Gadamer y largas conversaciones con ¨¦l, algunas hasta la madrugada, en N¨¢poles, en torno a unas copas de grapa, cuando el alem¨¢n ten¨ªa ya m¨¢s de 90 a?os. Y, sobre todo, c¨®mo le ense?¨® a percibir el ¡°latido filos¨®fico en las palabras¡±, para pedir a los estudiantes, a continuaci¨®n, que rechacen las propuestas de una universidad que forma para trabajar y ganar dinero y defiendan una academia que estimule el entusiasmo por las ideas y el proceso de aprendizaje.

El presentador del acto, Manuel Cruz, enfatiz¨® la influencia de Gadamer en el pensamiento contempor¨¢neo y su capacidad para estimular a sus disc¨ªpulos para seguir un camino propio.