El director m¨¢s completo

Un a?o, casi exacto, despu¨¦s de su memorable actuaci¨®n, que qued¨® para la meloman¨ªa local como uno de los grandes conciertos de la temporada, regresaron al Auditori, nuevamente convocados por Iberc¨¤mera, Daniele Gatti y la Orquesta Nacional de Francia.

Si entonces el reto fue grande la Pastoral, de Beethoven, y La consagraci¨®n de la primavera, de Stravinski ahora era may¨²sculo: la Novena sinfon¨ªa de Mahler, una de esas obras ¡°imposibles¡± del repertorio, una meta inalcanzable, pues se requerir¨ªan para hacerle justicia sonidos, int¨¦rpretes y auditorios que no son de este mundo. Compuesta en 1909 por un Mahler abrumado y enfermo que siente cercano su fin (el compositor no llegar¨ªa a escuchar el estreno en 1912), la Novena es una especie de compendio de todo el sinfonismo mahleriano articulado en torno al presentimiento de la muerte. La Novena es una especie de memento mori musical sin amargura, una obra que no acaba, sino que literalmente se extingue sobre unos lentos acordes sobrecogedores.

Meterse en esa sinfon¨ªa es siempre un riesgo: no es una obra que tolere una interpretaci¨®n mediocre. Daniele Gatti y la Orquesta Nacional de Francia, un conjunto que era bueno y que ¨¦l ha conducido a la excelencia, ofrecieron una vez m¨¢s una actuaci¨®n magn¨ªfica que permanecer¨¢ en el recuerdo. M¨¢s all¨¢ del alarde de dirigir de memoria una obra kilom¨¦trica que dura m¨¢s de 80 minutos, Gatti exhibi¨® una claridad de ideas y una eficacia para transmitirlas verdaderamente ejemplares. La sensibilidad para captar en cada momento la expresi¨®n y la din¨¢mica justa en una obra que transita por el estr¨¦pito y por el susurro, la habilidad para sostener siempre el tempo m¨¢s adecuado, la capacidad para presentar una clara separaci¨®n de planos sonoros y voces que permiten al oyente escucharlo todo ¡ªcapacidad manifestada, especialmente, en la resoluci¨®n del espeso y alocado contrapunto del tercer movimiento (rondo-burlesque) que casi siempre pone a las orquestas al borde del guirigay¡ª certificaron que hoy Daniele Gatti es uno de los directores m¨¢s completos y capaces que circulan por los escenarios del mundo.