Otra vez el indulto

A veces se tiene la sensaci¨®n de ser repetitivo, de ser un pesado. Pero la realidad es tambi¨¦n as¨ª. Los polic¨ªas especializados, los inspectores de Hacienda, los fiscales, jueces y magistrados, y todo el personal de sus oficinas, trabajan incansablemente durante muchos d¨ªas y no pocas noches, y finalmente hay un juicio y una sonora condena a unos delincuentes de cuello blanco que se han llevado, desvergonzadamente, el dinero p¨²blico. Se han llevado lo que pagamos con nuestros impuestos, lo que ahora hay que reponer porque se ha notado su ausencia en las arcas p¨²blicas. Los ciudadanos pueden mostrarse satisfechos con sus instituciones. La justicia, con dificultades y palos en las ruedas, y sin capacidad de aceleraci¨®n, ha puesto a cada cual en su sitio. Pero no nos hagamos ilusiones. El Gobierno del Estado, cualquiera que sea su color, les puede indultar. As¨ª pas¨® con el banquero Alfredo S¨¢enz, ?recuerdan? El Gobierno de Zapatero le indult¨®, permitiendo que su condena se convirtiera en un fiasco, o un sarcasmo.

Ahora vuelve a pasar con unos personajillos que, sin mayor trabajo, limpiaron m¨¢s de 46.000 euros del Departamento de Trabajo de la Generalitat. El sistema del latrocinio era muy sencillo. Eran altos militantes de Uni¨® Democr¨¤tica de Catalunya y adem¨¢s, ¡°casualmente¡±, ten¨ªan unas empresas dedicadas a realizar estudios sobre derecho laboral que no ten¨ªan m¨¢s cliente que su Departamento de Trabajo. No ten¨ªan personal asalariado ni contratado con conocimientos jur¨ªdicos, ni falta que les hac¨ªa. Desde sus puestos pol¨ªticos adjudicaron subvenciones a sus empresas para realizar estudios sobre materias de derecho laboral que desconoc¨ªan. No tuvieron problemas. Hicieron los estudios con copias de trabajos antiguos que ya estaban desde hac¨ªa tiempo en el mercado y en las bibliotecas jur¨ªdicas. Y lo hicieron con tanto desenfado que ni copiaron las notas a pie de p¨¢gina, ni se preocuparon por las referencias a normativa ya derogada. Los trabajitos, desde luego, eran in¨²tiles y nunca fueron utilizados. A Trabajo le cost¨® 7.680.000 pesetas (hoy 46.157 euros).

Fueron condenados en marzo de 2009 a penas que exig¨ªan cumplimiento efectivo de prisi¨®n. Han pasado tres a?os y no han visto una c¨¢rcel ni desde lejos. Y ahora el Gobierno de Rajoy les ha indultado y el Rey lo ha firmado.

En la Constituci¨®n de la Rep¨²blica el Gobierno no pod¨ªa interferir en las decisiones de los tribunales

Como es sabido, el indulto particular es concedido por el Rey a propuesta del Gobierno. Es una prerrogativa ancestral de la Corona, transmutada en privilegio efectivo del Gobierno proponente. En la Constituci¨®n de la Rep¨²blica el Gobierno no pod¨ªa interferir en las decisiones de los tribunales. Los indultos solo se conced¨ªan por causas extraordinarias, y los conced¨ªa motivadamente el Tribunal Supremo (salvo casos de extraordinaria gravedad, l¨¦ase penas de muerte, en que los otorgaba el presidente de la Rep¨²blica). En nuestra Constituci¨®n hemos vuelto a los ancestros. El Gobierno perdona la pena discrecionalmente, sin posible revisi¨®n ni apelaci¨®n, y sin la m¨¢s m¨ªnima motivaci¨®n.

Toda la publicidad de los juicios y las sentencias, toda la exigencia de fundamentaci¨®n, motivaci¨®n y explicaciones que legalmente se pueden y se deben exigir a los funcionarios, y especialmente a los jueces, puede acabar en esto. En una decisi¨®n de cuatro l¨ªneas sin razonamiento ninguno.

La Ley del Indulto, de 18 de junio de 1870 (no me confundo, 1870), prev¨¦ que en la tramitaci¨®n del indulto conste, principalmente, un informe del tribunal que conden¨®. Para indultar debe tenerse en cuenta el mal causado, la personalidad del condenado, o razones de justicia, equidad o utilidad p¨²blica, as¨ª como el arrepentimiento del condenado.

Aunque el expediente no es p¨²blico, se sabe que el tribunal y el fiscal informaron en contra de la concesi¨®n del indulto. Pero han sido indultados. Posiblemente el Gobierno ha considerado que la personalidad de los condenados era incompatible con la prisi¨®n. O quiz¨¢s que es de utilidad p¨²blica que los pol¨ªticos corruptos quieran arrepentirse, o tener una nueva oportunidad¡­

Y nada m¨¢s, hasta el pr¨®ximo indulto, que ya hay en la cola aspirantes ilustres.

Jos¨¦ Mar¨ªa Mena fue fiscal jefe de Catalu?a.