Encomendados al santo turismo
El pinchazo de la burbuja inmobiliaria ha destapado viejas debilidades de la econom¨ªa
En la coyuntura de crisis generalizada, el turismo y las exportaciones sostuvieron la econom¨ªa andaluza en 2011. No es nada nuevo. En 1994, el turismo y la venta de los productos hortofrut¨ªcolas fueron el motor de salida del pen¨²ltimo periodo de recesi¨®n que atraves¨® la econom¨ªa andaluza. Es lo que el ex ministro de Trabajo, Manuel Pimentel llama la redenci¨®n del "San Turismo de siempre". El ejemplo viene al caso para dar idea de que el modelo econ¨®mico andaluz parece una foto fija: desequilibrado, poco diversificado ¡ªlos servicios acaparan casi las tres cuartas partes de la producci¨®n¡ª, muy dependiente del exterior, escasa mente productivo e incapaz de dar soluciones a la endemia del paro.
Entre la recesi¨®n de 1993 y la de 2009, Andaluc¨ªa vivi¨® un ciclo de crecimiento sin precedentes hist¨®ricos en duraci¨®n e intensidad, que incluso lleg¨® a generar la ilusi¨®n del pleno empleo. Aunque ahora parezca mentira, en la campa?a de las anteriores elecciones auton¨®micas los partidos se lo marcaron como objetivo de la legislatura, y es que el desempleo hab¨ªa ca¨ªdo a su suelo hist¨®rico, un 12%, a comienzos de 2008. Pero todo se desmoron¨® en seguida. El sistema productivo andaluz se vio arrastrado por el efecto multiplicador de una superposici¨®n de crisis. Lo que deb¨ªa haber sido un proceso progresivo de recesi¨®n de la actividad inmobiliaria, se precipit¨® por efecto de la crisis financiera internacional en un precipicio que ha resultado devastador para el empleo, su punto m¨¢s fr¨¢gil.
La burbuja se pinch¨® y arrastr¨® la destrucci¨®n de centenares de miles de puestos de trabajo en una escalada de v¨¦rtigo que en apenas cuatro a?os ha devuelto la tasa de paro por encima del 30% (31,2% seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa del ¨²ltimo trimestre de 2011). Dada la unanimidad de todas las previsiones econ¨®micas, incluidas las del Gobierno central, en los pr¨®ximos meses la tasa de paro a¨²n se acercar¨¢ m¨¢s al techo hist¨®rico del 34,9% que se alcanz¨® en la recesi¨®n de 1994.
Durante casi una d¨¦cada y media, la econom¨ªa andaluza creci¨® por encima de la media nacional y europea, pero sobre un entramado algo ficticio, y la crisis ha vuelto a sacar a la luz la las limitaciones de la econom¨ªa regional. El Observatorio Econ¨®mico de Andaluc¨ªaque preside Francisco Ferraro, considera que el patr¨®n de crecimiento seguido ha propiciado unos desequilibrios que no son sostenibles. Principalmente porque se ha basado en una fuerte demanda interna superior a la capacidad de producci¨®n, lo que ha ampliado la necesidad de financiaci¨®n exterior.
La construcci¨®n y los servicios aportaron el 82% del crecimiento del Valor A?adido Bruto (VAB) entre 1996 y 2007. La producci¨®n andaluza creci¨® en ese decenio a una media del 4,1% anual, tres d¨¦cimas por encima de la espa?ola y 1,4 puntos m¨¢s que la europea. Pero la industria y la agricultura perdieron peso y alternaron en el ciclo a?os de retroceso con otros de mpulso.
Del an¨¢lisis de las 20 ramas de actividad de las que el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) ofrece datos desagregados, se comprueba que los tres segmentos m¨¢s din¨¢micos en el ciclo expansivo estaban relacionados con el sector inmobiliario: la intermediaci¨®n financiera, los productos minerales no met¨¢licos y la construcci¨®n.
Por el contrario, en la Uni¨®n Europea las tres actividades con m¨¢s dinamismo fueron la fabricaci¨®n de equipo el¨¦ctrico, electr¨®nico y ¨®ptico, los transportes y comunicaciones, y la intermediaci¨®n financiera. Los tres est¨¢n catalogados por la OCDE como intensivos en tecnolog¨ªa y capital humano.
En 2003, la producci¨®n de la construcci¨®n lleg¨® a sobrepasar a la industria, y, antes de la recesi¨®n, en 2007, lleg¨® a suponer el 15% del Producto Interior Bruto (PIB), m¨¢s incluso que el turismo. El problema es su ca¨ªda en picado y que, por mucho que en el futuro se recupere, nunca ser¨¢ en los niveles que ha llegado a alcanzar, algo que suscita tambi¨¦n la unanimidad de todos los analistas econ¨®micos, por lo que el modelo andaluz tiene el reto de buscar un sector capaz se sustituir ese 15% de aportaci¨®n al PIB, y donde reubicar a 500.000 empleados que ha llegado a tener la construcci¨®n y que en su mayor¨ªa tienen un bajo nivel de formaci¨®n.
Hay una opini¨®n generalizada a favor de reformar la administraci¨®n
En la primera fase de recuperaci¨®n de la crisis de 1992, durante los a?os inmediatamente siguientes, la econom¨ªa creci¨® pero la generaci¨®n de empleo fue moderada, lo que se tradujo en un aumento de la competitividad. Pero, seg¨²n convienen los analistas, en los a?os de aumento intensivo del empleo por el tir¨®n de la construcci¨®n y de las actividades inmobiliarias, las tasas se creaci¨®n de empleo fueron del mismo nivel que el crecimiento de la producci¨®n, lo que se traduce en una ca¨ªda de la productividad, uno de los talones de Aquiles tradicionales de la econom¨ªa regional.
Lejos de encontrar los caminos de diversificaci¨®n de los que se lleva hablando a?os necesita la econom¨ªa andaluza, lo ensayado con la construcci¨®n ha resultado un fracaso en esa aspiraci¨®n. La insistencia del candidato del PP a la presidencia de la Junta, Javier Arenas, en reivindicar el papel de la construcci¨®n en el futuro econ¨®mico es un asunto espinoso. Entre los especialistas, nadie discute que la construcci¨®n est¨¢ llamada a tener un papel importante en la econom¨ªa regional, pero suficientemente ponderado y desde luego con un peso much¨ªsimo m¨¢s moderado sobre el PIB que el 15% que lleg¨® a tener.
Diversificar implica corregir los contrapesos, y siempre se apunta a la industria. "tiene grandes ventajas, porque genera tejido y es puerta de entrada a las innovaciones, aunque tambi¨¦n la dificultad de que no ofrece las rentabilidades inmediatas de otros sectores", explica el catedr¨¢tico de Teor¨ªa Econ¨®mica de la Universidad de M¨¢laga Joaqu¨ªn Aurioles, quien resalta por ejemplo la apuesta por la industria aeron¨¢utica que se ha hecho en la comunidad y que entiende se?ala el camino a seguir.
Esta teor¨ªa sit¨²a a la I+D y las nuevas tecnolog¨ªas como camino estrat¨¦gico. Seg¨²n Aurioles, se precisa un mayor compromiso de inversi¨®n privada para encauzar y desarrollar las interesantes iniciativas que emanan en las universidades y parques tecnol¨®gicos.
Y un asunto en el que hay gran coincidencia es la necesidad de una reforma de la administraci¨®n p¨²blica andaluza y redefinir su papel en la econom¨ªa, aunque con matices ideol¨®gicos bien diferentes sobre su contenido dede el Observatorio Econ¨®mico de Ferraro o el movimiento ATACC, impulsado entre otros por el catedr¨¢tico Juan Torres.
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