Eurovegas, un espect¨¢culo provinciano
El desprop¨®sito que m¨¢s llama la atenci¨®n del proyecto son las condiciones que quiere imponer el promotor
Mister Marshall ha llegado y anuncia puestos de trabajo y diversiones, luces y juegos, vicio y fornicio. Cerca del aeropuerto, a un cuarto de hora del centro de la ciudad. Prometen unos 200.000 empleos directos y 100.000 indirectos. No se especifica el origen de estas cifras. Sin embargo, en todo el Estado de Nevada, que incluye Las Vegas y la lejana Reno existen 300.000 empleos en el sector del ocio. Solo Las Vegas posee 78 grandes hoteles con casino y en el Baix Llobregat se crear¨ªan 12 hoteles, seis con casino. Los n¨²meros no salen. El impacto sobre el empleo no parece que en Las Vegas haya sido muy eficaz, pues llega casi al 13%, cuando la media de EE UU es poco m¨¢s del 8%. Se trata de un empleo poco calificado: solo el 14% de la poblaci¨®n joven alcanz¨® a iniciar estudios universitarios, cuando la media norteamericana es el doble. En Las Vegas est¨¢n censadas 16.000 personas sin techo y 40.000 en la regi¨®n metropolitana (gran parte de los datos citados proceden de un informe del blog latramaurbana.net).
El argumento del empleo no es convincente. Otros aspectos del modelo, a¨²n menos. Las Vegas creci¨® en un desierto a partir de la d¨¦cada de 1930 y especialmente de 1941, cuando un g¨¢nster, Bugsy Siegel (Warren Beatty en el cine), fue el promotor del primer hotel Flamingo con casino. Fue rebautizada como Sin City, Ciudad del Pecado. Sus promotores principales eran las mafias del este. En 1959 la ciudad inici¨® un nuevo boom cuando el triunfo de la revoluci¨®n cubana hizo que La Habana dejara de ser el gran casino y el superprost¨ªbulo de los norteamericanos. El centro de Las Vegas, inicialmente ciudad compacta, fue perdiendo fuerza y la ciudad se expandi¨® de forma difusa y segregadora. Gradualmente se ha ido privatizando, ha dejado de ser ciudad.
?Eurovegas ser¨¢ la nueva versi¨®n del modelo Barcelona 92 y de Catalunya ciutat? A Madrid lo defini¨® en los a?os cincuenta Camilo Jos¨¦ Cela como una mezcla de Kansas City y Navalcarnero. ?Seremos nosotros algo parecido medio siglo m¨¢s tarde?
En EE UU era y es impensable que un Las Vegas se instale en la megal¨®polis del noreste como Boston,? Nueva York, Filadelfia o Washington
En EE UU era y es impensable que un Las Vegas se instale en la megal¨®polis del noreste (Boston, Nueva York, Filadelfia, Washington, etc¨¦tera), un continuo urbano con m¨¢s de 55 millones de habitantes. El gran centro del ocio se cre¨® a algunos miles de kil¨®metros del mercado m¨¢s potente. Eurovegas pretende instalarse en un tejido urbano ya muy saturado que requiere proyectos de escala media, m¨¢s acupuntura que cirug¨ªa. La copia local es menor que el original, pero se prev¨¦n 150 hect¨¢reas para el complejo y 100 m¨¢s para campos de golf, un estadio y otros equipamientos, m¨¢s las cesiones de suelo p¨²blico e infraestructuras y los complejos habitacionales que los promotores exigen, crear unos para su negocio y eliminar otros que no interesan. El impacto sobre el territorio ser¨¢ enorme. A la zona afluir¨¢n los desocupados locales y los que acudir¨¢n de otras partes como si se hubieran descubierto minas de oro. Sin contar a los centenares de miles de futuros clientes. ?Es este el lugar adecuado o no corresponder¨ªa m¨¢s a los Monegros?
El desprop¨®sito que m¨¢s llama la atenci¨®n son las condiciones del promotor, que aparentemente no han sido cuestionadas por las autoridades espa?olas. Modificaci¨®n de la Ley de Extranjer¨ªa para importar trabajadores y del Estatuto de los Trabajadores para no depender de convenios colectivos, moratoria de dos a?os para pagar la Seguridad Social, exenciones de impuestos y tasas, flexibilizar las medidas destinadas a evitar el blanqueo de dinero, autorizar el ingreso de menores de edad y lud¨®patas, y el derecho de fumar, garantizar el cr¨¦dito que se solicitar¨ªa al Banco Central europeo. Por verg¨¹enza ajena, sin comentarios.
No creo que este proyecto fantasma llegue a cuajar, y menos en Catalu?a. Pero reconozco que me dejar¨¢ un recuerdo imaginario perdurable. Una inauguraci¨®n presidida por las autoridades, algunos cardenales acompa?ados de pol¨ªticos locales y financieros del Opus, rodeados de mafiosos y tah¨²res, traficantes de drogas y de dinero negro, empresarios de prost¨ªbulos y gestores de la corrupci¨®n. Un espect¨¢culo de risa amarga.
Jordi Borja es urbanista.
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