Dos d¨¦cadas de cementerio nuclear

En el a?o en el que cumple dos d¨¦cadas de vida, el almac¨¦n de residuos radiactivos de media y baja intensidad de El Cabril (Hornachuelos, C¨®rdoba) se encuentra al 65,9% de ocupaci¨®n. El centro, que depende de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) recibi¨® en 2011 un total de 241 env¨ªos de basura nuclear que supusieron 1.956,55 metros c¨²bicos. La mayor parte de estos residuos (1.859 metros c¨²bicos) procedi¨® de las ocho centrales nucleares que funcionan en Espa?a y el resto de otras instalaciones radiactivas. El deshecho m¨¢s habitual es de residuos de muy baja actividad (1.272,12 metros c¨²bicos).

A pesar de que la historia de la moderna planta comenz¨® hace 20 a?os, El Cabril ha servido para depositar basura nuclear desde 1961. Ese a?o, la Junta de Energ¨ªa Nuclear ejecut¨® el traslado de los primeros bidones de residuos radiactivos a este emplazamiento, introduci¨¦ndolos en una antigua mina de uranio de la zona. Desde 1986 hasta el 31 de diciembre de 2011, el almac¨¦n ha recibido un total de 33.720,6 metros c¨²bicos de deshechos, en su mayor parte de las centrales nucleares y en menor medida de otras instalaciones radioactivas o de accidentes con presencia de material irradiado.

La instalaci¨®n dispone de dos plataformas para el almacenamiento de residuos radiactivos de baja y media actividad y otra con estructuras espec¨ªficas para los de muy baja actividad. La basura de las dos primeras categor¨ªas se almacena en una treintena de estructuras de las que 18 est¨¢n llenas y selladas, una se encuentra en operaci¨®n, tres contienen residuos de incidentes y seis permanecen vac¨ªas. En cuanto a los residuos de muy baja intensidad, estos ocupan 3.851,5 metros c¨²bicos en la llamada celda 29.

El a?os pasado, las instalaciones de El Cabril se sometieron a 25 auditor¨ªas externas, de las que 11 fueron del Consejo de Seguridad Nuclear. Otras siete inspecciones fueron internas, a las que se sumaron 376 revisiones de las garant¨ªas de calidad.

A pesar de los recelos y temores que hist¨®ricamente ha levantado la presencia de El Cabril, los responsables de Enresa insistieron en que la actividad de la planta no ha comportado impacto alguno en el entorno. El jefe del Servicio de Protecci¨®n Radiol¨®gica y Medio Ambiente, Luis Fuentes, detall¨® que el Programa de Vigilancia Radiol¨®gica Ambiental (PVRA) constata el ¡°nulo¡± impacto radiol¨®gico de El Cabril. En 20 a?os se han tomado cerca de 1.000 muestras anuales de agua, aire, sedimentos o alimento. En su opini¨®n, ello constituye una herramienta ¡°imprescindible para confirmar¡± que la gesti¨®n de residuos que se realiza en El Cabril ¡°no causa impacto radiol¨®gico alguno¡±.

Fuentes explic¨® que las muestras que se toman con m¨¢s frecuencia son las de aire, que se recogen semanalmente, mientras que el an¨¢lisis de agua subterr¨¢nea, superficial y radiaci¨®n directa se hace trimestralmente. Anualmente se toman las muestras de sedimentos, suelos, vegetaci¨®n, pesca y caza y en el caso concreto de alimentos se analizan la miel de Hornachuelos y carne de oveja de Fuente Obejuna. En 2011 se analizaron 125 puntos de muestreo y se tomaron 828 muestras en diferentes localizaciones y medios del almac¨¦n de residuos radiactivos.