La Justicia paraliza el acuerdo del Madrid y el Ayuntamiento sobre el Bernab¨¦u
El club recibi¨® la cinta de terreno alrededor del estadio donde se levantan las torres de evacuaci¨®n

Un tribunal ha paralizado cautelarmente el convenio firmado en junio de 2011 entre el Ayuntamiento y el Real Madrid, en virtud del cual el club recibi¨®, entre otras parcelas, una franja de terreno que rodea el estadio Santiago Bernab¨¦u. El alcance del auto judicial es incierto, hasta el punto de que el Gobierno municipal ha pedido al juez que aclare sus consecuencias dentro del complejo entramado de v¨ªnculos patrimoniales y urban¨ªsticas del club y la ciudad.
Probablemente si estas operaciones se siguen complicando, pronto no quedar¨¢ nadie capaz de entenderlas. Tanto es as¨ª que, en opini¨®n del Gobierno local, ni siquiera la justicia lo tiene claro. Para desentra?ar el embrollo entre el Real Madrid y el Ayuntamiento, vayamos por partes.
En 1991, el club acord¨® con el Ayuntamiento construir un aparcamiento subterr¨¢neo junto al estadio. No lo lleg¨® a levantar, y pas¨® as¨ª a deber al Gobierno local 2,8 millones.
En 1998, en otra operaci¨®n diferente, el club pact¨® un canje de terrenos con el Ayuntamiento, en virtud del cual le cedi¨® una parcela en la antigua Ciudad Deportiva (valorada en 13,5 millones) y recibi¨® a cambio cuatro terrenos en la calle de Juli¨¢n Camarillo (13 millones) y otro en Las Tablas (488.000 euros).
El futuro estadio
El Ayuntamiento aprob¨® en noviembre una modificaci¨®n urban¨ªstica que permitir¨¢ ampliar el Santiago Bernab¨¦u.
En virtud a ese acuerdo, que no se ve afectado por este proceso judicial, las parcelas de la calle de Mercedes Arteaga volvieron a manos del Ayuntamiento, junto con 6,6 millones y la zona en la que ahora se levanta la esquina comercial.
A cambio, el club podr¨¢ cubrir el Santiago Bernab¨¦u y construir un centro de ocio de 12.250 metros cuadrados en la fachada que da al paseo de la Castellana. Esta operaci¨®n est¨¢ al margen del litigio judicial, pero podr¨ªa verse afectada en la medida de que afecte al per¨ªmetro.
Pero el traspaso de este ¨²ltimo no lleg¨® a cerrarse porque su uso deportivo imped¨ªa la cesi¨®n. Cuando en julio de 2011 ambos se sentaron a cerrar estos flecos pendientes, la parcela de Las Tablas ya estaba tasada en 22,7 millones de euros.
As¨ª, el Ayuntamiento tuvo que compensar al club con cuatro terrenos de 8.000 metros cuadrados en la calle de Mercedes Arteaga (valorados en 4,4 millones) para construir chal¨¦s; otro en Valdebebas de 3.000 metros para oficinas y hoteles (8,7 millones); y una franja de tres metros de ancho alrededor del Santiago Bernab¨¦u donde ya se levantaban los pilares y contrafuertes del estadio (6,9 millones). Los 2,8 millones que faltaban para cuadrar las cuentas son los que corresponden a la deuda del frustrado aparcamiento de 1991.
Caso cerrado. O no. Porque un particular present¨® el pasado 20 de febrero un recurso contra este convenio. El titular del Juzgado Contencioso-administrativo n¨²mero 14 de Madrid admiti¨® la demanda, y decidi¨® la suspensi¨®n cautelar del convenio. Tanto el Madrid como el Ayuntamiento han anunciado que recurrir¨¢n el dictamen judicial.
En su auto, fechado el pasado mi¨¦rcoles, el juez encuentra aconsejable ¡°suspender el convenio urban¨ªstico¡± que ha servido para ¡°la adjudicaci¨®n de los terrenos p¨²blicos circundantes al estadio Santiago Bernab¨¦u, afectantes a las calles de Rafael Salgado, paseo de la Castellana y Concha Espina¡±.
El Ayuntamiento alega que el convenio no es urban¨ªstico, como hab¨ªa arg¨¹ido el recurrente, sino patrimonial. Es decir, no afecta a la calificaci¨®n de los terrenos (el per¨ªmetro del Santiago Bernab¨¦u sigue siendo de uso deportivo) sino a su propietario (que pasa de ser el Ayuntamiento a ser el club).
El juez considera adem¨¢s que el convenio afectar¨¢ a la ¡°realidad constructiva¡± de la parcela del estadio. Es decir, asume un ¡°hipot¨¦tico proceso constructivo¡± en ella, recoge la queja del recurrente de las molestias que eso puede generar a los viandantes en la zona, y concluye en la necesidad de evitarlo, puesto que si luego su sentencia revirtiera esa situaci¨®n, el Ayuntamiento se ver¨ªa obligado a ¡°reponer las obras a su estado actual a costa del erario municipal¡±.
El Gobierno local, por su parte, alega que es imposible que el Madrid construya nada sobre esa parcela porque ya est¨¢ ocupada por la estructura del estadio y por las cuatro torres de evacuaci¨®n.
?Qu¨¦ efecto pr¨¢ctico tiene, pues, este auto? El convenio ya est¨¢ ejecutado. Las parcelas han cambiado ya de manos. ?Podr¨ªa el Real Madrid construir las oficinas en el terreno de Valdebebas? El auto no hace referencia a estos terrenos, as¨ª que se ha solicitado una aclaraci¨®n al juez. ?Afecta en alg¨²n modo al Santiago Bernab¨¦u? En principio, no. A menos que el club decida derribar los contrafuertes del estadio y las torres de evacuaci¨®n, evidentemente, no para tirar abajo el estadio, sino dentro de un hipot¨¦tico proceso de reforma.
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