Un paseo por la memoria
El hispanista, que prepara una biograf¨ªa sobre Bu?uel, dibuja un recorrido por Madrid donde se mezclan sus primeros recuerdos, las patatas bravas y Lavapi¨¦s, su barrio
1- Cementerio Civil. Est¨¢n todos los heterodoxos, rojos, ateos, jud¨ªos, la gente de la II Rep¨²blica y de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza. Y al otro lado, la Almudena, inmenso cementerio de los otros. Son las dos Espa?as. Voy much¨ªsimo al cementerio civil, es una magn¨ªfica clase de Historia.
2- Museo Reina Sof¨ªa. Porque al estar haciendo la biograf¨ªa de Bu?uel tiene que ver mucho con el surrealismo y tiene una colecci¨®n de Juan Gris, que me encanta, es madrile?o y muchos no lo saben.
3- Plaza de la Villa. Es el Madrid viejo donde pas¨¦ los mejores momentos cuando empec¨¦ con esto de ser hispanista porque la hemeroteca estaba ah¨ª. Me encanta volver es un peque?o viaje nost¨¢lgico con el que recuerdo el convento de al lado, los gorriones, las campanas¡
4- Jard¨ªn Bot¨¢nico. Es un peque?o rinc¨®n de Francia, el peque?o Versalles en el coraz¨®n de Madrid. Representa la mesura francesa. Y es un jard¨ªn fant¨¢stico. Cuando hecho de menos Granada, que me sucede mucho, me acerco donde hay un granado y me siento.
5- Plaza Santa Ana. Porque est¨¢ el Teatro Espa?ol y chiringuitos para tomarte unas copas. Es un centro social. Voy con frecuencia al Callej¨®n del Gato (calle ?lvarez Gato) con los recuerdos de los espejos c¨®ncavos de Valle-Incl¨¢n a pensar en Luces de Bohemia y a comer bravas. Tambi¨¦n voy a La Trucha (N¨²?ez de Arce 6) donde dan aced¨ªas que en Madrid casi no hay.
Entre el sur y Madrid
Ian Gibson naci¨® en Dubl¨ªn el a?o que acab¨® la Guerra Civil espa?ola, 1939, una constante en su obra. Bi¨®grafo de Machado, siente fascinaci¨®n por la II Rep¨²blica. Conoci¨® Madrid con 18 a?os y se traslad¨® a Espa?a en 1978. Antes de Madrid vivi¨® en Granada.
6- Residencia de Estudiantes. Es un sitio sagrado laico para m¨ª por su vinculaci¨®n con la Instituci¨®n Libre de Ense?anza y por la gente que hab¨ªa antes de que nos viniera encima la tragedia. No ten¨ªa capilla y daban conferencias de primera fila, como Madame Curie o Einstein que se mezclaban con los estudiantes, con Dal¨ª, Lorca, Bu?uel. El ambiente era fant¨¢stico. Es el s¨ªmbolo de la gran Espa?a que pudo haber sido y no fue.
7- Calle Altamirano 33. Donde pas¨¦ mi primera estancia en Espa?a. Era 1955, sin saber una palabra de espa?ol, Luis Rosales viv¨ªa al lado y yo no sab¨ªa que mi destino era una biograf¨ªa de Lorca. Fue tambi¨¦n la primera vez que vi a los grises en acci¨®n contra los estudiantes y con 18 a?os me di cuenta de que Espa?a era una dictadura. De vez en cuando vuelvo para reflexionar sobre mi vida de hispanista.
8- Retiro. Para correr y andar un poco. Siempre paso por la estatua de P¨¦rez Gald¨®s y por una librer¨ªa al lado con azulejos donde la gente puede dejar un libro, yo lo hago, y me gusta ver cu¨¢les han cogido. Soy ornit¨®logo y me parece un parque fabuloso para o¨ªr los p¨¢jaros. No entiendo la gente que va con cascos, es una contradicci¨®n, me gusta o¨ªr a la gente, los animalitos¡ y su rosaleda es impresionante.
9- Cuesta de Moyano. Voy mucho y ¨²ltimamente me entristece cuando paso por la caseta de mi librero y gur¨², Fern¨¢ndez Berchi, muerto hace poco. Hab¨ªa una especie de red de Internet entre los libreros y cuando quer¨ªa algo dec¨ªa: ¡®Gibson busca tal cosa¡¯ y siempre me lo encontraba.
10-Lavapi¨¦s. Vivo aqu¨ª porque est¨¢ al lado de la Filmoteca que tiene el archivo de Bu?uel. Este barrio es mi pueblo peque?o de Espa?a, mi Montmartre de Madrid, con sus pendientes, la mezcla de razas¡ y a cinco minutos de Santa Ana y de un bar estupendo La Casa de Asturias (Argumosa 4), mi local cuando tengo ganas de compartir un vino.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.