Wilde y la profec¨ªa autocumplida

¡°Si est¨¢ escrito que matar¨¦ a un familiar, mejor ser¨¢ que lo haga cuanto antes¡±, pens¨® Lord Arthur Savile despu¨¦s de que un prestigioso quirom¨¢ntico le leyera el futuro en la palma de la mano. A partir de un relato donde Oscar Wilde ironiza a placer sobre las buenas intenciones de un asesino riqu¨ªsimo por su casa, la pujante compa?¨ªa barcelonesa Egos Teatre ha creado un espect¨¢culo musical chispeante sobre las profec¨ªas autocumplidas. Estos chicos, todos ex compa?eros de curso del Institut del Teatre, tienen un talento polimorfo y un empuje b¨¢rbaro: ellos componen la partitura, preparan la coreograf¨ªa, asumen la direcci¨®n esc¨¦nica y la musical, escriben las canciones y firman la versi¨®n del texto, lib¨¦rrima y atrevida. Partiendo, claro, de la an¨¦cdota original, llevan la peripecia por donde quieren, urden efectos c¨®micos a mansalva y se las ingenian para que la tensi¨®n no decaiga. Cantan y act¨²an los seis (que parecen diez) con parecida soltura, y componen entre todos un friso de tipolog¨ªas humanas de lo m¨¢s variopinto. Tienen ¨¢ngel.

El crimen de lord Arthur Savile a¨²na el empaque de las producciones de los teatros p¨²blicos (¨¦sta es un encargo del Teatre Nacional de Catalunya, que la estren¨® en su sala grande) con el impulso, la frescura y el desparpajo genuinos de las compa?¨ªas privadas j¨®venes. Egos Teatre, creada en 2005, se mueve en la farsa como pez en el agua, subraya con l¨¢piz caricatural el car¨¢cter de los personajes de Wilde, los tunea a su antojo (el orondo adivino Septimus Podgers es aqu¨ª un mago orientalizante, versi¨®n ast¨¦nica del fakir Kirman), se inventa otros que vienen al pelo (su encantadora ayudante), los cambia de escenario cuando le conviene y juega con ellos a placer, porque todo vale en la guerra, en el amor y en la comedia musical. La partitura de Francesc Mora tiene vuelo y empaque (y de pegadiza, lo justo): est¨¢ al servicio de la acci¨®n. La direcci¨®n esc¨¦nica de Joan Mar¨ªa Segura no deja resquicio al aburrimiento. Que alguien corrija, por favor, el ocasional chisporroteo de los inal¨¢mbricos.