El ordenador de Hacienda siempre deja la huella
Un sistema detecta cada movimiento tras la negativa experiencia al filtrarse los datos de Andoni Zubizarreta
Todo funcionario que visualice en un ordenador de la Hacienda de Bizkaia los datos de cualquier contribuyente queda perfectamente registrado. Es decir, la investigaci¨®n emprendida por Diputaci¨®n para depurar responsabilidades en la filtraci¨®n a tres peri¨®dicos del dossier tributario del socialista Melchor Gil dispone de un sistema con todas las garant¨ªas suficientes para aportar con absoluta transparencia el nombre (clave), fecha y hora en que se pudo realizar alg¨²n tipo de consulta.
Esta detecci¨®n de operaciones englobar¨ªa cada una de las supuestas funciones que se pudieron realizar desde que se accede a la identificaci¨®n tributaria de Melchor Gil hasta el posterior env¨ªo a la impresora de los documentos intervenidos. As¨ª es m¨¢s f¨¢cil de entender la seguridad que transmit¨ªa el pasado martes Juan Mari Aburto, portavoz de la Diputaci¨®n vizca¨ªna, al afirmar que los procedimientos de seguridad interna de que dispone Hacienda ¡°est¨¢n muy procesados y protocolizados¡±.
Se enred¨® en los papeles
Melchor Gil eligi¨® la peor opci¨®n posible de las tres que ofrece Hacienda en todo proceso tributario. Es una opini¨®n bastante extendida en el ¨¢mbito fiscal que sit¨²a al dirigente socialista ¡°enredado¡± en su desesperado intento por reunir los papeles que le exig¨ªan para justificar c¨®mo hab¨ªa pagado su chal¨¦. Emple¨® para ello demasiado tiempo y as¨ª alert¨® a los inspectores. ¡°Deb¨ªa haber admitido de entrada el primer error, subsanarlo y no dar pie a un proceso de investigaci¨®n metiendo en el l¨ªo a otras personas que solo ha servido para complicarlo m¨¢s¡±. Incluso, en este an¨¢lisis de los hechos, hay quien ofrece la alternativa de que Gil hubiera mostrado su disconformidad con la reclamaci¨®n de Hacienda, negarse por tanto a pagar deuda ni multa algunas y abrir de hecho un proceso judicial.
Pero Gil, acosado, opt¨® por la v¨ªa m¨¢s r¨¢pida: la conformidad con la deuda reclamada. Entend¨ªa que as¨ª quedaba ¡°libre¡± de culpa con Hacienda. ¡°Demasiado tarde¡±, sostiene un asesor fiscal. La desesperada b¨²squeda de ingresos particulares para justificar el pago de su casa hab¨ªa despertado ya demasiados recelos. Era el turno de la fiscal¨ªa y en Diputaci¨®n lo sab¨ªan.
Tal precisi¨®n es posible gracias al programa de seguridad instalado como consecuencia de la encendida pol¨¦mica suscitada en pleno litigio sobre la rescisi¨®n del contrato de Andoni Zubizarreta con el Athletic mediante la divulgaci¨®n de las condiciones econ¨®micas del contrato del entonces director deportivo. Entonces, numerosas personas entraron con absoluta impunidad en los datos fiscales del exportero rojiblanco.
En la zona noble de Hacienda existe un indisimulado malestar por la filtraci¨®n del dossier de Melchor Gil ya que se est¨¢ vinculando a un gesto de clara intencionalidad pol¨ªtica del que huye la inmensa mayor¨ªa de los funcionarios. ¡°No es nuestro estilo y quien lo haya hecho solo ha podido actuar a nivel particular o siguiendo la orden de un superior m¨¢ximo¡±, admit¨ªa a EL PA?S una persona relacionada con Hacienda que, l¨®gicamente, exige un absoluto anonimato. El funcionario medio, en cambio, ve la pol¨¦mica con mucha m¨¢s distancia.
Desde el PNV se ha puesto especial ¨¦nfasis en subrayar que ¡°ning¨²n cargo institucional¡± tiene responsabilidad alguna con esta filtraci¨®n. Desde Hacienda lo corroboran ¡°por obvio¡±, habida cuenta, dice la misma fuente, de que ¡°Bilbao o Iru (Iruarrizaga, diputado foral de Econom¨ªa) no se van a poner delante del ordenador a buscar el dossier sobre Melchor¡±.
¡°Irregularidades de m¨¢s dinero que las de Gil tenemos cientos cada a?o¡±
Sin embargo, esta engorrosa filtraci¨®n, que ha provocado la denuncia del propio afectado y de los partidos PSE y PP, vuelve a enturbiar algunas ¨¢reas de la Inspecci¨®n de Hacienda, donde en m¨¢s de una ocasi¨®n han aflorado algunas diferencias sobre las ¨®rdenes de cargos inmediatos. ¡°Lo que m¨¢s nos molesta es que cuando estamos cumpliendo con nuestra obligaci¨®n llegue una orden para que nos paremos. Eso no gusta¡±, recuerda.
Es indudable de que Hacienda, en sus tres ¨¢reas, dispone de ¡°gente de confianza¡± en sus principales cargos, pero en su mayor¨ªa proceden de la etapa del ex diputado foral Javier Urizarbarrena, a excepci¨®n de la Inspecci¨®n donde el caso Ibarra permiti¨® acometer una renovaci¨®n, haciendo as¨ª ¡°de la necesidad, virtud¡±, como recuerda una persona pr¨®xima a Diputaci¨®n.
Por encima de una interpretaci¨®n pol¨ªtica sobrevenida, en Hacienda existe un ¡°rechazo total¡± a la divulgaci¨®n de datos sobre ¡°cualquier contribuyente¡±. De hecho, esta misma fuente indica que ¡°con irregularidades muy superiores en dinero a las de Melchor tenemos cientos al cabo de cada ejercicio y no salen en prensa¡±. Como prueba, un asesor fiscal implantado en Bizkaia reconoce que ¡°acuerdos de conformidad por encima de los 200.000 euros son frecuentes¡±, principalmente por parte de profesionales liberales.
Este peri¨®dico, no obstante, s¨ª ha planteado a algunos asesores fiscales la te¨®rica facilidad con la que pueden ser rescatados del disco duro de Hacienda determinadas informaciones confidenciales sobre contribuyentes. De hecho, EL PA?S recibi¨®, de procedencia an¨®nima, un voluminoso dossier sobre las tributaciones particulares y de las empresas de Jabyer Fern¨¢ndez una vez que entabl¨® su guerra judicial contra la Diputaci¨®n de Bizkaia. ¡°Si se quiere saber qui¨¦n ha entrado en el ordenador, se sabe porque queda grabado y deja la huella¡±, insisten.
El proceso a seguir para conocer el estado fiscal de un contribuyente es relativamente sencillo. De entrada, es suficiente con disponer del n¨²mero del carn¨¦ de identidad de la persona que va a ser investigada. La ¨²nica excepci¨®n a esta franquicia corresponde a las declaraciones consideradas confidenciales y que son el resultado de un acuerdo previo entre el interesado y los responsables de Hacienda. Una vez conseguida esta consideraci¨®n, su acceso queda inmediatamente restringido. Fuentes consultadas admiten que Gil no dispon¨ªa de esta distinci¨®n cuando se iniciaron las primeras investigaciones sobre sus declaraciones de IRPF pendientes.
En una interpretaci¨®n m¨¢s minuciosa del proceso seguido en el denominado caso Gil, especialistas fiscales no aciertan a comprender ¡°por qu¨¦ raz¨®n firm¨® el acta de conformidad¡± para as¨ª asumir la deuda y la multa consiguiente que le permit¨ªa regularizar su situaci¨®n con Hacienda. ¡°Creo que no ha estado bien asesorado porque posiblemente pens¨® que as¨ª desaparec¨ªa todo rastro sobre su situaci¨®n y ah¨ª se equivoc¨®¡±. En medios pr¨®ximos a Gil, en cambio, aseguran que ¡°fue una reacci¨®n l¨®gica para zanjar la deuda que se le reclamaba por un error¡±.
Ante la situaci¨®n creada, hay ahora quien abona ahora la teor¨ªa en el PSE-EE vizca¨ªno de que ¡°Melchor crey¨® que pagando la multa se acababa la historia y no lleg¨® a pensar que, en realidad, lo que hab¨ªa hecho era dar munici¨®n a la Diputaci¨®n y a Hacienda como se ha visto¡±. Para quien realiza esta interpretaci¨®n, en clave absolutamente pol¨ªtica, la actitud confiada de Gil pudo deberse a las ¡°buenas relaciones que manten¨ªa durante a?os con gente del PNV¡±.
El vicesecretario general de los socialistas vizca¨ªnos ha venido participando junto a representantes jeltzales en la puesta en marcha de numerosas iniciativas empresariales y sociales sobre todo desde finales de los a?os noventa, relevando en estas funciones a veteranos dirigentes de ejecutivas anteriores. Adem¨¢s, ambas formaciones han compartido gobierno en la Diputaci¨®n vizca¨ªna, gener¨¢ndose desde entonces un clima de confianza que, sin duda, ha saltado por los aires desde las respectivas c¨²pulas. En estos momentos, Andoni Ortuzar y Jos¨¦ Antonio Pastor son enemigos personales y pol¨ªticos, divididos por una mutua desconfianza.
Precisamente esta expl¨ªcita ruptura de puentes entre socialistas y nacionalistas ha causado cierta sorpresa en el ¨¢mbito pol¨ªtico con la mirada puesta en el escenario resultante de las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas. En el PSE-EE ni se plantean este acercamiento porque, adem¨¢s, prev¨¦n ¡°un PNV que va a hacer una campa?a totalmente en clave identitaria para combatir con Amaiur por el miedo que tiene a perder¡±. En el ¨¢mbito nacionalista no van tan lejos y se detienen en recordar que ¡°aqu¨ª hay la comisi¨®n de un delito con Hacienda por una irregularidad que se ha pagado, queda por resolver si detr¨¢s de todo hay un tr¨¢fico de influencias y quienes en el Partido Socialista lo sab¨ªan¡±.
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