Independencia sin molestar
CDC no quiere conflicto, quiere avanzar sin molestar. De ah¨ª la m¨¢s delicada de sus ambig¨¹edades: el pacto fiscal
Con una mano del brazo de la independencia, con la otra del brazo del PP, ?es posible andar muchos kil¨®metros sin darse de bruces? Todos los observadores coinciden en que el congreso de Converg¨¨ncia ha consagrado la independencia en su programa, pero inmediatamente sale al quite su nuevo secretario general, Oriol Pujol, y nos dice que CDC ¡°no es un partido independentista, sino soberanista y catalanista¡± y que ¡°la independencia podr¨ªa ser el resultado del ejercicio de la soberan¨ªa¡±. A largo plazo me lo fiais. Equilibrismo, es la figura. Si atendemos a lo que dicen en privado los dirigentes de CDC, el n¨²cleo duro de la direcci¨®n elegida en este congreso est¨¢ formado por partidarios de la independencia de Catalu?a que entienden que esta es la misi¨®n de su generaci¨®n y que est¨¢n en pol¨ªtica para conseguir este objetivo. Por tanto, no habr¨ªa ambig¨¹edad en el ¨¢mbito de las intenciones.
Las ambig¨¹edades, como siempre en pol¨ªtica, emanan de la realidad y de su percepci¨®n. Los dirigentes de CDC saben que sus bases electorales tienen un amplio componente conservador. Es decir, hay un sector asustadizo al cambio en todos los ¨¢mbitos de la vida: econ¨®mico, social, moral, de costumbres y, por supuesto, institucional. Tienen que estar atentos para que el miedo a lo incierto no haga descarrilar el largo convoy de CDC. De ah¨ª la insistencia de Mas en que la obligaci¨®n de CDC es conseguir una muy amplia mayor¨ªa, lo m¨¢s amplia posible, para llegar al objetivo. El presidente cree que en este momento esta mayor¨ªa no existe.
Al mismo tiempo, que CDC haya dado el paso de identificar sin eufemismos el objetivo de m¨¢ximos no es un simple acto voluntarista. El pa¨ªs ha cambiado y la independencia ya puede estar abiertamente en el programa de un partido que ha hecho siempre de la moderaci¨®n y de la centralidad su bandera. ?Cu¨¢l es la dosis adecuada de ambig¨¹edad para que no descarrilen los vagones de delante, los que ocupan los independentistas de su electorado?
El protagonismo de la cuesti¨®n de la independencia ha neutralizado cualquier otro debate en el congreso convergente
Converg¨¨ncia no quiere conflicto, quiere avanzar sin molestar y sin ofender. De ah¨ª la m¨¢s delicada de sus ambig¨¹edades: el pacto fiscal. Puesto que considera que Catalu?a todav¨ªa no est¨¢ madura para la independencia, CDC coloca como fase intermedia de la transici¨®n el pacto fiscal. Pero, para motivar al Gobierno espa?ol, lo plantea como una f¨®rmula que har¨ªa m¨¢s viable la presencia de Catalu?a en el conjunto del Estado. De modo que para la conciencia independentista del partido solo hay una opci¨®n positiva: que Espa?a rechace el pacto fiscal. Lo cual es m¨¢s que probable si se trata de una hacienda propia, como dice Mas, y no se aceptan apa?os.
El protagonismo de la cuesti¨®n de la independencia ha neutralizado cualquier otro debate en el congreso convergente. Hip¨®tesis, por otra parte, improbable dado el orden leninista que siempre ha imperado en esta formaci¨®n. Pero no estoy seguro de que el cien por cien de la militancia y el cien por cien de sus electores est¨¦n de acuerdo con la plena sinton¨ªa ideol¨®gica entre CiU y el PP en materia econ¨®mica y social. Algo de ello tendr¨ªa en la cabeza el presidente Pujol cuando le record¨® a su sucesor que no deb¨ªa olvidar el objetivo fundacional de CiU: la construcci¨®n del Estado de bienestar.
La alianza entre CiU y el PP pervivir¨¢ aqu¨ª y en Madrid por lo menos durante lo que queda de a?o, hasta el momento en que Mas decida volver a las urnas, porque, a pesar de las afinidades ideol¨®gicas, la promiscuidad con el PP resta m¨¢s votos que aporta. Mientras la oposici¨®n de izquierdas siga desaparecida, Converg¨¨ncia tiene campo libre para maniobrar seg¨²n le convenga. En cualquier caso, la moderada Converg¨¨ncia cada vez esconde menos la independencia. ?Sigue siendo cierto, como piensan en Madrid, que mientras gobierne CiU nunca se cruzar¨¢n las l¨ªneas rojas o en la capital tienen que revisar sus clich¨¦s y entender que CDC no ha hecho sino adaptarse a una nueva realidad? ?Podr¨¢ CiU entretener indefinidamente a los soberanistas de su electorado con una vaga promesa de Estado propio que se exhibe como bandera independentista en el congreso pero que, cuando este cierra las puertas, se cubre inmediatamente con el manto de la prudencia, del pacto fiscal y de la voluntad de no molestar?
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