56 okupas se quedan sin techo

¡°Nos han despertado a golpes y no nos han dejado coger pr¨¢cticamente nada. Casi todo lo que ten¨ªamos se ha quedado dentro¡±. Quien habla es una mujer de unos 70 a?os que no quiere dar su nombre. En los ¨²ltimos meses ha vivido en el n¨²mero 11 de la calle de Concepci¨®n Jer¨®nima (Centro), junto a otras 55 personas. Quien la despert¨® ayer fue la polic¨ªa, que desaloj¨® el inmueble okupado hace cuatro meses y detuvo a 11 personas acusadas de usurpaci¨®n de bien inmueble. Todos quedaron en libertad con cargos. Muchos de los okupas se quedaron sin un lugar donde vivir y por la ma?ana no sab¨ªan d¨®nde pernoctar¨ªan.

¡°En los ¨²ltimos 15 d¨ªas ha entrado un grupo de personas a la ¨²ltima planta, que se dedican a traficar con droga y no paran de montar jaleo¡±, a?ad¨ªa otro okupa. A las seis y media de la ma?ana de ayer, varias furgonetas de la Unidad de Intervenci¨®n Policial (UIP, m¨¢s conocidos como antidisturbios) entraron en la calle y obligaron a que los vecinos se llevaran solo sus objetos personales. ¡°Nos han tratado muy bien. Nos hemos podido llevar lo m¨¢s importante¡±, a?ad¨ªa un hombre que se dedica a vender calcetines por las casas. ¡°A los que s¨ª han detenido es a los que viv¨ªan en la ¨²ltima planta. Seg¨²n han ido saliendo, les han ido arrestando¡±, apostillaba una mujer, mientras met¨ªa las pocas pertenencias que pudo sacar en una furgoneta. El alquiler del veh¨ªculo les cost¨® 30 euros y lo pagaron entre varios. ¡°Llevaremos todo esto a casa de mi abuela y ya veremos donde nos metemos esta noche¡±, se quejaba la mujer.

La docena de ni?os que viv¨ªan en el inmueble estaban escolarizados en centros de la zona. Ayer fueron al colegio como cualquier otro d¨ªa, pero algunos se volvieron a media ma?ana. Una monja se acerc¨® para llevarles magdalenas. ¡°Es una verg¨¹enza. Ni nos han avisado de que nos iban a echar ni ha venido el Samur Social para ver si necesit¨¢bamos algo. Si no hubiera sido por esos que han entrado hace poco, el due?o estaba dispuesto a cobrarnos un peque?o alquiler¡±, a?ad¨ªa la septuagenaria con l¨¢grimas en los ojos. Acababa de pintar la casa y la ten¨ªa perfectamente amueblada. Todo se qued¨® en el piso.