'El tiempo y los Conway' se r¨ªe del calendario en el Barakaldo Antzokia

Los relojes que gobiernan nuestras vidas est¨¢n provistos de un mecanismo preciso, pero el ser humano, con sus emociones e incoherencias, demuestra a menudo que no es capaz de adaptarse a esa existencia lineal encorsetada por las p¨¢ginas del calendario. Sobre la problem¨¢tica del tiempo y las heridas que inflige en las relaciones humanas pivota la comedia dram¨¢tica El tiempo y los Conway, una de las obras maestras del teatro brit¨¢nico, escrita por J. B. Priestley y que este fin de semana se escenifica en la tarima del Teatro Barakaldo bajo la direcci¨®n de Juan Carlos P¨¦rez de la Fuente.

La trama, dotada de una estructura dram¨¢tica revolucionaria que hace trampas al calendario, est¨¢ dividida en tres actos. El primero nos presenta a los Conway, una familia formada por una rica viuda (Luisa Mart¨ªn) y sus seis hijos, reunidos en una fr¨ªa noche de oto?o para celebrar el cumplea?os de Kay (Nuria Gallardo). Es 1919, la Primera Guerra Mundial est¨¢ agonizando y reina un cauteloso optimismo que invita a so?ar con un futuro mejor. Pero en el segundo acto la acci¨®n salta hasta 1937, con el fantasma de una nueva pesadilla b¨¦lica acechando sobre los cimientos familiares de los Conway, erosionados por el tiempo. Dos d¨¦cadas se han tragado sus sue?os y su fortuna. El tercer acto devuelve al espectador a la velada de 1919. As¨ª, se sabe qu¨¦ ha pasado pero no c¨®mo.

Dos noches le bastan a Priestley para retratar a los Conway y, a trav¨¦s de ellos, transmitir la que fue una de sus mayores obsesiones: el tiempo como concepto multidimensional, una teor¨ªa de la escuela serialista cuyo m¨¢ximo representante fue J. W. Dunne, un autor muy le¨ªdo por Priestley que cre¨ªa que el futuro se nos revelaba en sue?os. En El Tiempo y los Conway se tejen hilos invisibles que conectan 1919 con 1937 y verifican los atisbos fragmentarios de los acontecimientos que nos aguardan, esos que solo comprendemos cuando ya han pasado. Ambos autores aspiraban a la inmortalidad a trav¨¦s de una secuencia infinita de niveles superpuestos m¨¢s all¨¢ de los engranajes del reloj, y as¨ª lo reflejaron en sus obras.

Estrenada en Londres en 1937, hac¨ªa casi 20 a?os que esta obra no se representaba en Espa?a. Entre sus puntos fuertes destaca el elenco de actores, con nombres como Luisa Mart¨ªn, Nuria Gallardo, Alejandro Tous o Juan D¨ªaz. Por la peculiar estructura temporal, todos envejecen y rejuvenecen 20 a?os a lo largo de la obra. Tambi¨¦n destaca la escenograf¨ªa, historicista y con un vestuario muy cuidado de la ¨¦poca.