Parla, fin de fiesta

Tras el final de la fiesta del ladrillo, ahora toca pagar. Esta frase podr¨ªa resumir la situaci¨®n de muchos Ayuntamientos madrile?os, que el pasado viernes se vieron obligados a presentar un plan de viabilidad que les exigir¨¢ numerosos recortes, tanto de gasto como de personal. El caso paradigm¨¢tico en la regi¨®n es Parla, un municipio de 122.000 habitantes con una deuda reconocida de 228 millones de euros con los proveedores, de 46 con los bancos y de 20 con la Comunidad; 294 millones de nada. Semejante agujero convierte al Ayuntamiento, gobernado por el socialista Jos¨¦ Mar¨ªa Fraile, en el cuarto m¨¢s endeudado del pa¨ªs con los proveedores, solo por detr¨¢s de Madrid, (1.017 millones), Jerez (400) y Ja¨¦n (300). Cada parle?o saldr¨ªa a 1.800 euros por cabeza. La tasa de paro es del 26%.

?La crudeza de los n¨²meros llev¨® al Consistorio a presentar unilateralmente un plan de rescate ¡ªcon el apoyo ¡°cr¨ªtico¡± de Izquierda Unida¡ª con notables diferencias al del Gobierno de Mariano Rajoy, pensado a 10 a?os. Parla aprob¨® por su cuenta y riesgo doblar hasta los 20 a?os el plazo para afrontar su deuda con los proveedores. Tambi¨¦n incluy¨® por voluntad propia la deuda financiera, algo que el plan de viabilidad de La Moncloa no contempla. La primera teniente de alcalde del municipio, Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez Bandera, argument¨® la decisi¨®n en el pleno extraordinario del viernes afirmando que un plan a 10 a?os supondr¨ªa el colapso de Parla, pues tendr¨ªan que haber reducido un 60% los contratos de personal laboral temporal. Tambi¨¦n pondr¨ªa en riesgo los servicios p¨²blicos y obligar¨ªa al equipo del Gobierno a triplicar los impuestos que pagan los ciudadanos. En semejante desierto presupuestario, el Ayuntamiento trata de buscar ingresos hasta debajo de las piedras. O m¨¢s bien, bajo los libros, ya que los vecinos podr¨ªan llegar a pagar hasta tres euros por consultar las bibliotecas.

?C¨®mo se ha llegado a este punto de no retorno? Seg¨²n Fraile, por asumir en una d¨¦cada un crecimiento que en otras ciudades se ha alargado durante d¨¦cadas. ¡°Y el Ayuntamiento ha pagado el coste solo¡±, explica el regidor, que fue el responsable de Hacienda con el secretario general del PSM, Tom¨¢s G¨®mez, como alcalde. Tanto G¨®mez como Fraile se aprovecharon del boom urban¨ªstico para modernizar el municipio. Los presupuestos presentaban unos ingresos que permit¨ªan al Consistorio prescindir de la ayuda de la Comunidad, siempre en manos de sus antagonistas pol¨ªticos, primero Alberto Ruiz-Gallard¨®n y posteriormente Esperanza Aguirre. La poblaci¨®n de Parla, la mayor¨ªa procedente de otros lugares de Espa?a, presentaba muchas carencias sociales. Y por eso, seg¨²n el Ayuntamiento, se apost¨® por la solidaridad, tirando de recursos p¨²blicos. ¡°La cohesi¨®n social se consigue con el gasto p¨²blico¡±, sentencia Fraile, que rechaza que su Ayuntamiento haya sido el adalid de la privatizaci¨®n: ¡°Los servicios son p¨²blicos aunque los presten empresas privadas¡±, se defiende.

Fue en el periodo de m¨¢ximo esplendor del poder pol¨ªtico de G¨®mez, que hab¨ªa sido el alcalde m¨¢s votado de Espa?a con el 75% de los votos, cuando el Ayuntamiento de Parla acometi¨® obras y actividades que entonces despertaban la admiraci¨®n de otros municipios, pero que hoy son consideradas un despilfarro. Como comprar palmeras en Egipto, y tras secarse reponerlas con ejemplares de Elche (Alicante). O crear una brigada de polic¨ªa local montada, a semejanza de la canadiense, con seis caballos que acabaron por venderse a la Guardia Civil. Sin olvidarse de la piscina de agua salada con arena de playa que gracias a un generador de olas integrado permite cerrar los ojos y transportarse a cualquier lugar de la costa. ¡°No hay defensa posible para la gesti¨®n de los socialistas en todos estos a?os¡±, piensa Miguel ?ngel L¨®pez, portavoz del PP (11 concejales, como el PSOE). ¡°La ¨²nica salida que vemos en UPyD a este desprop¨®sito es la intervenci¨®n del Ayuntamiento¡±, afirma su representante, Juan Carlos Machuca.

La principal iniciativa de los socialistas parle?os fue la construcci¨®n del tranv¨ªa, una obra muy demandada por los nuevos barrios, especialmente por Parla Este. Las cifras conocidas recientemente ponen en duda el modo de financiarlo, que inicialmente ten¨ªa un coste de 90 millones, pero pronto se elev¨® a 130. Al final, el Ayuntamiento deber¨¢ pagar 253 millones de euros. El aumento lo justifica Fraile por el coste de los servicios financieros, es decir, por pagar la obra con un cr¨¦dito. Algo que en 2004 no era un problema para Parla que se encontraba en pleno auge de la construcci¨®n. Solo del denominado PAU-5 el Ayuntamiento ten¨ªa previsto ingresar 700 millones, que no han llegado por la crisis.

Con los presupuestos municipales hinchados por la previsi¨®n del dinero proveniente del ladrillo, Parla afront¨® en solitario la construcci¨®n de una infraestructura, el tranv¨ªa, que permiti¨® que G¨®mez fuera conocido en toda Espa?a. Una popularidad que contribuy¨® a que el PSM, en un momento de crisis, apostara por Tom¨¢s G¨®mez, un joven pol¨ªtico, que se ha afianzado como m¨¢ximo l¨ªder del partido. ¡°Parla tiene una deuda como tantos otros Ayuntamientos; el PP ha puesto su foco all¨ª porque es donde he pasado buena parte de mi vida pol¨ªtica¡±, dijo el viernes el secretario general socialista. Pero el tranv¨ªa ha terminado por suponer un quebradero de cabeza para el Consistorio, que ha reconocido que de los 221 millones de la deuda con los proveedores 51 son del tranv¨ªa. ¡°La falta de control y coordinaci¨®n en los gastos podr¨ªan suponer el 50% de la deuda total¡±, opina Antonio S¨¢nchez, de IU (cuatro concejales).

El batacazo de la construcci¨®n hizo que de lo esperado solo se recaudara una m¨ªnima parte. Una cifra que fue disminuyendo de forma exponencial conforme pasaban los a?os y el crash se agudizaba. Por eso, el Ayuntamiento de Parla se ha visto obligado a prescindir de empleados. Sesenta fueron echados sin indemnizaci¨®n. Ahora las sentencias dicen que los despidos fueron improcedentes. Los magistrados indican que el modelo que tendr¨ªa que haber elegido el Consistorio era el del expediente de regulaci¨®n de empleo (ERE). Un triste fin de fiesta.