El ¨²ltimo cartucho de Jorge Alarte
El castigo a la gesti¨®n del dirigente saliente visualiz¨® una coalici¨®n que ten¨ªa la mayor¨ªa
Con m¨¢s de un centenar de delegados que se hab¨ªan quedado sin candidato por no haber alcanzado los avales necesarios, el secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, quem¨® este s¨¢bado en su intervenci¨®n ante el plenario su ¨²ltimo cartucho. En una intervenci¨®n que sus afines calificaron de sincera y sus detractores de huida hacia adelante, Alarte apel¨® al voto de los delegados que minutos antes de abrirse las urnas a¨²n no hab¨ªan tomado una postura. Tampoco tuvo ning¨²n reparo a la hora de pedir el apoyo a los simpatizantes de Manuel Mata o Francesc Romeu, que a priori ya se hab¨ªan decantado por la candidatura de Ximo Puig.
La apelaci¨®n no tuvo mucho ¨¦xito. ¡°Suena a despedida¡±, comentaba una delegada af¨ªn a Romeu. Otro simpatizante del mismo sector lamentaba que Alarte distribuyera en su intervenci¨®n culpas en vez de asumirlas como m¨¢ximo responsable del partido desde 2008.
Lo ocurrido la madrugada del s¨¢bado condicion¨® lo dem¨¢s. El de los socialistas valencianos es un partido capaz de votar contra la gesti¨®n de la comisi¨®n de ¨¦tica, que no ha llegado a reunirse, o contra la comisi¨®n de revisi¨®n de cuentas. Tambi¨¦n es singular que miembros del comit¨¦ federal que han apoyado la pol¨ªtica de Alarte votaran contra la gesti¨®n del organismo del que formaban parte. Pero el objetivo era tumbar la gesti¨®n de la ejecutiva que ha encabezado Alarte. Tampoco importaba que algunos de los promotores del envite hubieran formado parte de ella.
Los 279 votos en contra, frente a 158 a favor y 46 abstenciones, eran fruto de una maniobra que ven¨ªa de largo y que pretend¨ªa despejar el camino de Ximo Puig sin que llegara a medirse con el secretario general. A su vez, Romeu aspiraba a ocupar el vac¨ªo que hubiera dejado la retirada de Alarte. El castigo a la gesti¨®n no consigui¨® que Alarte tirara la toalla pero visualiz¨® su desautorizaci¨®n y la configuraci¨®n de una coalici¨®n contraria a su relecci¨®n que dispon¨ªa de mayor¨ªa en el partido.
Eso llev¨® a Alarte a dejarse de rodeos en su discurso e ir al grano sobre lo que ocurr¨ªa en el congreso. Y, como es l¨®gico, en las filas de los afines a Puig no gustaron algunos pasajes de la intervenci¨®n de Alarte. ¡°Se pod¨ªa haber ahorrado que hay gente en el partido que ha criticado que se actuara con tanta dureza contra la corrupci¨®n¡±, comentaba uno.
¡°Lejos de hacer un discurso autocr¨ªtico, [Alarte] se empe?a en desgastar al contrario. Me hubiera gustado que sumara en vez de restar¡±, analizaba un seguidor de Puig. Seg¨²n este delegado, el discurso de Puig se hab¨ªa producido en clave de l¨ªder del PSPV.
Desde las filas alartistas se expres¨® malestar por que Puig mencionara a todos los que, seg¨²n ¨¦l, han luchado contra la corrupci¨®n, excepto a Alarte. ¡°Alarte ha optado por la sinceridad, con los riesgos que supone, mientras Puig ha hecho un discurso al estilo de Carme Chac¨®n, lleno de consignas¡±, dec¨ªa un delegado.
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