Emigrante a su pesar

En la jornada 22, y tras 21 victorias, cay¨® el Itxako, l¨ªder de la liga espa?ola de balonmano femenino. Nada apartar¨¢ al equipo de Estella del t¨ªtulo de Liga, pero Bego?a Fern¨¢ndez estaba fastidiada por el tropiezo. En la treintena, mejor jugadora del Europeo en diciembre de 2008, varias veces campeona en Espa?a y 140 veces internacional, esta gallega de Porri?o digiere a duras penas la derrota. Se?al de que le queda cuerda. ¡°Quer¨ªamos acabar el campeonato invictas¡±, se lamenta.

Ella se pelea con todo, con la morri?a, que siempre le marca el camino de casa desde que a los 18 a?os hizo la maleta para irse a Valencia. All¨ª se top¨® de bruces con la ¨¦lite y el profesionalismo. ¡°Jugaba con mis amigas en plan echar unas risas y llegu¨¦ all¨ª. El primer a?o fue mal¨ªsimo. Estaba en el mejor equipo, con las mejores jugadoras, gente de car¨¢cter. Fue una de esas experiencias que ayudan a ser fuerte psicol¨®gicamente¡±. Quiz¨¢s con menos a?os las decisiones se maduran menos. Ahora Bego?a Fern¨¢ndez barrunta por donde ir¨¢ su futuro, esos tres a?os que, cree, le quedan al m¨¢s alto nivel. Y competir en ese list¨®n supone salir de Espa?a porque para el Itxako, referencia en las ¨²ltimas temporadas, se avecinan tiempos duros. El dinero est¨¢ fuera, tambi¨¦n el reconocimiento. Y en balonmano femenino la meca es Escandinavia, Alemania o Eslovenia, desde donde el Krim de Ljubjlana ha hecho una oferta a la pivote de la selecci¨®n espa?ola. ¡°Lo estoy meditando, pero casi seguro tendr¨¦ que irme. Muy a mi pesar¡±, concede.

El reconocimiento y el dinero est¨¢n fuera. La meca es Eslovenia o Alemania

La bella Ljubljana es un buen sitio para jugar al balonmano, para sentirse valorada. ¡°Aqu¨ª tenemos una enfermedad muy grave con el tema del f¨²tbol, una obsesi¨®n. No salimos de ese cuadril¨¢teros y es complicado luchar contra ello¡±, diagnostica Fern¨¢ndez, dolida por esos programas de televisi¨®n monotem¨¢ticos, por el rumor de que desde los despachos se valora echar el cierre a Teledeporte, el canal p¨²blico de televisi¨®n que da vuelo a otras modalidades. O lo intenta. Hace un a?o el Itxako jug¨® el partido de vuelta de la final de la Liga de Campeones en Pamplona ante el Larvik noruego, el mejor equipo del mundo. Se televis¨® en diferido. ¡°Es todo la pescadilla que se muerde la cola. Se podr¨ªa invertir en cuestiones de m¨¢rketing y promoci¨®n, pero el dinero no llega porque ahora adem¨¢s las instituciones y empresas no lo tienen. La situaci¨®n es insostenible en Espa?a¡±, alerta Bego?a Fern¨¢ndez. Que su equipo haya ganado 21 partidos de Liga consecutivos y considerara factible acabar la competici¨®n invicto ilustra que hay un descenso en el nivel de ¨¦sta. Llegan tiempos de involuci¨®n, estima. ¡°Me apena por las nuevas generaciones. Yo he sido profesional del balonmano desde los 18 a?os, no me da para retirarme, pero s¨ª para vivir todo este tiempo. Ahora vamos hacia una situaci¨®n similar a la de hace dos d¨¦cadas, porque se volver¨¢ a jugar y compaginar un trabajo y si ¨¦ste te exige dejar el deporte tendr¨¢s que hacerlo¡±.

Quiere ser ol¨ªmpica. En 2004 estuvo a punto, pero se destroz¨® la rodilla

Pero al final queda la ilusi¨®n, motor que impide que la rueda del deporte deje de girar. ¡°Y que no se pierda, que las ni?as sigan disfrutando y form¨¢ndose¡±, pide Bego?a Fern¨¢ndez, que mantiene sus propios anhelos. Quiere ser ol¨ªmpica. En 2004 ya estaba en la ¨®rbita de la selecci¨®n, pero se destroz¨® una rodilla. ¡°Siempre me qued¨® la duda de si hubiera ido a Atenas, pero tras los Juegos hubo un cambio generacional en el equipo y al recuperarme me hice as¨ªdua en las convocatorias¡±. Pek¨ªn pas¨® de largo al no conseguir la clasificaci¨®n, pero ahora tras un subcampeonato de Europa y una medalla de bronce en el ¨²ltimo Mundial, estar en Londres es casi una exigencia. Con estaci¨®n previa: un preol¨ªmpico en el que se competir¨¢ por dos plazas contra Argentina, Holanda y Croacia. Los Juegos, dormir en la Villa Ol¨ªmpica, vivir ese ambiente, competir por un metal, le dejar¨ªa a Bego?a Fern¨¢ndez la sensaci¨®n de que todo ha merecido la pena, la insistencia ante su madre para que le dejara participar de ¡°aquel deporte tan bruto¡± al que jugaban sus primos, o el sacrificio del desarraigo, tiene una recompensa. Ah¨ª est¨¢ para pelearse con todas por lograrlo, desde la l¨ªnea de seis metros,en la posici¨®n m¨¢s dura del balonmano, pero en la que m¨¢s disfruta.