Otra alternativa
Decir no a la intervenci¨®n no tiene por qu¨¦ suponer decir s¨ª a los Presupuestos dados a conocer en detalle esta semana
Es imposible no estar de acuerdo con el presidente del Gobierno cuando afirma que la alternativa de la intervenci¨®n del pa¨ªs es "infinitamente peor" que la que representan los Presupuestos Generales del Estado aprobados el viernes de la semana pasada en Consejo de Ministros y presentados en el Congreso de los Diputados el martes de esta. La intervenci¨®n del pa¨ªs no es una alternativa. Es la renuncia a tener una alternativa propia. Y hay una gran diferencia entre tener una alternativa propia, aunque est¨¦ muy condicionada desde fuera, que carecer por completo de ella. En este mensaje el presidente del Gobierno tiene toda la raz¨®n.
Ahora bien, que la intervenci¨®n no sea una alternativa, no quiere decir que los Presupuestos Generales del Estado presentados por el Gobierno sean la ¨²nica alternativa. Decir no a la intervenci¨®n no tiene por qu¨¦ suponer decir s¨ª a los Presupuestos dados a conocer en detalle esta semana, como ha venido a decir Mariano Rajoy en Antequera el mi¨¦rcoles. La propuesta del PP es una alternativa, pero no es la ¨²nica.
Ciertamente la alternativa del PP dispone de una mayor¨ªa absoluta en las Cortes Generales y, en consecuencia, puede ser aprobada tal cual ha sido presentada, de la misma manera que fue convalidado en el Congreso de los Diputados el real decreto ley mediante el que se instrument¨® la reforma laboral.
El Gobierno puede hacer uso de esta opci¨®n y no tomar en consideraci¨®n ninguna de las alternativas que puedan formularse en la tramitaci¨®n parlamentaria de dichos Presupuestos. Jur¨ªdicamente no se le podr¨ªa hacer ning¨²n reproche.
Ser¨ªa imprudente que lo hiciera. Si algo deben haberle ense?ado estos primeros 100 d¨ªas de gobierno al PP es que la mayor¨ªa parlamentaria es condici¨®n necesaria pero no suficiente para generar confianza en la acci¨®n de Gobierno. Ni dentro ni fuera. Ah¨ª est¨¢n los resultados electorales de Asturias y Andaluc¨ªa y el desarrollo de la huelga general y de las manifestaciones en pr¨¢cticamente todo el pa¨ªs contra la reforma laboral. Y ah¨ª est¨¢ el aumento de la prima de riesgo, la dificultad de colocar la emisi¨®n de deuda o la ca¨ªda de la Bolsa.
La alternativa a la intervenci¨®n tiene que ser apoyada, si no un¨¢nimemente, s¨ª de manera muy mayoritaria por el conjunto del pa¨ªs. Ning¨²n partido pol¨ªtico, por mucha que sea su mayor¨ªa parlamentaria, puede imponerla. Y menos en un pa¨ªs pol¨ªticamente descentralizado.
Adem¨¢s de los partidos pol¨ªticos y sindicatos y organizaciones empresariales, es preciso que las comunidades aut¨®nomas en cuanto tales participen en la definici¨®n de la alternativa y en la distribuci¨®n de los costes de la misma. En una situaci¨®n tan l¨ªmite como la que estamos la alternativa tiene que ser percibida como equitativa. De lo contrario, fracasar¨¢.
En una propuesta en esta direcci¨®n es en la que, en mi opini¨®n, tienen que empezar a trabajar las direcciones del PSOE e IU en Andaluc¨ªa. Andaluc¨ªa tiene que renovar la propuesta que ya hizo Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n en la pasada legislatura de la convocatoria de una Conferencia de Presidentes para debatir c¨®mo se hace el ajuste entre todos para evitar la intervenci¨®n. PSOE e IU deben pactar entre ellos cu¨¢l ser¨ªa la propuesta de Andaluc¨ªa y despu¨¦s formalizarla.
El Senado ser¨ªa el ¨®rgano constitucional a trav¨¦s del cual se deber¨ªa canalizar la operaci¨®n de que todas las comunidades aut¨®nomas participaran y se corresponsabilizaran en condiciones de igualdad en la definici¨®n de una alternativa para evitar la intervenci¨®n. Puesto que el Senado no puede hacer esta operaci¨®n, hay que buscar otro instrumento. La Conferencia de Presidentes parece el m¨¢s apropiado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.