El Gobierno se inclina por aumentar la jornada laboral de sus trabajadores

El aumento de la jornada laboral de los funcionarios y empleados del sector p¨²blico a 37,5 horas semanales se aplicar¨¢ en Euskadi y afectar¨¢ a los m¨¢s de 65.000 trabajadores que dependen del Gobierno aut¨®nomo. El Ejecutivo de Vitoria est¨¢ estudiando esta medida de ahorro que recogen los Presupuestos Generales del Estado, pero reconoce que ¡°hay pocas dudas¡± al respecto.

Las fuentes consultadas sostienen que esta medida tiene rango de normativa b¨¢sica y, por tanto, es de obligado cumplimiento para todas las Adminisraciones auton¨®micas como fue hace meses, por ejemplo, el decreto que oblig¨® a suspender las aportaciones a los planes de pensiones y otras contingencias de los trabajadores p¨²blicos. El Gabinete de Patxi L¨®pez recurri¨® esta disposici¨®n ante los tribunales, pero la est¨¢ aplicando.

Algo similar va a ocurrir, en principio, con el incremento de la jornada laboral, ya que lo contrario, subrayan las mismas fuentes, ser¨ªan ¡°caer en la insumisi¨®n¡±. Los Presupuestos fijan esta medida no s¨®lo a los funcionaios, sino tambi¨¦n a todos los empleados de organismos aut¨®nomos y empresas, consorcios, entes, fundaciones y universidades p¨²blicas, aunque sus convenios digan lo contrario. ¡°Queda suspendida la eficacia de las previsiones en materia de jornada y horario contenidas en los acuerdos, pactos y convenios vigentes¡±, tal y como sentencia el proyecto de ley.

65.000 funcionarios y empleados pasar¨ªan a trabajar 37,5 horas semanales

En el caso del Gobierno vasco, afectar¨¢ a m¨¢s de 65.000 trabajadores que ven¨ªan disfrutando desde hace una d¨¦cada de una jornada semanal de 35 horas. Funcionarios y empleados de la Administraci¨®n General, profesores de centros p¨²blicos, trabajadores de Osakidetza y Lanbide o ertzainas trabajar¨¢n cuando entre en vigor la ley 37,5 horas.

La aplicaci¨®n de esta medida no tendr¨¢ los mismos efectos en una u otra ¨¢rea del sector p¨²blico debido a sus diferentes estructuras organizativas y necesidades. Las consecuencias no ser¨¢n las mismas en Osakidetza, donde muchos empleados trabajan en tres turnos y exigir¨¢, por tanto, una reorganizaci¨®n importante, que en las personas encuadradas en los distintos departamentos de la Administraci¨®n General.

El Ejecutivo aut¨®nomo podr¨¢ ahorrar, ya que tendr¨¢ que contratar a menos interinos o sustituciones para mantener las plantillas de Osakidetza o pagar menos horas extraordinarias a los ertzainas, pero deber¨¢ prescindir de algunos trabajadores, lo que contribuir¨¢ a aumentar el n¨²mero de desempleados.

El Gobierno vasco est¨¢ estudiando los efectos de la disposici¨®n incluida en los Presupuestos del Estado, pero casi nulas posibilidades de eludir su puesta en pr¨¢ctica en Euskadi. Su entrada en vigor no ser¨ªa efectiva hasta que se aprueben los Presupuestos, si bien la necesidad de reorganizaci¨®n citada obligar¨¢ al Ejecutivo de Vitoria a preparar el terreno para que su aplicaci¨®n sea eficaz.

Los sindicatos ya adelantan su oposici¨®n frontal si la medida termina materializ¨¢ndose. La central nacionalista, por ejemplo, sostiene que ¡°no va a aceptar que ninguna instituci¨®n diga que no est¨¢ de acuerdo con los recortes y, a su vez, los aplique aludiendo a que son cuestiones de competencia b¨¢sica¡±.