El obispo Iceta tambi¨¦n reclama el esclarecimiento de los hechos
Bajo el peso de la honda y serena tristeza de una multitud formada por familiares y amigos de I?igo Cabacas, la iglesia del Corpus Christi de Bilbao acogi¨® en la tarde de ayer el funeral por el joven fallecido el pasado lunes, oficiado a petici¨®n del Obispo de Bilbao, Mario Iceta, por ?ngel Mari Unzueta, vicario general de la di¨®cesis bilba¨ªna. Unzueta inici¨® el acto religioso con la lectura de una nota del propio Iceta, quien se uni¨® al deseo de quienes solicitan el esclarecimiento de los hechos que causaron la muerte de Cabacas y ¡°la asunci¨®n de las responsabilidades pertinentes¡±. Iceta se?al¨® que ¡°el relato veraz y la aplicaci¨®n de la justicia pueden ofrecer consuelo, aunque de ninguna manera compensen la p¨¦rdida de una vida humana, siempre irreparable¡±. El obispo pidi¨® tambi¨¦n que ¡°sucesos tan lamentables¡± como este ayuden a extraer las consecuencias ¡°para que no se vuelvan a repetir¡±.
Con la iglesia, situada muy cerca del lugar donde el seguidor rojiblanco perdi¨® la vida, abarrotada y la calle Licenciado Poza atestada de gente, Unzueta dio la palabra a dos amigos del joven, Iv¨¢n y Koldo, que leyeron sendos poemas escritos por el propio I?igo ¡°cuando era peque?o¡±. Los versos estaban dedicados a su madre, Fina, y su padre, Manuel, que se abrazaron emocionados a los amigos de su hijo cuando finaliz¨® la lectura de los textos. Entre los asistentes al oficio, algunos de ellos vestidos con camisetas del Athletic que luc¨ªan crespones negros y con ramos de flores rojas y blancas, hab¨ªa algunos jugadores bilba¨ªnos como Carlos Gurpegui y Aitor Ocio o el legendario portero Jos¨¦ Angel Iribar. En representaci¨®n del club rojiblanco acudieron dos miembros de su junta directiva, Javier Aldaz¨¢bal y Ram¨®n Alkorta. Un largo aplauso puso fin al funeral, si bien fueron muchas las personas que permanecieron frente a la entrada de la iglesia en absoluto silencio hasta que los padres de I?igo abandonaron el lugar. El bar que regenta el padre de I?igo, ubicado frente al Corpus, luc¨ªa en su persiana dos cartas de allegados a I?igo. Una de ellas recordaba el car¨¢cter ¡°dulce¡± del joven y que exig¨ªa justicia para ¨¦l.
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