El fruto de una amistad barroca
Los Venerables reunir¨¢ 18 obras de Murillo que atesor¨® Justino de Neve
La plata de Indias est¨¢ detr¨¢s de casi todas las grandes obras del Barroco en Sevilla. Las familias que controlaban las riquezas que llegaban a la ciudad en galeones en los siglos XVI y XVII fueron los grandes mecenas de la ¨¦poca, los que forjaron un patrimonio de cuyos r¨¦ditos vive a¨²n la ciudad.
?El can¨®nigo sevillano Justino de Neve (1625-1685), miembro de una adinerada familia de comerciantes procedente de Flandes, dedic¨® su hacienda y empe?o a convertir la ciudad en un gran escaparate barroco en cuyo centro brillaba la figura de su amigo, el pintor Bartolom¨¦ Esteban Murillo (Sevilla, 1617-1682). Fruto de esa amistad y de su indiscutible calidad, el pintor recibi¨® importantes encargos, obras que est¨¢n ahora dispersas por el mundo y que volver¨¢n a reunirse en la muestra Murillo y Justino de Neve. El arte de la amistad, una coproducci¨®n del Museo del Prado, la Fundaci¨®n Focus-Abengoa y la Dulwich Picture Gallery de Londres. La exposici¨®n, que se inaugurar¨¢ el 26 de junio en Madrid, podr¨¢ verse en el Hospital de los Venerables de Sevilla del 11 de octubre al 20 de enero y llegar¨¢ a Londres en febrero de 2013.
La muestra, que se inaugurar¨¢ en El Prado, podr¨¢ verse tambi¨¦n en Sevilla y Londres
"Pintor y mecenas se conocieron a mediados del siglo XVII en la Catedral de Sevilla y cultivaron una amistad que dur¨® hasta la muerte del pintor, quien nombr¨® al can¨®nigo albacea de su testamento. Siempre se ha sabido que existi¨® una relaci¨®n especial entre ambos, pero el estudio de los archivos sevillanos para este proyecto ha dado m¨¢s de s¨ª", explic¨® el jueves en Sevilla Gabriele Finaldi, director adjunto de Conservaci¨®n e Investigaci¨®n del Museo del Prado y comisario de la muestra.
El proyecto, una idea de Finaldi, re¨²ne 18 obras de madurez del artista realizadas por encargo de De Neve para la Iglesia de Santa Mar¨ªa la Blanca, la Catedral de Sevilla, el Hospital de los Venerables Sacerdotes ¡ªun edificio fundado y financiado por De Neve que actualmente es sede de la Fundaci¨®n Focus-Abengoa¡ª y la propia colecci¨®n particular del can¨®nigo que lleg¨® a tener 160 obras, de las cuales 18 eran de Murillo. "Tenemos la sospecha de que hab¨ªa algunos m¨¢s de Murillo, entre ellos un retrato que podr¨ªa ser el autorretrato que est¨¢ en una colecci¨®n privada en Estados Unidos", afirmaba ayer Finaldi, en la misma iglesia de los Venerables a la que Justino de Neve leg¨® algunas de sus mejores obras como la llamada Inmaculada Soult, un majestuoso lienzo que estaba en uno de los altares laterales de la iglesia con un marco del escultor Bernardo Sim¨®n de Pineda y que volver¨¢ a su sitio durante la muestra. Este lienzo es uno de los muchos que el Mariscal Soult rob¨® cuando las tropas napole¨®nicas tomaron la ciudad a principios del XIX. El cuadro se sum¨® a las colecciones del Museo del Louvre y, en 1941, gracias a un acuerdo de Estado, Espa?a lo recuper¨® pero se qued¨® en el Museo del Prado, donde se conserva actualmente.
Son pinturas de madurez realizadas por encargo del can¨®nigo y amigo
Otra de las piezas que volver¨¢ a casa ser¨¢ La Virgen y el Ni?o distribuyendo pan a los sacerdotes, una obra que Murillo pint¨® expresamente para los Venerables y que est¨¢ en el Museo de Bellas Artes de Budapest. Las pinturas llegar¨¢n tambi¨¦n de la National Gallery de Londres, de la Dulwich Gallery, del Museo de Bellas Artes de Houston y de la National Gallery de Escocia. Tan solo dos de las obras seleccionadas para la muestra permanecen actualmente en Sevilla: El bautismo de Cristo, que normalmente ocupa el lugar para el que fue creado en la capilla de San Antonio de la catedral ¡ªaunque ahora est¨¢ en el Prado donde ha sido restaurado¡ª y La cena, de Santa Mar¨ªa La Blanca, templo que actualmente est¨¢ en restauraci¨®n.
Sin embargo, la ciudad conserva unas 70 obras de Murillo, much¨ªsimas m¨¢s que de su otro genio del pincel: Vel¨¢zquez, de quien solo quedan tres.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.