Botella promete un plan para El Gallinero pero evita marcarse plazos
La alcaldesa anuncia que se mantendr¨¢n reuniones peri¨®dicas con la Comunidad de Madrid
Ana Botella es una rara avis pol¨ªtica. Frente al don de la teatralidad que despliega ante las c¨¢maras la presidenta regional, Esperanza Aguirre, y que en ocasiones parece emular la nueva delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes (que, por ejemplo, decidi¨® visitar la Ca?ada Real en un helic¨®ptero policial), la alcaldesa de Madrid huye como la peste de cualquier gesto que interprete como populista. Eso, mezclado con cierto repel¨²s por los medios de comunicaci¨®n, conduce en ocasiones a situaciones poco habituales en la escena pol¨ªtica madrile?a. Por ejemplo, que la regidora informe de una visita de trabajo al poblado chabolista de El Gallinero, ¡°la zona m¨¢s degradada en la zona m¨¢s degradada de Madrid¡±, al d¨ªa siguiente de producirse.
Botella, de punta en blanco en el escenario solemne y magnificente del Palacio de Cibeles, ha explicado hoy en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno local su visita de ayer al infierno de pobreza de El Gallinero, adonde prefiri¨® acudir sin periodistas. La alcaldesa volvi¨® a demostrar as¨ª su estilo de gesti¨®n: directa, muy cercana a los ciudadanos y a aquellos que se encargan de resolver sus problemas, pero al mismo tiempo propensa a tratar a los medios m¨¢s como una traba que como un m¨¦todo para comunicarse al por mayor con la ciudadan¨ªa.
La visita, en cualquier caso, no tuvo mayor trascendencia operativa, a tenor de lo explicado esta ma?ana por la alcaldesa. Botella se ha limitado a anunciar que, como se ha hecho en el caso de la Ca?ada Real, se establecer¨¢ un calendario de reuniones peri¨®dicas con la Comunidad de Madrid ¡°para desmantelar el poblado y dar as¨ª una salida a las familias que viven all¨ª¡±. ¡°Es un proceso largo y no lo vamos a conseguir en cuatro d¨ªas; no nos hemos marcado plazos¡±, ha precisado.
El Gobierno local (que ostenta el PP con mayor¨ªa absoluta) rechaz¨® hace dos semanas en el Pleno municipal la propuesta conjunta de la oposici¨®n para elaborar un plan integral de actuaci¨®n en el poblado chabolista. Esta medida, impulsada por el Partido Socialista con el respaldo de Izquierda Unida Uni¨®n, Progreso y Democracia (cinco), buscaba ¡°asegurar la habitabilidad¡± del poblado y reforzar la inserci¨®n social para, ¡°a medio plazo¡±, lograr la integraci¨®n de sus habitantes. La delegada de Asuntos Sociales, Dolores Navarro, replic¨® que ¡°se est¨¢ haciendo m¨¢s de lo posible¡±, pero zanj¨®: ¡°No lo arreglemos todo con planes¡±.
En el asentamiento viven 428 personas (234, menores de edad), seg¨²n la oposici¨®n, que denuncia la falta de coordinaci¨®n entre los servicios municipales, el IRIS (Instituto de Realojamiento e Integraci¨®n Social, dependiente del Gobierno regional) y la veintena de ONG que trajaban en la zona. Botella ha se?alado hoy que, en contra de lo que vot¨® el PP en el Pleno, s¨ª se est¨¢ ¡°dise?ando un plan¡± para afinar la labor del ¡°n¨²mero importante de personas que est¨¢n trabajando all¨ª¡±. Y ha avanzado que el primer paso ser¨¢ ¡°marcar unas familias con las que se considere que se puede trabajar de una manera especial¡± para incorporarlas a los programas de integraci¨®n ya en marcha.
Botella ha transmitido adem¨¢s sus impresiones personales sobre la visita: ¡°Yo ayer pens¨¦ que algunas de las cosas que hacemos a veces tienen efectos positivos. Estuvimos hablando con las familias, y los ni?os que hab¨ªa all¨ª eran minor¨ªa porque un 70% ya est¨¢n escolarizados. Probablemente la preocupaci¨®n principal de esas personas es sobrevivir cada d¨ªa. Pero creo, y lo manifiestan de alguna forma, que est¨¢n mejor que en sus pa¨ªses de origen pese a estar viviendo en esas condiciones, porque tienen sanidad y educaci¨®n para sus hijos¡±.
El pasado mes de junio, cuando Botella era a¨²n concejal de Medio Ambiente y Movilidad, el Ayuntamiento limpi¨® de basura el poblado chabolista, tal y como se hab¨ªa comprometido a hacer un a?o y medio antes. La ahora alcaldesa puso el ¨¦nfasis en la necesidad de que los habitantes de la zona mantuvieran cierto grado de limpieza despu¨¦s de esa operaci¨®n especial, que permiti¨® retirar toneladas de porquer¨ªa en la que prosperaban ratas y dem¨¢s alima?as. Hoy, tras defender su actuaci¨®n (¡°lo hicimos sin obligaci¨®n porque creemos en la dignidad del ser humano¡±, ha dicho; esa descarga de responsabilidad se sustenta en que el terreno sobre el que se asienta el poblado es privado), se ha mostrado satisfecha porque los pobladores ¡°est¨¢n manteniendo¡± el compromiso de limpieza.
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