El miedo a que la elecci¨®n de Trump frustre la lucha contra el VIH asoma en ?frica
Los fondos estadounidenses son indispensables para prevenir y tratar la enfermedad en el continente desde hace 20 a?os. Ahora, con el nuevo presidente, millones de pacientes temen sufrir las consecuencias de los recortes ya insinuados por los republicanos
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Durante meses, el ugand¨¦s Francis Okello (nombre ficticio) sol¨ªa ir al hospital cada d¨ªa. Sin embargo, su perseverancia no sirvi¨® de nada. Los m¨¦dicos le explicaban que las pastillas contra el VIH, los antirretrovirales que evitan que ese virus contin¨²e extendi¨¦ndose y permiten a las personas seropositivas tener una vida saludable, todav¨ªa no hab¨ªan llegado. Estaban agotadas. Y el nerviosismo de Okello no paraba de crecer porque sab¨ªa que aquello era una carrera contrarreloj. ¡°Estaba obsesionado¡±, dice este hombre, en una conversaci¨®n telef¨®nica con este diario. ¡°Era como si pudiese ver a trav¨¦s de mi piel c¨®mo el virus avanzaba sin parar¡±.
La pesadilla de la que habla Okello, de 33 a?os en este momento, ocurri¨® en 2018, en un barrio humilde del norte de Kampala, la capital de Uganda. Los antirretrovirales que recib¨ªan los hospitales p¨²blicos de esa zona estaban financiados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Donald Trump era presidente de Estados Unidos y amenaz¨® y previ¨® en varias ocasiones recortes para estos programas. No llegaron a concretarse debido a que el Congreso los bloque¨®, pero la llegada de los medicamentos se torn¨® mucho m¨¢s imprevisible e inestable. ¡°En mi hospital no siempre tienen medicamentos disponibles, pero durante el mandato de Trump, esas carencias se hicieron m¨¢s largas de lo normal¡±, asegura.
La reelecci¨®n de Trump ha despertado en el este de ?frica los temores de que ese escenario se repita. O de que empiece uno a¨²n peor. Porque el dinero estadounidense ha sido clave para aminorar la expansi¨®n del VIH en esta regi¨®n del mundo. Pese a una explosi¨®n demogr¨¢fica, la prevalencia de este virus en Uganda ha bajado desde el 18¨C30 % en la d¨¦cada de los noventa hasta el 5,1 % en 2023, seg¨²n la ONU. En 2015, durante la presidencia de Barack Obama, los fondos de Washington permitieron que 742.000 del alrededor de 1,2 millones ugandeses seropositivos en ese momento recibiesen pastillas contra el VIH. Seg¨²n cifras oficiales estadounidenses de julio de este a?o, 990.000 ugandeses seropositivos reciben tratamiento antirretroviral gracias a la asistencia de Washington.
Cada vez existen menos fondos para parar el VIH. Y eso es un problema. Debemos orientar nuestros esfuerzos a programas que funcionen a largo plazo sin depender de otrosLeonora Obara, ONG Mujeres luchando contra el VIH/SIDA, de Kenia
En Kenia, EE UU calcula haber usado m¨¢s de 8.000 millones de d¨®lares para luchar contra el VIH/SIDA desde 2003. En la actualidad, cerca de 1,3 millones de kenianos dependen del PEPFAR para obtener sus medicamentos antirretrovirales y los recortes presupuestarios los ponen en la cuerda floja.
Seg¨²n sus propios datos, el PEPFAR ha salvado en 20 a?os 25 millones de vidas en 50 pa¨ªses y ha prevenido millones de infecciones en todo el mundo. En 2022, m¨¢s de 20 millones de personas disfrutaban de un tratamiento retroviral gracias a este programa, a trav¨¦s del cual Estados Unidos ha invertido un total de 110.000 millones de d¨®lares en la lucha contra esta dolencia. En estas cifras, destaca tambi¨¦n otro gran logro: 5,5 millones de ni?os nacieron libres de la enfermedad en todo el mundo en estos a?os.
El PEPFAR contaba en 2017 con un presupuesto de 6.000 millones de d¨®lares. Pero al llegar a la presidencia, Trump propuso recortes de 1.000 millones de d¨®lares. Esto preocup¨® a muchos expertos, que llegaron a advertir de que ¨²nicamente en Sud¨¢frica y en Costa de Marfil sus recortes podr¨ªan traducirse en la muerte de 1,8 millones personas en una d¨¦cada. Si en el ¨²ltimo mandato de Trump, el Congreso logr¨® detener estos recortes, ahora, las reducciones de fondos del PEPFAR pueden volver de nuevo a la agenda y la mayor¨ªa conservadora tiene c¨®mo allanar el camino para concretarlas. Ya el a?o pasado, los legisladores republicanos, entonces en la oposici¨®n, intentaron bloquear el PEPFAR argumentando que impulsaba los abortos. El programa fue extendido hasta marzo y a partir de entonces, el Gobierno de Trump tendr¨¢ que decidir sobre el futuro del programa.
En la actualidad, cerca de 1,3 millones de kenianos dependen del PEPFAR para obtener sus medicamentos antirretrovirales y los recortes presupuestarios los ponen en la cuerda floja.
La alarma ha llegado a los despachos de la agencia de salud p¨²blica de la Uni¨®n Africana (UA), los Centros para el Control y la Prevenci¨®n de Enfermedades de ?frica (?frica CDC), que ha pedido a EE. UU. que mantenga sus promesas. Para su director general, Jean Kaseya, el incumplimiento de esos compromisos da?ar¨¢ la ¡°confianza¡± de ?frica en Washington. ¡°Estoy dispuesto a volar en cualquier momento a EE UU para dialogar con la Administraci¨®n de Donald Trump sobre las prioridades de ?frica¡±, dijo en una rueda de prensa en Ad¨ªs Abeba el pasado 7 de noviembre.
La peligrosa dependencia
En Kayole, un barrio humilde del este de Nairobi, Leonora Obara asegura no haber observado una reducci¨®n de la llegada de antirretrovirales durante el ¨²ltimo mandato de Trump, pero admite que la dependencia de su pa¨ªs del dinero extranjero es peligrosa. ¡°Cada vez existen menos fondos para parar el VIH. Y eso es un problema. Debemos orientar nuestros esfuerzos a programas que funcionen a largo plazo sin depender de otros. Pero esa no es la prioridad de todo el mundo¡±, dice Obara, coordinadora de programas de la ONG Mujeres luchando contra el VIH/SIDA en Kenia (WOFAK, por sus siglas en ingl¨¦s). ¡°En ocasiones, muchas personas no toman antirretrovirales porque temen el estigma. O recorren muchos kil¨®metros para pedir estos medicamentos en hospitales lejos de sus comunidades, donde nadie les puede reconocer¡±, asegura Obara.
¡°Otras veces ¨Ca?ade la activista¨C, el problema es el hambre. Los antirretrovirales son unos medicamentos fuertes. Si no los tomas con el est¨®mago lleno, te dejan sin energ¨ªa¡±. Por eso, para Obara el VIH no es solo un problema m¨¦dico. ¡°Tambi¨¦n es un problema social¡±, asegura.

La elecci¨®n de Trump ¡°es una oportunidad para que ?frica cree soluciones locales que satisfagan las necesidades de ?frica¡±, escribi¨® en un art¨ªculo de opini¨®n un responsable de los ?frica CDC, Joe Wangendo. ¡°Adoptando la innovaci¨®n y fortaleciendo la coordinaci¨®n regional, ?frica puede reducir la dependencia de la financiaci¨®n externa y construir sistemas sanitarios sostenibles. No se trata de abandonar a nuestros socios, sino de complementarlos con estrategias locales¡±, consider¨®. Para este experto, solo existe una alternativa: ¡°unidad, innovaci¨®n y autosuficiencia¡± para construir un continente ¡°m¨¢s saludable y fuerte¡±.
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