CiU pisa la alfombra roja

Todav¨ªa no brilla el sol y en la central de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya (CDC), en la calle de C¨°rsega de Barcelona, Francesc Homs, coordinador del programa electoral,?medita en su despacho y David Mad¨ª habla por tel¨¦fono en el suyo. Una c¨¢mara sigue todos sus movimientos desde un edificio contiguo. Es noviembre de 2010 y se acercan d¨ªas de actividad fren¨¦tica en la central de los nacionalistas: falta menos de un mes para las elecciones auton¨®micas que llevar¨¢n al entonces candidato de CiU, Artur Mas, a la presidencia de la Generalitat. La productora Cromosoma sigui¨® los movimientos de la campa?a de Mas, con un protagonismo especial para el jefe de campa?a, David Mad¨ª. El resultado, Cr¨°nica d'una campanya, documental dirigido por Ibon Olaskoaba, se podr¨¢ ver desde este viernes en dos salas de Barcelona, Alexandra y Cinemes Girona.?CiU pis¨® el jueves por la noche la alfombra roja, con Mad¨ª y Mas como estrellas, para poner de largo la cinta.

Mad¨ª es el protagonista absoluto del largometraje documental y da buena muestra de por qu¨¦ le gusta equipararse al general Patton. El jefe de campa?a dirige con brazo f¨¦rreo a su tropa: exige an¨¢lisis minuciosos de los argumentos de Jos¨¦ Montilla, pide la "maquinaria a tope" para llenar el Palau Sant Jordi, controla al segundo todo lo que pasa en la campa?a, con el m¨®vil en una mano y un cigarrillo en la otra (en la sede de CDC, en TV-3..., donde nadie puede fumar, Mad¨ª se lleva el pitillo a la boca).?

El documental pretende internarse en los entresijos de la campa?a, pero a menudo se queda m¨¢s en el artificio que en la cocina. Una imagen, al principio de la cinta, lo ejemplifica. En una sala de CDC est¨¢n reunidos Mas, Mad¨ª, y Homs, candidato, jefe de campa?a y coordinador de programa, las tres personas que mueven los hilos argumentales de Converg¨¨ncia. La c¨¢mara sigue al jefe de prensa de Mas, Joan Maria Piqu¨¦, quien se lleva un sutil portazo al intentar entrar en la sala. Lejos de registrar el encuentro interno, la c¨¢mara se centra en la mueca de Piqu¨¦ y su espera.

Las im¨¢genes del d¨ªa a d¨ªa de la campa?a se intercalan con cortes radiof¨®nicos que ponen al espectador en contexto. Aunque falta cocina -hay pocas visitas al comit¨¦ de campa?a, solo equilibradas con una buena muestra de c¨®mo se prepara un debate electoral-, abundan las curiosidades. Hay un prol¨ªfico seguimiento de la caravana period¨ªstica. Se puede apreciar, por ejemplo, el conocido?s¨ªndrome de Estocolmo que sufren algunos profesionales, que no es otra cosa que el embelesamiento con el candidato en el transcurso de la campa?a.?

El debate en TV-3, el fallido cara a cara entre Mas y el candidato socialista, Jos¨¦ Montilla, y la noche electoral copan el ranking de an¨¦cdotas. La audiencia que asisti¨® al preestreno ri¨® de lo lindo viendo c¨®mo Joan Herrera, candidato ecosocialista, manten¨ªa que el ¨²nico capaz de aguantar el fr¨ªo de un plat¨® de TV-3 era el republicano Joan Puigcerc¨®s, m¨¢s corpulento, o c¨®mo Mad¨ª, refiri¨¦ndose a la afici¨®n del periodista Josep Cun¨ª a refrigerar a sus invitados, sentenciaba: "Es un animal".?

Homs tambi¨¦n protagoniza escenas simp¨¢ticas; por ejemplo, cuando empieza a fingir espasmos para definir "la ¨²ltima" del tripartito. Al actual portavoz tambi¨¦n se le ve jugando al f¨²tbol con una pelota peque?a con sus colaboradores y perdiendo los nervios con un mando de televisi¨®n la noche electoral. "Si hay consejer¨ªa de telecomunicaciones, no ser¨¢ para Quico", le espeta jocoso el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida. Jordi Pujol tambi¨¦n arranc¨® aplausos. Sobre todo cuando en el momento m¨¢s tenso de la noche electoral, cuando CiU se lo jugaba el todo por el todo, analizaba minuciosamente por el contenido del catering. Mas queda como un excelente secundario: pocas veces se le ve en escenas que no sean familiares ya para el espectador.

Cr¨°nica d'una campanya muestra el esfuerzo que suponen los 15 d¨ªas previos a unas elecciones. Ense?a la parte m¨¢s alegre, la del ganador, la de una Converg¨¨ncia que se sabe vencedora tras siete a?os en el desierto. "Se me est¨¢ haciendo corta la campa?a", confiesa en un momento el ahora secretario general de Comunicaci¨®n, Jordi Cuminal. Un esfuerzo que, seg¨²n sus protagonistas, vale la pena y que resume una anciana militante, obligada a subir una rampa a pie para acceder al mitin final del Palau Sant Jordi: "Todo sea por la patria".