En un atasco
El presupuesto inicial lo cubr¨ªan en un 75% fondos europeos que se perdieron en parte por no ser utilizados a tiempo en la ejecuci¨®n de las obras
No ha provocado la figura de Federico Garc¨ªa Lorca lo que en M¨¢laga genera la de Pablo Picasso: una picassificaci¨®n de la ciudad, consagrada desde hace unos a?os al pintor famoso. Operaci¨®n urban¨ªstica y econ¨®mica, el Museo Picasso transforma el centro urbano, espect¨¢culo tur¨ªstico, y convierte las calles malague?as en una especie de Templo Picasso, con lugares santos seguros o atribuidos a la tradici¨®n: la casa natal del ni?o Pablo Ruiz, la parroquia y pila bautismal del futuro genio, el parvulario al que fue Pablo Ruiz, la farmacia donde su padre celebraba sus tertulias, el estudio del padre, la escuela de Bellas Artes donde el padre ense?¨®, un mercado de reliquias que Rogelio L¨®pez Cuenca ha ido archivando en su proyecto Ciudad Picasso.
Los m¨¢s claros panegiristas de la picassificaci¨®n admiten que se trata de aprovechar la suerte de que en M¨¢laga naciera Picasso, aunque Picasso se fuera de M¨¢laga a los diez a?os y se formara como pintor en Madrid y, sobre todo, en Barcelona y en Par¨ªs, y, desde 1901, jam¨¢s quisiera volver a M¨¢laga. El caso de Garc¨ªa Lorca es muy distinto porque toda su vida mantuvo el nexo sentimental y econ¨®mico con Granada, y en Granada se educ¨® y muri¨®, aunque su ciudad siempre le haya sido distante a su manera, m¨¢s atenta a la cr¨®nica negra, al crimen pol¨ªtico que lo mat¨®. Lo han confundido con el personaje fabuloso de una novela policial. Esta visi¨®n de Lorca pertenece a las costumbres granadinas, a la tradici¨®n, a lo que ha sido siempre as¨ª. Y un s¨ªmbolo de la relaci¨®n inc¨®moda entre la ciudad y el poeta quiz¨¢ sea el estado de la sede del Centro Federico Garc¨ªa Lorca, en suspensi¨®n perpetua, un edificio que se lleva construyendo sin fin desde hace cinco a?os largos, pr¨¢cticamente acabado pero sin acabar nunca, ¡°en un atasco¡±, seg¨²n expresi¨®n de las autoridades.
El Centro sufre un bloqueo intermitente e inagotable. El presupuesto inicial lo cubr¨ªan en un 75% fondos europeos que se perdieron en parte por no ser utilizados a tiempo en la ejecuci¨®n de las obras. Con la lentitud aumentaron los costes previstos, y los desencuentros entre el Gobierno de Espa?a, la Junta de Andaluc¨ªa, el Ayuntamiento y la Diputaci¨®n de Granada mutaron lo que era un motivo de exaltaci¨®n y publicidad electoral en un testimonio de incompetencia o inhibici¨®n o despiste o desbarajuste institucional. En pleno embrollo apareci¨® un nuevo genio mal¨¦fico al que llaman crisis y que empieza a convertirse en un h¨¢bito m¨¢s, un pretexto para seguir cultivando la dejadez y la desgana, que siempre causan desorden. Ahora la autoridad competente se sentir¨¢ cargada de raz¨®n cuando diga que no se puede hacer otra cosa que no hacer nada o hacer lo m¨ªnimo.
Aqu¨ª todo va hist¨®ricamente con demora, como queriendo coger el paso, atrancados, y en ese estado se halla el edificio del Centro Federico Garc¨ªa Lorca, muy cerca de la catedral y de la estatua de un burro. Hay m¨¢s fondos europeos para equipamiento y actividades del Centro, que quiere ser teatro y sala de exposiciones, lugar de estudio y de creaci¨®n en torno a la obra de Lorca, cuatro millones y medio de euros, disponibles hasta 2015. Pero tambi¨¦n hay peligro de que esos fondos vuelvan a perderse por descuido en el ovillo burocr¨¢tico. El dinero llega de Noruega, lo que me recuerda dos versos de G¨®ngora: ¡°Quej¨¢ndose ven¨ªan sobre el guante / los raudos torbellinos de Noruega¡±. Imagino los p¨¢jaros n¨®rdicos sobre el guante de los halconeros, y me transmiten algo de vitalidad, de movimiento. Pero nadie adivina si se mover¨¢n las obras interminables, desesperantes, ¡°en un atasco¡±, y sabemos que cuando las obras nunca se acaban empiezan a demolerse solas. Si me parec¨ªa el atascado Centro Federico Garc¨ªa Lorca un indicio de las relaciones entre el poeta y su ciudad, de pronto lo veo tambi¨¦n como un emblema del momento presente: damos pasos atr¨¢s mientras se nos dice que vamos hacia el futuro.
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