La Ertzaintza provoca el debate
El in¨¦dito fallecimiento por un pelotazo, junto a otras controvertidas actuaciones recientes, plantea cu¨¢l debe ser la proporcionalidad de la Polic¨ªa vasca ante un escenario sin violencia callejera
A la Ertzaintza se le multiplican los frentes. El tr¨¢gico fallecimiento esta semana del joven vizca¨ªno I?igo Cabacas, como consecuencia del impacto en su cabeza de una pelota de goma lanzada por agentes antidisturbios, no ha sido sino la fatal consecuencia de unas intervenciones de la Polic¨ªa vasca que han aumentado y ganado intensidad en los ¨²ltimos meses, entre crecientes cr¨ªticas pol¨ªticas y sospechas de posibles excesos. La pol¨¦mica llega, de manera parad¨®jica, con la amenaza terrorista de ETA en m¨ªnimos hist¨®ricos y cuando la kale borroka casi hab¨ªa desaparecido de las calles de Euskadi, contribuyendo a la distensi¨®n social. ?Casualidad?
El desalojo del gaztetxe Kukutza en Bilbao, la agresi¨®n a dos fot¨®grafos en los proleg¨®menos de un partido del Athletic, la carga contra una sentada organizada en Vitoria por las v¨ªctimas de abusos policiales y los altercados registrados durante la huelga general del 29-M en distintos puntos de Euskadi conforman, junto al desdichado pelotazo a Cabacas, la negra lista del ¨²ltimo medio a?o. Sucesos separados en el tiempo, ocurridos en escenarios diversos y motivados, adem¨¢s, por eventos de distinta ¨ªndole que muy poca relaci¨®n guardan con los premeditados ataques de violencia callejera m¨¢s propios de otra ¨¦poca. Los resultados, sin embargo, han sido incluso m¨¢s graves.
Los sindicatos avisan de que hay agentes mermados en lo psicol¨®gico
Los sindicatos de la Ertzaintza llevan meses alertando de que los recortes salariales asociados al absentismo laboral derivan en un cierto temor de la plantilla a coger la baja, lo que a su vez repercute en el posible ejercicio profesional de agentes que no se encuentran en plenitud de condiciones f¨ªsicas o psicol¨®gicas. Desde las centrales, sin embargo, no consideran que esta pueda ser la causa del c¨²mulo de incidencias registradas. ¡°Todos nos estamos viendo afectados por la situaci¨®n econ¨®mica, pero eso no quiere decir que uno la emprenda a golpes con el primero que encuentra¡±, apunta un representante de la plantilla.
Varias protestas ciudadanas de m¨¢s trasfondo econ¨®mico que pol¨ªtico s¨ª han demostrado que el malestar social por la crisis puede desembocar en revueltas de distinto calado. Las m¨¢s contundentes ocurrieron durante la pasada huelga general del 29 de marzo, cuando la pretensi¨®n inicial de extremar la precauci¨®n que se traslad¨® a los agentes salt¨® por los aires con distintos altercados que obligaron a recurrir al material antidisturbios. En uno de ellos, supuestamente premeditado, resultaron heridos de consideraci¨®n dos ertzainas, lo que reactiv¨® un corporativismo languideciente desde que la Polic¨ªa vasca dej¨® de convertirse en objetivo de los violentos.
Algunos de los sucesos de los ¨²ltimos meses, como la agresi¨®n a dos fot¨®grafos en febrero, han sido objeto de un expediente interno para quienes los han protagonizado. Es el reconocimiento oficial de que, en ocasiones, los ertzainas se han extralimitado en el ejercicio de sus funciones. Algo que en la propia plantilla descartan que se pueda aplicar al conjunto de las actuaciones. ¡°Somos personas, como todo el
mundo, y en un momento dado alguien puede perder los nervios, pero son casos aislados y que nunca sobrepasan un determinado extremo¡±, considera un agente, quien no duda al desvincular esta posibilidad de un suceso in¨¦dito como el de Cabacas. La investigaci¨®n sobre la primera v¨ªctima mortal de un pelotazo policial en Euskadi sigue abierta.
Las conclusiones de las pesquisas sobre el fallecimiento del joven aficionado del Athletic se antojan cruciales para mantener intacto el prestigio de la Ertzaintza, objetivo prioritario para un Gobierno vasco que ha hecho de la ¡°tolerancia cero¡± contra el terrorismo una de sus se?as de identidad. Su pretensi¨®n choca, sin embargo, con la de una izquierda abertzale empecinada en asociar a la Polic¨ªa vasca con una imagen de brutalidad y represi¨®n. La pol¨ªtica late como trasfondo de una pol¨¦mica sobre la intervenci¨®n de los agentes que el propio consejero de Interior, Rodolfo Ares, no ha dudado en achacar al ¡°carro?erismo¡± de la antigua Batasuna.
El desalojo de Kukutza, el pasado septiembre, abri¨® la veda a las cr¨ªticas por una actuaci¨®n que muchos catalogaron de desproporcionada. Tambi¨¦n demostr¨®, sin embargo, la continuidad de movimientos organizados de actuaci¨®n contra la Ertzaintza, vinculados al espectro abertzale. Son los que durante a?os foguearon a pie de calle a una Polic¨ªa vasca que aspira ahora a incidir en otros objetivos, como la lucha contra la delincuencia. Por eso extra?a la contundencia de sus ¨²ltimas intervenciones.
Las intervenciones m¨¢s conflictivas de los ¨²ltimos meses
- Septiembre. El desalojo del gaztetxe Kukutza, en el barrio bilba¨ªno de Rekalde, se salda con una importante movilizaci¨®n popular de repulsa que desemboca en incidentes a los que responde de forma contundente la Ertzaintza. Al cruce y la quema de varios contenedores, entre otras protestas, les suceden varias cargas policiales que culminan con decenas de heridos y detenidos, adem¨¢s de cuantiosos da?os materiales. Los altercados despiertan el recuerdo de una violencia callejera que parec¨ªa extinta tras la apuesta pol¨ªtica de la izquierda abertzale.
- Febrero. El f¨²tbol y los ¨¦xitos del Athletic comienzan a convertirse en s¨ªmbolo de conflictos en Bilbao. En las horas previas al partido de vuelta de las semifinales de Copa del Rey, el d¨ªa 7, una dotaci¨®n de la Ertzaintza que cubre el traslado del equipo rojiblanco hasta San Mam¨¦s carga contra varios aficionados y agrede, en el transcurso de los altercados, a dos fot¨®grafos.
- Marzo. El homenaje a los cinco trabajadores que fallecieron en Vitoria el 3 de marzo de 1976 por una carga policial se salda, 36 a?os despu¨¦s, con nuevos incidentes, el recurso a material antidisturbios y tres detenidos, adem¨¢s de varios heridos. Poco en comparaci¨®n con los da?os de la huelga general del d¨ªa 29. Dos ertzainas resultaron gravemente contusionados tras una emboscada en Bilbao y un ciudadano tuvo que ingresar en la UCI del hospital Santiago, en la capital alavesa.
- ?Abril. La muerte de I?igo Cabacas ti?e de negro a la Polic¨ªa vasca y sit¨²a en un segundo plano las pol¨¦micas previas, pero aviva el debate sobre la proporcionalidad de las actuaciones. El suceso se produce durante la celebraci¨®n del pase del Athletic a las semifinales de la Liga Europa. La competici¨®n continental ya hab¨ªa provocado tensiones en eliminatorias precedentes.
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