"Es una pena que 'El gato mont¨¦s' no se vea en Valencia"

El gato mont¨¦s es una de las zarzuelas m¨¢s populares. Y tambi¨¦n una de las partituras del g¨¦nero m¨¢s apreciadas, si bien contiene todos los t¨®picos del espa?olismo al uso y la fama de su pasodoble ha solapado el resto. La escribi¨® el compositor valenciano Manuel Penella. Se estren¨® en 1917 en el Teatro Principal de Valencia. Pl¨¢cido Domingo la llev¨® en los noventa a liderar la lista de discos de ¨®pera m¨¢s vendidos en EE UU.

El ¨²ltimo montaje de esta zarzuela est¨¢ dirigido por el valenciano Crist¨®bal Soler, que desde 2010 lleva las riendas musicales del Teatro L¨ªrico Nacional de la Zarzuela. Cuenta con la coreograf¨ªa de Cristina Hoyos y la direcci¨®n esc¨¦nica de Jos¨¦ Carlos Plaza. Tras su estreno en febrero en Madrid, donde agot¨® las localidades, inici¨® una gira por Valladolid, Lisboa, Oviedo, Sevilla. No est¨¢ previsto, sin embargo, que la obra recale en Valencia.

¡°La verdad es que El gato mont¨¦s est¨¢ funcionando muy bien en cuanto al p¨²blico y a la cr¨ªtica¡±, apunta el director de Alc¨¤sser de 43 a?os. ¡°Es una pena que un montaje as¨ª no se pueda ver en Valencia. De manera personal se lo propuse a la consejer¨ªa de Cultura y tambi¨¦n al Palau de les Arts, pero no he sabido nada¡±, agrega Soler, que fue disc¨ªpulo de Jos¨¦ Mar¨ªa Cervera y se perfeccion¨® ensayando con Nikolaus Harnoncourt. ¡°Es una pena¡±, incide ¡°porque en Valencia se cumplir¨¢ pronto el centenario de su estreno¡±. Adem¨¢s, al ser un montaje del Ministerio de Cultura, el teatro que lo acoge en su programaci¨®n no acarrea con los costes de la producci¨®n; debe pagar las n¨®minas y la estancia de los artistas.

Soler defiende la vigencia y la calidad de la zarzuela. Recuerda que los grandes teatros espa?oles programan al menos un t¨ªtulo al a?o y que cantantes de prestigio participan en los montajes, al igual que otros artistas, como en esta ¨²ltima versi¨®n de El gato mont¨¦s. Ha prestado especial atenci¨®n a la recuperaci¨®n del patrimonio l¨ªrico menos frecuentado, interpretando y grabando recuperaciones musicales hist¨®ricas como Le Revenant, de M. Gomis, Il burbero di buon cuore, de Vicente Martin y Soler, o poemas sinf¨®nicos de Salvador Giner.

Sus gustos personales se inclinan por el repertorio italo-germano, en particular, por los compositores Brahms y Beethoven, en el caso de la m¨²sica sinf¨®nica, y por Verdi y Puccini, en el de la ¨®pera.

El que fue fundador y director musical de la Orquestra Filarm¨°nica de la Universitat de Val¨¨ncia y actual primer director invitado de la Orquesta Cl¨¢sica Santa Cecilia de Madrid es partidario de buscar las f¨®rmulas para popularizar la ¨®pera y m¨¢s en tiempos en crisis. ¡°La ¨®pera debe ser para todos. Debe haber d¨ªas del p¨²blico, con entradas m¨¢s baratas, y tambi¨¦n palcos y entradas VIPS, con todo lujo, de precios elevados para que las paguen los que m¨¢s tienen¡±, arguye.

Insisten en que lo m¨¢s importante es la educaci¨®n, no s¨®lo de los m¨²sicos, obviamente, sino tambi¨¦n del p¨²blico. Ya para crear un p¨²blico amplio, con conocimiento, se necesita planificar a medio y largo plazo. Las actuaciones de grandes nombres medi¨¢ticos atraen a mucha gente a corto plazo, pero no generan una demanda consistente y constante. ¡°No s¨®lo hay que escuchar nombres; hay que escuchar m¨²sica. Hay que valorar la m¨²sica independientemente del nombre que la int¨¦rprete y para eso hay que fomentar la cultura del p¨²blico, adem¨¢s de potenciar la ense?anza de la m¨²sica, claro¡±, apunta.

Como la mayor¨ªa de los m¨²sicos valencianos, su vocaci¨®n naci¨® al calor de la afici¨®n popular por las bandas de m¨²sica. No en vano, desde ni?o escuchaba al otro lado de la pared de su habitaci¨®n como estudiaban los miembros de la sociedad musical de su pueblo. Parece que su futuro estaba marcado. A los cinco a?os, ya tocaba varios instrumentos.

Con el tiempo fue asistente dos a?os de la Orquesta Sinf¨®nica de Viena. All¨ª conoci¨® de primera mano el magisterio de directores como George Pr¨ºtre, Vladimir Fedoseyev o Mariss Jansons. Sin embargo, el que le caus¨® una impresi¨®n m¨¢s honda fue, probablemente, Harnoncourt. ¡°Tuve la oportunidad de verlo trabajar y de estar con ¨¦l. Es un gran pedagogo. Adem¨¢s, me llam¨® mucho la atenci¨®n c¨®mo estudiaba las fuentes de la partitura¡±, recuerda.