Ordeno y mando

Vuelve la Espa?a autoritaria. La del ordeno y mando, la de la calle es m¨ªa. Bajo la coartada de la crisis, la derecha m¨¢s reaccionaria de Europa cercena libertades, erosiona el Estado de bienestar y el Estado auton¨®mico.

?Excesivo? Repasen lo que ha hecho ese Gobierno en los ¨²ltimos d¨ªas.

Esperanza Aguirre pide que se devuelvan las competencias en sanidad, educaci¨®n y justicia. El ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez, quiere meter en la c¨¢rcel al chaval que rompa los cristales de una sucursal bancaria. Quieren meter miedo. Que nadie se mueva, que viene un verano caliente.

Insultan a los funcionarios, por pasarse el d¨ªa tomando cafelito y leyendo el peri¨®dico. Culpan a la televisi¨®n p¨²blica de sus derrotas electorales. Acusan a la oposici¨®n de romper el pacto de estabilidad, cuando son ellos los que violan lo firmado en agosto de 2011.

Andaluc¨ªa la tienen atragantada. Desde el sorpres¨®n del 25-M, no se detienen ante nada con tal de torpedear su Gobierno, el saliente y el que leg¨ªtimamente se formar¨¢ en d¨ªas. La guerra de los f¨¢rmacos es bochornosa. Y eso que aqu¨ª se han ahorrado ya mil millones de euros en gasto farmac¨¦utico.

La ¨²ltima ocurrencia es recortar 10.000 millones en sanidad y educaci¨®n. Las pol¨ªticas mimadas de la Junta. Bajo un falso discurso de b¨²squeda de la eficiencia, se esconde el esp¨ªritu ultraliberal de las privatizaciones. Nunca han cre¨ªdo en lo p¨²blico, o han cre¨ªdo lo justito, y piensan que todo se soluciona traspasando recursos y servicios al sector privado.

Algunos, con sobredosis de euforia, sufren un minuto de sinceridad. Como el senador por C¨®rdoba, Jes¨²s Aguirre. Una vez que han pasado las elecciones andaluzas, ha dicho, ya no tenemos que estar pendientes de los votantes. Es hora de ¡°decir la verdad¡±. Y la dijo: ¡°Hablar de solidaridad, universalidad o gratuidad de la sanidad en Espa?a es una utop¨ªa¡±.

Lo peor no es que quieran imponer su pol¨ªtica. Tienen mayor¨ªa y pueden hacerlo. Lo peor es que luego acusan a los dem¨¢s de no sumarse al consenso, una vez que ellos han dise?ado la hoja de ruta. Como hizo Rajoy al reunirse, exclusivamente, con los presidentes de las CCAA que gobiernan. ?Qu¨¦ dosis de sectarismo!

El ¨²ltimo ejemplo lo ha dado el ministro de Educaci¨®n Jos¨¦ Ignacio Wert: convoca a los consejeros de Educaci¨®n para leerles ¨Cni siquiera les entreg¨® un texto escrito- el nuevo catecismo reformador de la ense?anza. Tendr¨¢n que recortar 3.000 millones. ?C¨®mo? Con m¨¢s alumnos por clase, menos profesores, que trabajaran m¨¢s horas y cobrar¨¢n menos. Y tiene la desfachatez de decir que no se producir¨¢ un deterioro de la ense?anza p¨²blica.

En el fondo, lo que har¨¢ Wert es dar cobertura legal a lo que ya hacen los populares donde gobiernan: en Valencia rebajaron a la mitad los sexenios, por lo que algunos profesores cobrar¨¢n hasta 3.000 euros menos al a?o. Sin embargo, la ense?anza concertada (privada, hablando en plata) no ha sufrido el m¨¢s m¨ªnimo recorte presupuestario y en sus feudos de Madrid, Murcia y La Rioja lo han aumentado.

El consejero andaluz Francisco ?lvarez de la Chica denunci¨® esta pol¨ªtica de hechos consumados. Dirigentes de UGT dijeron que nunca hab¨ªan visto a un ministro tan prepotente. Una prepotencia que pondr¨¢ 100.000 profesores en la calle. De ellos, 15.000 en Andaluc¨ªa.

Con argumentos parecidos, defienden el hachazo en dependencia: 283 millones menos. 50.000 andaluces no podr¨¢n ser atendidos. Lo ultim¨ªsimo: recortan 3.700 millones en gasto farmac¨¦utico, a costa de que los pensionistas, por ejemplo, paguen las medicinas. Algo que prometieron no hacer nunca: tocar a los pensionistas.

Con contradicciones tan evidentes, es imposible el consenso. Y como no pueden defender lo indefendible, se refugian en el ordeno y mando. Regresamos al pasado.