Una granada mat¨® al ¨²ltimo h¨¦roe de la Batalla del Ebro
El informe de la excavaci¨®n del soldado republicano Xarli y de la trinchera que defendi¨® hasta la muerte revela nuevos secretos del combatiente
Se llamaba Xarli. Bueno, as¨ª han rebautizado ahora los responsables de su hallazgo y estudio ¡ªtras denominarlo inicialmente Charlie por creer que pod¨ªa ser un brigadista anglosaj¨®n¡ª al esqueleto de soldado republicano hallado el pasado septiembre en una trinchera de la Guerra Civil en La Fatarella (Terra Alta). Seg¨²n los nuevos datos, Xarli ser¨ªa catal¨¢n, de clase media y diestro. El desdichado militar muri¨® en combate en noviembre de 1938 en los ¨²ltimos compases de la Batalla del Ebro protegiendo heroicamente la retirada de sus camaradas. Aguant¨® firme, peg¨® un mont¨®n de tiros y, seg¨²n revelan las investigaciones, muri¨® por una granada que al explotar le arranc¨® la mano derecha, le destroz¨® la pierna y le llen¨® de metralla el pecho. Hombre previsor y preocupado por su salud dental ¡ªdesde luego no lo mat¨® una caries¡ª, Xarli fue a la guerra y cay¨® con el cepillo de dientes al alcance de la mano: lo portaba con otros efectos personales, incluido un ins¨®lito (para primera l¨ªnea) tubo de brillantina Myrurgia.
Se han recuperado trozos de tela del uniforme y del calzoncillo
El informe final de las excavaciones arqueol¨®gicas en la l¨ªnea defensiva republicana de Ra?mats (entorno de la Cota 562), al que ha tenido acceso este diario, arroja nueva informaci¨®n sobre el caso del pol¨¦mico soldado. Como se recordar¨¢, pocos d¨ªas despu¨¦s del hallazgo, los cient¨ªficos que lo descubrieron se vieron obligados a entregar el esqueleto al Memorial Democr¨¢tico de la Generalitat, que lo reclam¨® aduciendo que a ella sola compete el estudio de los restos humanos de la Guerra Civil seg¨²n la Ley de Fosas. La Generalitat no ha hecho p¨²blica a¨²n la investigaci¨®n forense. Los descubridores ignoran el paradero actual de Xarli, al que uno de ellos, que cree que ha sido sepultado ¡°clandestinamente¡± y ¡°sin honores militares¡± en el Memorial de les Camposines, califica entre triste y zumb¨®n de ¡°desaparecido en combate 2¡±. No obstante, el director t¨¦cnico del Consorcio Memorial de los espacios de la Batalla del Ebro (Comebe), el historiador David Tormo, afirm¨® ayer a este diario que a¨²n no les han sido entregados los huesos de Xarli para ser depositados en el osario de las Camposines, su destino final. En todo caso, no hay prevista ceremonia alguna. ¡°Dejamos la caja y ya est¨¢. Cada a?o depositamos una quincena de esqueletos de combatientes que aparecen. Si quieren llamar a eso entierros clandestinos...¡±.
Hubo una feroz lucha en la que se emplearon granadas de mano
La excavaci¨®n arqueol¨®gica de los reductos defensivos (trinchera en zigzag y casamata) de Ra?mats, donde tuvo lugar el ¨²ltimo enfrentamiento de la Batalla del Ebro los d¨ªas 14 y 15 de noviembre del 38, la llev¨® a cabo de septiembre a noviembre pasado un equipo bajo direcci¨®n de los arque¨®logos Alfredo Gonz¨¢lez Ruibal, del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), y Mar¨ªa del Carmen Rojo, del grupo de did¨¢ctica del patrimonio (Didpatri) de la Universidad de Barcelona (UB). Al excavar el v¨¦rtice V2 de la trinchera uno de los lugares m¨¢s comprometidos de la defensa, descubrieron una suela de zapato y, seguidamente, un f¨¦mur. Era Xarli.
El informe de excavaci¨®n corrige algunas de las primeras revelaciones sobre el soldado. Calzaba un 42 y no un 44 (se ha podido leer el n¨²mero en la suela de goma de una de sus botas de tela al limpiarla) y med¨ªa 1,75 metros, lejos del m¨¢s de un 1,80 inicial que hizo pensar en un brigadista extranjero. La XV Brigada, que proteg¨ªa la retirada de los restos del ej¨¦rcito de Tag¨¹e?a hacia el puente de Flix, estaba ya entonces formada en buena parte por espa?oles y, sobre todo, por reclutas catalanes que eran o muy j¨®venes o de las ¨²ltimas levas, de m¨¢s de 30 a?os. Los restos de Xarli aparecieron rodeados de casquillos de fusil y al lado del esqueleto se encontr¨® esparcido el contenido del macuto de tela que llevaba en bandolera. Todo ese material, inicialmente una amalgama confusa, ha sido limpiado y analizado. Consiste en tres peines de munici¨®n y ocho cartuchos sueltos de fusil Mosin Nagant (algunos con restos de envoltorio), dos granadas de fragmentaci¨®n polacas wz.33, una escudilla militar para el rancho, lo que parece ser una navaja, una botella de medicamento de vidrio verde tapada con un corcho, un cepillo de dientes de pl¨¢stico amarillo marca Foramen, Hijo de R. Trabal Palet, Barcelona, un recipiente met¨¢lico para afeitado y restos de lo que parec¨ªa un tubo de dent¨ªfrico que ha sido identificado como brillantina de marca Myrurgia.
Dispersos sobre el esqueleto hab¨ªa fragmentos de cart¨®n, papel y pl¨¢stico. Parte del papel pertenece a un folleto propagand¨ªstico y parte quiz¨¢ a una carta. Aparecieron botones correspondientes a un pantal¨®n, a una camisa militar y al calzoncillo (uno de n¨¢car), del que tambi¨¦n hay trozos de tela. Se recuperaron hebillas del zurr¨®n y del cintur¨®n. No aparecieron ni el casco, ni el fusil ni las trinchas o cartucheras. Por las posesiones mundanas del soldado ¡ªcompradas, al parecer, en Barcelona¡ª, que revelan arraigados h¨¢bitos de higiene, se supone que era alguien de cierta cultura, de clase media o trabajador cualificado: en la ¨¦poca no era usual el control de la dentadura entre pobres, obreros y campesinos. La brillantina puede indicar que Xarli era presumido, aunque se usaba tambi¨¦n para engrasar el arma (!).
Xavi muri¨® con su cepillo de dientes. El combatiente llevaba en su macuto un pote de brillantina Myrurgia
Los investigadores han reconstruido la secuencia de la muerte del soldado (en realidad an¨®nimo, no se ha encontrado nada que permitiera identificarlo), y el Dipatri ha confeccionado un espectacular material gr¨¢fico de cara a un cuaderno did¨¢ctico sobre Xarli.
Los restos del soldado estaban rodeados de casquillos
Nuestro hombre y sus compa?eros aguantaron valientemente la furiosa acometida de las tropas franquistas (la 82? divisi¨®n de Navarra) contra su puesto. En un momento determinado se entabl¨® una lucha con granadas, elemento omnipresente en las excavaciones en toda la trinchera. Era habitual recoger las que lanzaba el enemigo y devolv¨¦rselas antes de que explotaran. Todo indica que Xarli se agach¨® a recoger una del fondo de la trinchera y le estall¨® en la mano. Esa mano, la derecha, que no ha aparecido, desapareci¨® o sali¨® volando, con rotura de la ep¨ªfisis distal del c¨²bito. Las esquirlas le quebraron al soldado el f¨¦mur derecho y se le incrustaron de abajo arriba en el t¨®rax (se han recuperado seis fragmentos de metralla de granada en la parte derecha de la caja tor¨¢cica, uno de ellos incrustado en una costilla, y otro fragmento alojado entre la tercera y cuarta v¨¦rtebras). Xarli muri¨® en el acto. La explosi¨®n lo lanz¨® de espaldas al suelo de la trinchera que defend¨ªa. Una cuesti¨®n enigm¨¢tica es que le falten algunos dientes. Alguien que se cuidaba tanto la dentadura¡ Los investigadores especulan que pudiera llevar fundas de oro y alg¨²n soldado enemigo se las arrancara.
Un asunto colateral de inter¨¦s es que la trinchera de Xarli se encuentra cerca de la cota 553, donde cay¨® bajo fuego republicano el comandante de tanques Gustav Trippe de la Legi¨®n C¨®ndor. Esa cota est¨¢ a 800 metros de la posici¨®n de Ra?mats, que tiene control visual sobre ella. Y 800 metros es exactamente el alcance efectivo del fusil Mosin Nagant con mira telesc¨®pica¡
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