Soberanismo-pero

Una originalidad de la CT o cultura de la transici¨®n es la transformaci¨®n del concepto democracia en ideolog¨ªa. Suena divertido, pero es algo tan espeluznante como coger cualquier otro sistema de reglas ¡ªverbigracia, el sistema m¨¦trico decimal¡ª, y transformarlo en ideolog¨ªa. El caso es que, por aqu¨ª abajo, democracia es el palabro que ubica a todos los partidos. Incluso ¡ªo incluso m¨¢s¡ª, a los que han tenido serios problemas con ese palabro. Y, ahora que ha salido el PP en este art¨ªculo, lo cojo y les ense?o c¨®mo funciona la ideologizaci¨®n de la democracia. Aparten a los ni?os. En los noventa, el PP asumi¨® la extrema derecha en su trademark, que pas¨® a ser dem¨®crata. En su segunda legislatura acogi¨® la revoluci¨®n republicana USA, que pas¨® a ser dem¨®crata. La adopci¨®n del palabro democracia para todo funciona, pues, supliendo otras definiciones engorrosas. Por el mismo precio, mete en el campo sem¨¢ntico de ¡°democracia¡± cosmovisiones que, snif, suelen ser lo contrario.

En Catalu?a, para liarlo m¨¢s, el palabro democracia no es el llenapistas ideol¨®gico. Es, tach¨¢n-tach¨¢n, catalanismo. Todos los partidos locales lo tienen en sus estatutos. Salvo uno, Ciudatans. Que, para compensar, es dem¨®crata por un tubo, tal como qued¨® la democracia, la pobre, en el anterior p¨¢rrafo. El resto, son lo que son a partir de su relaci¨®n con un palabro que, como dem¨®crata, siempre viene seguido de la part¨ªcula pero. No se lo pierdan. As¨ª, el PPC es catalanista, pero. O el PSC es federalista, pero. Supongo que, por tanto, hay independentistas, pero. Pero es la CT, la inmovilidad y el deseo de no verbalizarse. Pero, en fin, significa que la palabra anterior no va muy en serio. Para acabarlo de liar, CiU ha inventado una nueva palabra en la sala: soberanismo. Y no solo eso. Al d¨ªa siguiente de adoptarla en un congreso, fue m¨¢s lejos y tambi¨¦n present¨® oficialmente su pero. As¨ª, soberanismo no es soberan¨ªa. Es soberanismo, pero. ?Qu¨¦ es el soberanismo-pero?

Si exceptuamos su autodefinici¨®n, pero no su observaci¨®n, soberanismo-pero consiste en adoptar como propia la revoluci¨®n conservadora que el PP introdujo en Europa. Es decir, consiste en el finiquito del Estado de bienestar, un cacharro ya amortizado. Consiste en utilizar el Estado para realizar negocios, v¨ªa saco-paco ¡ªen la Diputaci¨®n, una instituci¨®n con m¨¢s partidos/fisuras que la Gene, y en la que es m¨¢s f¨¢cil mirar a trav¨¦s de las fisuras¡ª, v¨ªa privatizaci¨®n de servicios, o v¨ªa leyes estupendas, como las que convierten cajas en bancos. Consiste en la reducci¨®n de libertades ciudadanas ¡ªexpresi¨®n, reuni¨®n y manifestaci¨®n; casi nada¡ª. Consiste en la supresi¨®n de derechos laborales. Consiste en el apoyo, m¨¢s all¨¢ del deber, a la monarqu¨ªa, esa met¨¢fora hist¨®rica de la no soberan¨ªa ¡ªel primer acto institucional que ech¨® un cable a la monarqu¨ªa cuando el Undargaringate, no lo hizo un friki, sino un Gene muy soberanista y muy pero¡ª. Consiste en el aggionarmento de una derecha inquietante. El PP lo hizo recauchutando a C¨¢novas y Maura, mientras el soberanismo-pero reivindica a Camb¨®, desaparecido del pack catalanismo en 1931 y a quien Pujol no citaba jam¨¢s, por su relaci¨®n con los dos tramos m¨¢s sangrientos del siglo XX ¡ªla prolongaci¨®n de la Restauraci¨®n y la instauraci¨®n del fascismo¡ª. El soberanismo-pero supone, pues, un divorcio camb¨®(yano) entre libertad nacional y la ampliaci¨®n de libertades y derechos, dos cosas que fueron de la mano desde 1931.

El soberanismo-pero, cuya met¨¢fora es un pacto fiscal-pero, es la perpetuidad de la discusi¨®n territorial ¡ªla ¨²nica permitida en la CT y que tan bien moderan y rentabilizan las derechas peninsulares¡ª. Es la CT, la cultura vertical de lo inamovible, en un momento en el que la sociedad pide intensidad democr¨¢tica. Lo dem¨®crata-pero es la nueva derecha en Espa?a. El soberanismo-pero es, y por sus obras le conocer¨¦is, la nueva derecha en Catalu?a.