La fiesta de las ramblas paralelas
Sant Jordi tambi¨¦n tiene su espacio en otras avenidas de los barrios de Barcelona. Satisfacci¨®n entre los floristas por las ventas de este a?o.
Fernando Vallejo plasm¨® en La Rambla paralela su particular visi¨®n de Barcelona y su paseo m¨¢s famoso. El insomnio y los excesos llevan al personaje del libro, el mismo escritor, a un nivel de delirio tal que, en medio del sopor del verano, termina por embrollar su estancia en la capital catalana con su natal Medell¨ªn, con la vida en M¨¦xico, a?adiendo trozos de de sus recuerdos de infancia.
Como cada a?o, algo similar le pas¨® ayer a Barcelona. El efecto Sant Jordi, ese paroxismo tan propio y que sorprende a los extranjeros que coinciden con la Diada, invadi¨® a los miles de personas que se echaron a la calle a buscar una rosa, un libro, un aut¨®grafo. Y aunque el epicentro siguen siendo La Rambla y la Rambla de Catalunya, la fiesta tambi¨¦n se vivi¨® en las paralelas, como la del Raval y la del Poblenou, y los ejes comerciales de Horta-Guinard¨®, Nou Barris y Sant Andreu.
Desde temprano, el paseo principal del distrito de Sant Mart¨ª se visti¨® de senyeres. El cielo gris de la ma?ana y el viento no intimidaron a Assumpta Calvet, que instal¨® un peque?o puesto de rosas poco antes de las once de la ma?ana. ¡°Aqu¨ª nos encanta sentirnos catalanes¡±, asegur¨® la mujer, de unos 60 a?os, mientras organizaba los lazos hechos con cintas de la bandera catalana. ¡°El encanto de Sant Jordi es que cada uno lo vive como quiere, aqu¨ª hay ambiente, pero sin tanta aglomeraci¨®n¡±, explic¨® Calvet. ¡°Claro que no est¨¢ mal hacerse unos eurillos con la que est¨¢ cayendo, pero el sentido de hacerlo es que la tradici¨®n no se pierda¡±, remach¨® su compa?era, Mar¨ªa. Seg¨²n el Mercado de la Planta y la Flor Ornamental, ayer se vendieron siete millones de rosas en Catalu?a.
Hacia la monta?a, en la plaza de Eivissa de Horta, las rosas no solo se regalaban entre seres queridos. Siguiendo una iniciativa del distrito y del tanatorio de la Ronda de Dalt, se pretende recoger 5.000 flores para confeccionar un gran ramo. Todo el dinero recogido se destinar¨¢ a una asociaci¨®n solidaria del Guinard¨®. Ayer a mediod¨ªa ya se hab¨ªan vendido varias rosas y hoy a las 10.30 comenzar¨¢ la construcci¨®n del arreglo floral. ¡°Tal como est¨¢ la situaci¨®n, vale la pena que estas ocasiones tambi¨¦n las veamos como una oportunidad de ser solidarios¡±, explic¨® N¨²ria, una de las personas que decidieron colaborar en la campa?a. Su novio, Pau, le iba a comprar una rosa, pero ella decidi¨® donarla. ¡°Se la pierde¡±, brome¨® ¨¦l.
Ya por la tarde, la Rambla del Raval era un hervidero de bolsas de libros y rosas. El paseo estaba invadido por las casetas de la feria El Raval Aprende del Raval, que combina la interculturalidad del barrio con la tradici¨®n. Un gran drag¨®n de colores y un Sant Jordi se robaban la atenci¨®n de un grupo de ni?os paquistan¨ªses. La leyenda cambiaba un poco y la escena de la espada entrando por la boca del demonio se repet¨ªa varias veces, a petici¨®n de la audiencias.
Otros m¨¢s grandes pasaban la tarde poniendo a resistencia los bigotes de la estatua del gato de Botero; mientras, a su lado, en el puesto del movimiento Prostitutas Indignadas, se explicaban las dificultades del colectivo. Tambi¨¦n hab¨ªa intercambio de libros, postres marroqu¨ªes, telas de la India... todo un signo de que la fiesta evoluciona y de que es tan propia como paralela.
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