?Realmente es que somos imb¨¦ciles?
"Para el se?or ministro de Educaci¨®n, el aumento de ni?os en un aula sirve para alcanzar el objetivo de que se relacionen y socialicen"
Una de las medidas de recorte econ¨®mico en el sistema educativo, entre otras, es la de aumentar el n¨²mero de alumnos que compartir¨¢n el espacio de un aula. La ecuaci¨®n es sencilla: a m¨¢s alumnos por grupo de clase, menos grupos, a menos grupos menos profesores, y a menos profesores¡ reducci¨®n del gasto. Desde un punto de vista econ¨®mico la l¨®gica es aplastante: el servicio se sigue realizando pero significativamente abaratado: a eso se le llama eficiencia en la reducci¨®n del gasto.
Es cierto que otra cosa es el tema de la calidad del servicio, lo que en este caso definir¨ªamos como la calidad de la ense?anza. ?Se ver¨ªa afectada, en alguna medida, la calidad de la ense?anza y de la vida en las aulas por la circunstancia de que se aumente un 20% la ratio de ni?os y ni?as de una clase?
Para el se?or ministro de Educaci¨®n, Cultura y Deportes, Jose Ignacio Wert, el aumento de ni?os en un aula tambi¨¦n sirve para alcanzar el objetivo de que los ni?os se relacionen y socialicen, con lo cual, lo que en principio pod¨ªa ser mal interpretada como una medida de ajuste puro y duro ¨Cde eficiencia en la reducci¨®n del gasto- en realidad no es tal, o al menos, no es s¨®lo tal, sino que su verdadera grandeza pol¨ªtica parece consistir en que, aumentar el n¨²mero de alumnos por grupo, deriva en unas mejores condiciones sociales para optimizar el desarrollo integral de de esos ni?os y ni?as que comparten una clase.
Claro, que no todas las aulas y grupos de clase son iguales¡ si yo me imagino un aula en un colegio que por sus condiciones y circunstancias recibe a ni?os y ni?as de clase media alta o alta, all¨ª donde el ordenador que dispone cada ni?o o ni?a en su casa es mejor incluso que el que puede utilizar en el aula, all¨ª donde no hay graves problemas de integraci¨®n de inmigrantes, o donde el servicio de apoyo a las escasas necesidades educativas especiales se permite tratamientos y seguimientos individualizados, all¨ª donde lo normal es continuar estudios despu¨¦s de la educaci¨®n obligatoria¡ pues lo cierto es que pasar de 23 o 25 alumnos a 30 o 32 probablemente el ¨²nico efecto que tenga es el de aumentar el trabajo y la atenci¨®n del profesor, efecto tangencial ¨¦ste que f¨¢cilmente podr¨ªa soslayarse argumentando que los maestros trabajan poco y que lo que tienen que hacer es trabajar m¨¢s.
Ahora bien, si me imagino una escuela, una escuela p¨²blica pongamos por caso, que recibe a los ni?os y ni?as del barrio o del pueblo donde se encuentra ubicada, all¨ª donde es probable que en un mismo grupo de, por ejemplo, veintitr¨¦s alumnos de segundo de primaria, podamos identificar a un par de ni?os con necesidades educativas especiales, otros tres con problemas de integraci¨®n debido a la falta de dominio del idioma y cultura de referencia, una ni?a hiperactiva y un ni?o con una falta manifiesta de atenci¨®n a su higiene por parte de su familia¡ No s¨¦, si me imagino ese grupo de clase, all¨ª donde la maestra trata de poner en juego toda su competencia profesional para establecer las mejores condiciones que permitan el desarrollo integral de los ni?os y ni?as de su clase, un d¨ªa tras otro trabajando desde la diversidad¡ el argumento del se?or Ministro en referencia a que el aumento de alumnos en un aula sirve para que los ni?os se relacionen y socialicen, me resulta tan imb¨¦cil o falto de raz¨®n que en realidad no s¨¦ si me molesta m¨¢s la falta de raz¨®n del propio argumento o que el se?or ministro, al utilizarlo, llegara a pensar que los que lo escuchamos somos igualmente imb¨¦ciles.
Dino Salinas es profesor de la Facultad de Magisterio. Universitat de Val¨¨ncia
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