Y como guinda, una gran purga

M¨¢s grande, m¨¢s caro y m¨¢s inviable parece haber sido el lema ol¨ªmpico de este PP hegem¨®nico que ha venido gobernando la Comunidad desde 1995 sin que apenas se le tosiera. La oposici¨®n, hasta hace cuatro d¨ªas, no ha estado para nada. La llamada sociedad civil tampoco. As¨ª, como todo el monte era or¨¦gano, se han promovido las delirantes y conocidas iniciativas que tanto han contribuido a sumirnos en esta miseria para la que no se atisba una salida. La Ciudad de la Luz, Terra M¨ªtica, La cl¨°txina o ?gora con el Teatro de las Artes, el demencial aeropuerto de Castell¨®n, los grandes eventos son ¡ªsin ser una relaci¨®n exhaustiva¡ª los hitos se?eros de una ruina que se ha fraguado en un clima de saqueo, corrupci¨®n y degradaci¨®n de nuestra vida p¨²blica. Deprime constatar que todo eso haya acontecido sin sanci¨®n electoral ¡ªy por ahora apenas criminal¡ª de los responsables.

Y ahora, la guinda: un despido masivo, una purga de empleados de las empresas p¨²blicas y fundaciones de la Generalitat que se cifra en 5.000 o 6.000 trabajadores, a los que deben sumarse los 3.000 docentes que no ver¨¢n renovados sus contratos. Y que el descalabro laboral se quede en lo dicho, pues bien podr¨ªa dispararse m¨¢s todav¨ªa si la liquidaci¨®n alcanzase tambi¨¦n a las ya cl¨¢sicas ¨¢reas de ineficiencia, como son ¡ªy no ¨²nicas¡ª las diputaciones provinciales, entes perfectamente prescindibles, aunque hoy por hoy intocables debido a la cantidad de pol¨ªticos que liban de sus presupuestos. No obstante, tambi¨¦n les llegar¨¢ un d¨ªa su san Mart¨ªn, pues el imperio de la econom¨ªa se conlleva mal con estos anacronismos corporativos.

El imperio de la econom¨ªa se conlleva mal con los anacronismos corporativos

C¨®mo se ha llegado a esta abusiva situaci¨®n de pl¨¦tora laboral est¨¢ muy claro: es la consecuencia del nepotismo y clientelismo del PP. Parientes, amigos, vecinos y compinches, a menudo sin la menor cualificaci¨®n ¡ªv¨¦ase RTVV¡ª, han saturado las n¨®minas de una Administraci¨®n sobredimensionada por la exhuberancia de organismos y entidades ideadas con el prop¨®sito de saltarse a la torera las limitaciones legales y, en consecuencia, para cometer fraude de ley. Un proceso que se ha prolongado a lo largo de los a?os gobernados por una panda de alucinados y beatos, adem¨¢s de chorizos, algunos de los cuales perviven todav¨ªa m¨¢s o menos imputados en las cruj¨ªas del poder auton¨®mico.

El presidente Alberto Fabra y su hombre fuerte, Jos¨¦ Ciscar ¡ªque a nuestro entender ha sido una ventada de aire fresco en el Consell¡ª, han de afrontar la poda de este ej¨¦rcito de convidados al fest¨ªn que se acab¨®. Lo tienen crudo por las presiones que recibir¨¢n desde el seno del partido para salvar las cabezas de los respectivos patrocinados. A su favor cuenta, sin embargo, la gravedad del trance, que admite pocas componendas, y la misma obligaci¨®n de obrar con la objetividad posible despu¨¦s de requerir a los futuros dirigentes del partido un expl¨ªcito compromiso de honradez, que por lo visto a nadie se le supone en la familia popular.

Adem¨¢s, tampoco pueden abundar en la sensaci¨®n de declive que proyecta el PP valenciano, fruto del desgaste y de su mala cabeza. Ya ha tenido su tiempo y oportunidad, malversando uno y otra. Lo dec¨ªa estos d¨ªas el profesor Joan Romero en la presentaci¨®n del libro ¡ª Desde la margen izquierda ¡ª que ha escrito junto a su colega Ximo Azagra, una reflexi¨®n sobre el cambio socialdem¨®crata que se cuece, caldeado en nuestro caso valenciano por el fracaso y el despilfarro de la derecha. Am¨¦n.