Una estafa para la historia
La Operaci¨®n Nilo, con 315 detenidos, cierra su andadura sin ninguno de ellos encarcelado
Los responsables y funcionarios de la prisi¨®n de Alhaur¨ªn de la Torre (M¨¢laga) dif¨ªcilmente olvidar¨¢n el 21 de julio de 2005. Ese d¨ªa, casi sin tiempo para prepararse, ingresaron de golpe en el recinto penitenciario 240 ciudadanos de 14 pa¨ªses, la mayor¨ªa nigerianos. Formaban parte de los 315 detenidos unos d¨ªas antes en M¨¢laga capital en la llamada Operaci¨®n Nilo, la mayor trama de estafa con el m¨¦todo de las cartas nigerianas ¡ªel env¨ªo masivo a todo el mundo de cartas en las que se informa al destinatario de que ha ganado un premio de loter¨ªa en Espa?a¡ª.
La prisi¨®n, que ya estaba sobrecargada de presos, estuvo a punto de colapsarse. Hizo falta trasladar en los d¨ªas siguientes a 180 reclusos a otras c¨¢rceles andaluzas. La mayor¨ªa de los detenidos, excepto los considerados cabecillas, permaneci¨® en prisi¨®n hasta finales de febrero de 2006, cuando, el juez que instruy¨® el caso los fue poniendo en libertad bajo fianza de 3.000 euros por persona. Otros, que resid¨ªan irregularmente en Espa?a, fueron expulsados del pa¨ªs.
La operaci¨®n fue presentada por el entonces fiscal general de Estados Unidos, Alberto Gonzales, como la mayor acci¨®n multinacional en la lucha contra el fraude. Los detenidos, que usaban tanto Internet como el correo postal, ped¨ªan a sus v¨ªctimas una cantidad econ¨®mica en concepto de gastos de tramitaci¨®n de los falsos premios de loter¨ªa. El env¨ªo de cartas nigerianas era tan masivo que, seg¨²n las autoridades norteamericanas, la red hab¨ªa logrado estafar anualmente unos 100 millones de euros a 20.000 personas. La inmensa mayor¨ªa de las v¨ªctimas, que pag¨® unos 30.000 euros de media, no denunciaron por verg¨¹enza.
Cinco a?os despu¨¦s, el caso Nilo se ha cerrado de una forma mucho m¨¢s discreta de como empez¨®. El pasado 23 de abril, la Audiencia Provincial de M¨¢laga absolvi¨® a los nueve procesados que se negaron a pactar su conformidad con las tesis del fiscal anticorrupci¨®n, que ped¨ªa para ellos 23 meses y 15 d¨ªas de c¨¢rcel y 1.800 euros de multa por delito continuado de estafa y la falsedad documental. Antes que ellos, 92 de los procesados optaron por aceptar su culpabilidad y asumir una pena que no implicar¨ªa su ingreso en prisi¨®n. En cierto modo, la conformidad era un triunfo para las tesis del ministerio p¨²blico.
El timo de las cartas nigerianas no termin¨® con la redada policial
Mientras se resolv¨ªa la instrucci¨®n de la causa, entorpecida por la enorme cantidad de procesados, los problemas ling¨¹¨ªsticos y la lentitud de las peticiones de ayuda judicial a otros pa¨ªses, el timo de las cartas nigerianas, aunque atenuado, no cesaba. Los responsables policiales creyeron que hab¨ªan dado el ¡°palo definitivo¡± a estas redes de estafadores. Sin embargo, tras un periodo de relativa calma, los polic¨ªas volv¨ªan a tener conocimiento de este tipo de timos desde la Costa del Sol.
Cada dos o tres semanas se iba deteniendo a un grupo de estafadores, la mayor¨ªa de nacionalidad nigeriana. Los agentes que participaron en la Operaci¨®n Nilo consideraban que juzgar a los detenidos en la macrocausa iba a ser imposible. Al final, para sorpresa de casi todos, la vista oral se celebr¨®.
De los 315 arrestados inicialmente, el fiscal Francisco Jim¨¦nez Villarejo logr¨® el procesamiento de 168. Sin embargo, solo se consigui¨® notificar el inicio de la vista oral a 113. El pasado 9 de noviembre, d¨ªa en que se inici¨® el juicio, en la misma sala donde se celebra el caso Malaya, la mayor de la Ciudad de la Justicia de M¨¢laga, acudieron solo 103 acusados.
Para favorecer el pacto de conformidad y evitar, de paso, colapsar la Ciudad de la Justicia, el fiscal retir¨® todos los cargos de asociaci¨®n il¨ªcita, que acarreaba una petici¨®n de pena de siete a?os y medio de prisi¨®n. Al final, el juicio se inici¨® con 16 procesados. De ellos, siete se fueron sumando al acuerdo a lo largo de la vista oral.
De los nueve que llegaron al final del juicio, el fiscal retir¨® la acusaci¨®n de seis y el tribunal absolvi¨® a los tres restantes al considerar que no est¨¢ acreditado que participaran en el fraude masivo. Estos tres acusados fueron detenidos en domicilios de personas que se declararon culpables en la causa. Sin embargo, este argumento le pareci¨® ¡°bastante endeble¡± al tribunal como para condenarlos. Adem¨¢s, sus defensas aportaron documentaci¨®n para acreditar que no resid¨ªan en los pisos en los que fueron detenidos, por lo que su presencia en ellos podr¨ªa ser ¡°ocasional¡±.
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