La vaca muerta
Montoro y sus secuaces est¨¢n mirando con lupa qu¨¦ pueden vender al mejor postor
Faltaba solo el peronismo para ali?ar esta ensalada de los tiempos del r¨¢bano. Y al canciller Margallo y los populares se les ha aparecido la Virgen con las pesta?as postizas de Cristina Fern¨¢ndez. Mejor dicho, Cristina anunciado a las provincias del imperio patag¨®n que las cosas vuelven a fabricarse de nuevo en la Argentina mientras sosten¨ªa una chocolatina en la mano con una vaca suiza. ?C¨®mo permitir entre tanto ganado que asome una vaca suiza?
Otra vez el petr¨®leo asoma su negrura en plena recesi¨®n y un servidor no entiende dos cosas: que el Gobierno espa?ol forme parte del Gobierno de Repsol y que la Argentina de 2012 vuelva a ser la Argentina de Per¨®n, una permanente hoguera de populismo trasnochado y ovejas trasquiladas. Pero no llegar¨¢ la sangre al R¨ªo de la Plata. Los tres contendientes, Argentina, Repsol y Espa?a seguro que acaban negociando de la ¨²nica forma en la que se interpreta esta crisis: con dinero encima de la mesa, con nuevos pozos de dinero negro, y uno siente un extra?o rubor ante las declaraciones de Soraya de Espa?a y de Axel Kicillof de la Pampa, cachorros entrenados para vigilar la finca de sus amos.
El yacimiento de la Vaca Muerta en la provincia de Neuqu¨¦n tiene en su subsuelo la respuesta a tanto meneo diplom¨¢tico. Que se llame as¨ª el yacimiento es tambi¨¦n una bella met¨¢fora en los tiempos de la decadencia de los combustibles f¨®siles y las vacas suizas. Vaca Muerta es sin¨®nimo de codicia de nombres ya emparentados como Eskenazu y Brufau. Vaca Muerta anuncia una suerte similar entre los depredadores y los prestamistas: a todos se les est¨¢ acabando el chollo.
Aunque en Argentina quedan todav¨ªa cosas por nacionalizar, en Espa?a Montoro y sus secuaces est¨¢n mirando con lupa qu¨¦ pueden dejar de nacionalizar y vender al mejor postor para recaudar. No hay nada por aqu¨ª ni nada por all¨¢ y los populares obtienen una amarga consolaci¨®n en la tanda de penaltis: Draghi les apoya pero no suelta ni un peso por la Espa?a actual.
Los tiempos est¨¢n cambiando con tal celeridad que hasta Sarkozy se asoma con v¨¦rtigo a una probable ca¨ªda para la que no tiene m¨¢s remedio que sostenerse en otro basti¨®n del nacionalismo m¨¢s rancio: la xen¨®foba derecha francesa. En la segunda vuelta Hollande, anuncia como Roosevelt la creaci¨®n del eurobono y un plan de obras p¨²blicas; al menos alguien que no propone algo de crecimiento y no de recorte, como estos se?ores que no han hecho sino amenazar con recortes y m¨¢s recortes que afectan al bienestar de los m¨¢s d¨¦biles y no han hecho de momento nada (o muy poco) con esa enorme reserva de dinero negro y gas mostaza que es el sector financiero.
Unos y otros inflaman la vena patri¨®tica de sus correligionarios con lo ¨²nico que importa, el dinero, sin atender a las necesidades b¨¢sicas de la poblaci¨®n. Unos y otros parecen vivir la euforia de los a?os treinta del siglo pasado cuando a la enorme depresi¨®n econ¨®mica le crecieron los primeros enanos populistas en el circo. Esperemos que el espejismo con aquella d¨¦cada aciaga que puso al mundo patas arriba no suceda ahora, pero confiar en el FMI y en estos l¨ªderes del presente ser¨ªa tan ingenuo como aquellos obreros que votaron a Mussolini o que hoy desde el cintur¨®n de Marsella o de Toulouse vuelven a buscar un chivo expiatorio a tanta frustraci¨®n y persiguen al jud¨ªo, al homosexual, al disidente.
Galicia mientras tanto habla de la sequ¨ªa y del caso Campe¨®n, desaparecida del mapa pol¨ªtico despu¨¦s de una etapa en que socialistas y nacionalistas pudieron colocarla en el mapa de la historia. No fue as¨ª y el regionalismo con sus transportes y caciques vuelve de nuevo a la escena: llegar¨¢ el AVE y seguir¨¢ Baltar, a Conde Roa le suceder¨¢ otro Conde Roa y Dorribo seguir¨¢ siendo Dorribo. Aqu¨ª nadie cambia, por temor quiz¨¢s a confundir al electorado. Menos mal que no hemos descubierto un yacimiento petrol¨ªfero. Por ahora.
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