La Virgen viajera regresa
La escultura del siglo XIV de Bellpuig de les Avellanes regresar¨¢ a Lleida en mayo, despu¨¦s de un siglo
Hay V¨ªrgenes que durante siglos permanecen inm¨®viles en las iglesias y monasterios para las que fueron creadas. Otras se resisten a estarse quietas en sus altares y retablos, y van de un lugar a otro pasando de mano en mano continuamente. Es el caso de la Virgen de Bellpuig de les Avellanes, una talla de piedra calc¨¢rea creada en el siglo XIV que, tras hacer las maletas, abandon¨®, a finales del siglo XIX, la sala capitular del tranquilo monasterio leridano del mismo nombre y comenz¨® un periplo que la ha llevado por localidades como Sitges, Tamarit, en Tarragona, Barcelona y Valldoreix. Su af¨¢n viajero estuvo a punto a llevarla a emigrar a Estados Unidos en 1921, cuando su entonces propietario, el coleccionista Charles Deering, se llev¨® su fant¨¢stica colecci¨®n de arte a su pa¨ªs, pero dej¨® algunas piezas en Catalu?a, entre las que estaba esta Virgen. En 2011 la Generalitat la compr¨® por 130.000 euros en una subasta y en mayo, por fin, tras someterse a un tratamiento de restauraci¨®n, volver¨¢ renovada al Museo de Lleida y Diocesano, donde podr¨¢ descansar despu¨¦s de un siglo de trasiego.
De la vida accidentada
Desde septiembre esta Virgen creada por Bartomeu de Rubi¨®, perteneciente a la llamada Escuela de Lleida, est¨¢ en manos de dos restauradores contratados por el Centro de Bienes Muebles de Catalu?a en Valldoreix, que, tras invertir 12.000 euros, dejar¨¢ la imagen como nueva. Ramon Sol¨¦ y Teresa Novell dedican las siete horas de su jornada laboral a devolverle su esplendor. De forma precisa, con bistur¨ª y productos qu¨ªmicos aplicados con algod¨®n, como si fuera una enferma en un hospital, eliminan las capas de suciedad acumulada en el camino; sobre todo manchas de humo y cera de los miles de fieles que durante siglos confiaron que con sus rezos esta Virgen les ayudar¨ªa. ¡°Ha sido un trabajo dif¨ªcil porque ninguna obra de Rubi¨® est¨¢ tan policromada y no ten¨ªamos muchas referencias. Hemos encontrado hasta cuatro repintes de ¨¦pocas diferentes, si bien ninguno actual, todos antiguos. En este sentido tambi¨¦n era virgen¡±, bromea Sol¨¦.
La imagen, de 90 cent¨ªmetros de altura, repite la t¨ªpica representaci¨®n en la que, de pie, sostiene a su hijo con el brazo izquierdo. Pero la imagen llama la atenci¨®n por su aspecto. Mientras que la mayor¨ªa de las V¨ªrgenes cubren su cuerpo, esta, generosa, luce un enorme escote cuadrado que deja ver sus rosadas carnaciones y adorna su vestido con joyas y elementos her¨¢ldicos, con lo que, m¨¢s que Virgen, parece cortesana. Esto llam¨® la atenci¨®n a Francesca Espa?ol, una de las mejores especialistas en el escultor Rubi¨®, que no duda en calificar la talla de excepcional. Excepcional es tambi¨¦n el intenso color rojo de sus labios (tambi¨¦n los del ni?o), que tras la limpieza de la talla han ganado en intensidad y aumentan la sensualidad de esta Virgen, casi irreverente.
Con su generoso escote,
Sol¨¦ y Novell tambi¨¦n han localizado que en una zona del manto se aplic¨® una capa de laca. Es la misma, tras consultar con el Cloisters Museo de Nueva York, que se us¨® en los sepulcros de los condes de Urgell, que se exhiben all¨ª desde 1928 y que proceden, como la Virgen, del monasterio de Santa Maria de Bellpuig de les Avellanes. ¡°Es la prueba de que esta Virgen estuvo en la sala capitular del monasterio y acaba con las dudas de su ubicaci¨®n¡±.
Que la vida de esta Virgen ha sido accidentada lo demuestra el tajo que sufri¨® en alg¨²n momento en el cuello, que le hizo perder, literalmente, la cabeza. ¡°Se parti¨® durante un traslado al coger la imagen por el cuello¡±, asegura Novell mientras hace el gesto. Pese a que fue arreglada con maestr¨ªa, la Virgen conserva una marca en la uni¨®n del cuello con el cuerpo que no ser¨¢ eliminada en la restauraci¨®n, ya que ¡°forma parte de la historia de la Virgen¡±.
Tambi¨¦n quedar¨¢ en el curr¨ªculo de la Virgen de Bellpuig el hecho de que estuvo m¨¢s de un a?o en una sala de subastas de Barcelona. En mayo de 2010 se anunci¨® que ser¨ªa vendida en Balclis al mejor postor, pero a los pocos d¨ªas la Generalitat anunci¨® que se opon¨ªa a su venta al ser un Bien Cultural de Inter¨¦s Nacional desde 1991. Al mes, el entonces consejero de Cultura, Joan Manuel Tresserras, anunci¨® que, tras ejercer el derecho de tanteo, la escultura se entregar¨ªa al Museo de Lleida. Pero sus due?os no estaban de acuerdo y paralizaron la venta. Por fin, en marzo de 2011, el nuevo equipo de Cultura, capitaneado por Ferran Mascarell, compr¨® la escultura en subasta al precio de salida. Al d¨ªa siguiente se anunci¨® que la viajera Virgen volver¨ªa a Lleida. All¨ª se la espera para recibirla con todos los honores.
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