Del foso a la escena

Intercambio de rehenes. La Orquestra Simf¨°nica de Barcelona i Nacional de Catalunya ¡ªabreviemos: la OBC¡ª se halla estos d¨ªas en el Liceo para dar vida a La flauta m¨¤gica. Por su parte, la Orquestra Sinf¨®nica del Liceo ¡ªtan de Barcelona y tan nacional o no como la primera, pero sin ostentarlo en el t¨ªtulo¡ª ocupa este fin de semana el Auditori de Gl¨°ries para ofrecer un programa enteramente wagneriano. Normalidad sinf¨®nica en Barcelona: lejos quedan los tiempos en que un solista de la formaci¨®n fundada por Eduard Toldr¨¤ juraba que jam¨¢s actuar¨ªa degradado en el foso. Sabido es que en Centoreuropa el mismo conjunto atiende ambos servicios p¨²blicos, sin que el paso de uno a otro suponga merma alguna en los galones. Pero en nuestro peque?o pa¨ªs la ¡°normalidad¡±, en la programaci¨®n musical como en tantos otros campos, se establece en ese per¨ªodo de brillo mayor conocido por Modernismo, y es una normalidad b¨¢sicamente sinf¨®nica, capitaneada por Beethoven y Bach. En ¨®pera, ese rigor reformista llega de la mano del drama wagneriano, en su decidida voluntad de aupar el espect¨¢culo esc¨¦nico a las complejidades sinf¨®nicas.

El Wagner m¨¢s sinf¨®nico, tal como han sido bautizados estos conciertos en el Auditori, resulta ser as¨ª un t¨ªtulo con proyecci¨®n hist¨®rica. El wagnerismo fue en efecto punta de lanza para llenar de dignidad el foso oper¨ªstico, como lo fue tambi¨¦n en la m¨²sica para banda, la m¨²sica m¨¢s popular antes de la ¨¦poca de su reproducci¨®n seriada. Todo lo cual no es ¨®bice para que hoy una orquesta fundamentalmente oper¨ªstica como la del Liceo no pueda abordar fuera de su sede a, pongamos, Stravinski, y mucho nos equivocamos o la nueva titularidad de Josep Pons a partir de la temporada que viene ir¨¢ en esa direcci¨®n.

En cuando al concierto en s¨ª, integrado por la inevitable obertura de Los maestros cantores seguida por los habituales highlights de Parsifal, Trist¨¢n y Crep¨²sculo, cupo apreciar unas prestaciones muy correctas por parte de los m¨²sicos lice¨ªstas. El metal se halla a notable nivel, seguido por una madera bien templada. A la cuerda le queda trecho por recorrer en la escala de la excelencia: a partir del mezzoforte es como si se apagara y se hiciera resistente al matiz. Pons es un buen fajador para poner remedio a esto. Y desde su ¨¦poca al frente de la Orquestra del Teatre Lliure entiende que no hay escenario menor, por musical o teatral que sea.