Soberbia sesi¨®n escandinava de la Real Filharmon¨ªa
Obras de Grieg y Sibelius, en el ¨²ltimo concierto de la temporada en el Auditorio de Galicia
Antoni Ros Marb¨¤ dirigi¨® el jueves en el Auditorio de Galicia su ¨²ltimo concierto de abono de la temporada con la Real Filharmon¨ªa de Galicia. En los atriles de la RFG, un breve programa de m¨²sica escandinava: el Concierto para piano en la menor, op. 16, de Edvard Grieg, con Eldar Nebolsin como solista, y la Sinfon¨ªa n? 7 en do mayor, op 105, de Jean Sibelius.
La versi¨®n de Nebolsin del concierto de Grieg puso de relieve en Santiago la condici¨®n de eximio compositor de canciones del noruego y la inspiraci¨®n folcl¨®rica de esta y muchas otras de sus obras. Si el car¨¢cter danzante de los movimientos extremos fue destacado con viveza y elasticidad r¨ªtmica notables, el canto del Adagio central elev¨® varios grados la intensidad emocional. Nebolsin hizo uso de su t¨¦cnica y del brillante sonido del nuevo piano del auditorio para ponerlos al servicio de la preciosa y popular partitura de Grieg, con un acompa?amiento orquestal soberbio por parte de la RFG y Ros.
La Sinfon¨ªa n? 7, escrita en 1924 y ¨²ltima del cat¨¢logo de Sibelius, es una excelente muestra de aquel momento art¨ªstico y vital del finland¨¦s. Estructurada en un solo movimiento de cuatro secciones sin interrupci¨®n, es un fluir de climas sonoros, con predominio de los m¨¢s oscuros, como reflejo de su depresi¨®n por alcoholismo. Fue magistralmente interpretada por la RFG, con un gran trabajo de planos sonoros que permitieron apreciar la orquestaci¨®n y evitar la monoton¨ªa de una obra en la que cuesta destacar una melod¨ªa o ritmo reconocibles. Fue el consuelo para un p¨²blico agotado por un programa organizado sin descansos.
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