Vuelta a f¨®rmulas ¡°caciquiles¡±
La portavoz del BNG va m¨¢s all¨¢ y censura el modelo de gesti¨®n elegido para el centro
Los grupos de la oposici¨®n llevar¨¢n al Parlamento lo que juzgan como un ¡°esc¨¢ndalo¡± y un ejemplo de la ¡°deriva de la Xunta¡± hacia modelos ¡°caciquiles¡±. ¡°Feij¨®o incluso est¨¢ superando a Fraga en pr¨¢cticas fraudulentas¡±, opina la nacionalista Ana Pont¨®n, e interpreta el caso del parque de Campo Lameiro como una vuelta ¡°a los contratos a dedo para los familiares del PP¡±. As¨ª, sin entrar en si la subrogaci¨®n en favor de Espiral Xesti¨®n Cultural cumple la ley, cuestiona que desde un punto de vista ¨¦tico y pol¨ªtico ¡°sea defendible y tolerable¡±.
La portavoz del BNG va m¨¢s all¨¢ y censura el modelo de gesti¨®n elegido para el centro, explotado por una empresa privada. En este sentido, cree que el patrimonio ha de estar controlado por el Gobierno aut¨®nomo, para no perder ¡°capacidad¡± a la hora de decidir la direcci¨®n de los proyectos culturales. ¡°[Lo ocurrido con el parque] demuestra que la privatizaci¨®n solo sirve para que por la puerta de atr¨¢s se violen los principios de igualdad, m¨¦rito y capacidad; y para satisfacer intereses partidistas e ideol¨®gicos¡±, expone.
As¨ª, sus iniciativas parlamentarias tambi¨¦n incidir¨¢n en la situaci¨®n de la Rede Galega do Patrimonio Arqueol¨®xico (RGPA) y en c¨®mo debe de gestionarse. Apunta que este proyecto deber¨ªa servir para una ¡°mayor profundizaci¨®n¡± en el conocimiento del patrimonio, y como elemento de atracci¨®n tur¨ªstica. Una red ¡°tan importante¡±, razona, tiene que valer para ¡°algo m¨¢s¡± que acoger visitas escolares. A?ade que, en todo caso, ¡°no es de recibo¡± que se ceda la explotaci¨®n a una compa?¨ªa creada ad hoc y sin concurso p¨²blico, ya que se cierra el paso a otras posibles interesadas.
En esta misma l¨ªnea se expresa la socialista Mar¨ªa Jos¨¦ Caride, que adem¨¢s considera ¡°irregular¡± y ¡°una aberraci¨®n¡± la cesi¨®n del contrato. ¡°Hay que hacer un nuevo concurso p¨²blico¡±, afirma, y reprocha a la conseller¨ªa que haya subrogado el contrato ¡°a dedo¡± a una empresa con un capital social, que asciende a 3.000 euros, ¡°irrisorio¡±. Ha presentado una larga bater¨ªa de iniciativas en la C¨¢mara para tratar de esclarecer todo el procedimiento administrativo, y si Espiral se favoreci¨® de ¡°informaci¨®n privilegiada¡± para hacerse con el control del parque.
En cualquier caso, Caride eval¨²a el caso como una demostraci¨®n de que el discurso del candidato Feij¨®o sobre la transparencia y la regeneraci¨®n democr¨¢tica ¡°eran palabras vac¨ªas¡±. ¡°Le gusta mucho hacer grandes anuncios para luego interpretar la ley a su libre albedr¨ªo¡±, sentencia despu¨¦s de recordar otras pol¨¦micas producidas a lo largo de la legislatura, como el perd¨®n de una multa a Telmo Mart¨ªn ¡ªexalcaldable en Pontevedra y hoy diputado en el Congreso¡ª por una irregularidad urban¨ªstica.
Conocedor de los pasos que hicieron posible la forma actual de la RGPA, Jos¨¦ Carlos Bermejo, catedr¨¢tico de Historia Antiga, se pregunta c¨®mo fue posible que alguien creyese que cuatro macrocentros de investigaci¨®n y ense?anza arqueol¨®gica se pudiesen financiar ¡°cobrando entradas a los turistas¡±. El consenso, a finales de los noventa, fue ¡°general entre los tres partidos¡±, afirma. ¡°En la idea de que la cultura s¨®lo vale porque crea riqueza, y que esa riqueza es exportable y atrae visitantes¡±. ¡°Y eso vali¨® para el Xacobeo, la Rede y la Cidade da Cultura¡±. Era en el Gai¨¢s, en teor¨ªa, desde donde P¨¦rez Varela promet¨ªa, entrado el siglo XXI, ¡°interconectar¡± los macrocentros para la investigaci¨®n en patrimonio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.