Tan despoblados, tan aglomerados
Los habitantes de Cortes de Pall¨¢s y Mislata afrontan sus propios retos Medio siglo despu¨¦s el desempleo produce un retorno al pueblo
Tan lejos, tan cerca. Dos mundos en extremos opuestos separados por solo una hora de coche. Uno, a la vera del Turia, carne de asfalto y ladrillo metropolitano, acapara la mayor densidad de poblaci¨®n de Espa?a. El otro, acariciado por el J¨²car, entre monta?as, embalses y fauna protegida, no alcanza a atraer cinco vecinos por kil¨®metro cuadrado. A una distancia de 80 kil¨®metros, Mislata, en la desbordada Horta Oest, y Cortes de Pall¨¢s, en el yermo Valle de Ayora-Cofrentes, son universos desiguales herederos de una misma corriente, la que llev¨® a miles de personas a olvidar sus h¨¢bitats rurales para hallar fortuna en la aventura urbana. Medio siglo despu¨¦s, atrapados entre la aglomeraci¨®n y la despoblaci¨®n irrefrenables, ciudad y pueblo comparten un mismo desaf¨ªo: combatir sus modelos insostenibles.
En Europa, Mislata solo est¨¢ superada por la densa ¡®banlieue¡¯ parisina
A sus 72 a?os, Jos¨¦ Pascual, bancario jubilado, a?ora la Mislata de su infancia, aquel pueblo de los campos de huerta, con poca gente y sin apenas coches. Hoy, con una poblaci¨®n multiplicada por seis, es todo lo contrario. ¡°La masificaci¨®n no se tendr¨ªa que haber consentido, pero Mislata formaba parte del Plan de la Gran Valencia y las corporaciones del ayuntamiento franquista siempre depend¨ªan de Valencia para cualquier consulta¡±, explica este mislatero que en 1979, con la emergente Autonom¨ªa, se incorpor¨® como concejal al consistorio democr¨¢tico. ¡°Cuando entramos en el ayuntamiento, casi toda la construcci¨®n estaba ya dise?ada como est¨¢ hoy en d¨ªa¡±.
Con m¨¢s de 20.700 mislateros por kil¨®metro cuadrado, este municipio de L¡¯Horta Oest es la segunda capital europea con mayor densidad de poblaci¨®n, s¨®lo superada por la banlieue parisina. Aunque su ratio deja peque?as a capitales como Tokio, Mislata no es ciudad de rascacielos. En una urbe nacida del urbanismo desarrollista horizontal, la verticalidad del edificio Navis constituye toda una singularidad con su altura de 20 plantas junto al Parque de Cabecera, uno los pocos espacios verdes de una ciudad en la que los bloques residenciales han enterrado su pasado agr¨ªcola.
Paradigma de la concentraci¨®n por el ¨¦xodo rural de Valencia, Castilla-La Mancha, Andaluc¨ªa y Arag¨®n, que entre los a?os cincuenta y los setenta lleg¨® a triplicar la poblaci¨®n, Mislata podr¨ªa crecer hasta los 50.000 vecinos cuando se edifique en las ¨²ltimas tres zonas PAI pendientes de desarrollo. ¡°Yo hubiera sido part¨ªcipe de una ciudad de 15.000 o 20.000 habitantes. Hasta hace tres a?os se han hecho barbaridades urban¨ªsticas en lugar de dotar de los servicios que nos faltan, como una residencia de la tercera edad o una escuela infantil municipal¡±, reconoce el alcalde socialista Carlos Fern¨¢ndez Bielsa.
Sin apenas industria, la econom¨ªa de Mislata se sustenta gracias al tejido empresarial del peque?o comercio. ¡°Como otros municipios de la regi¨®n metropolitana, Mislata no representa nada como unidad econ¨®mica. Si elabor¨¢semos un mapa de la movilidad, ver¨ªamos que todos los d¨ªas, por trabajo o por ocio, la gente de Mislata se dispersa difuminando los l¨ªmites administrativos, por eso la divisi¨®n municipal pierde cada vez m¨¢s sentido¡±, observa el catedr¨¢tico en Geograf¨ªa Humana Joan Romero, partidario de una forma de gobernanza supramunicipal similar a otras ciudades de Francia, Alemania o Italia. Frente a la posibilidad de fusionar municipios, el alcalde de Mislata se muestra contundente: ¡°Ese es un escenario que ni siquiera se contempla a largo plazo. Mislata tiene su t¨¦rmino, su cultura y su tradici¨®n para la gente que ha nacido aqu¨ª, con una coyuntura particular totalmente diferente a la de Valencia y otros t¨¦rminos¡±.
Con 30 a?os, hijo y nieto de castellano-manchegos, el socialista Fern¨¢ndez Bielsa asumi¨® hace un a?o la alcald¨ªa del ayuntamiento m¨¢s grande con mayor¨ªa absoluta que gobierna su partido en la Comunidad Valenciana. El ¨²ltimo presupuesto, aprobado en 2010, alcanz¨® los 33,5 millones de euros, una suma que se reducir¨¢ casi 10 millones en el previsto para este a?o. ¡°El modelo de pol¨ªtica y de gasto en esta ciudad hay que cambiarlo si queremos tener futuro¡±, asegura el alcalde.
S¨¢ez: ¡°Sin Iberdrola no existir¨ªa Cortes, otros pueblos han desaparecido¡±
¡°Las ¨¢reas metropolitanas han desarrollado din¨¢micas insostenibles como modelo de consumo depredador de suelo, agua y recursos. Se han convertido en deseconom¨ªas, porque sufren los efectos indeseables del periodo de la concentraci¨®n como consecuencia de la desindustrializaci¨®n¡±, explica el catedr¨¢tico Romero. Para este ge¨®grafo, que ha estudiado el desarrollo demogr¨¢fico de Barcelona, estima improbable que el elevado desempleo en el ¨¢rea metropolitana produzca un retorno al pueblo, el camino inverso que las generaciones de hace medio siglo siguieron para prosperar en la ciudad: ¡°El proceso de dispersi¨®n de los ¨²ltimos 30 a?os ha hecho que la ciudad y la primera corona metropolitana hayan perdido el 45% de su poblaci¨®n a favor de la segunda corona, que en el caso valenciano llega hasta Bu?ol, pero las zonas rurales son de dif¨ªcil regeneraci¨®n¡±.
A 80 kil¨®metros de Valencia, en el Valle de Ayora-Cofrentes, Cortes de Pall¨¢s sobrevive gracias al auge del mundo rural como lugar de residencia vacacional asociado a la tranquilidad y el ocio del paisaje de la Sierra Mart¨¦s. Unos valores bien distintos de los que conociera en su juventud Tom¨¢s Juan, vecino de la localidad. En los a?os sesenta cambi¨® Cortes por Xirivella en una ¨¦poca en la que ¡°lo bueno era olvidar el pueblo, porque no hab¨ªa futuro m¨¢s all¨¢ de cortar le?a para enviarla a los hornos de cer¨¢mica de Manises¡±. Pero, a sus 75 a?os, retirado como inspector de autobuses, este cortesano reconoce sentirse orgullo de haber elegido su pueblo como destino para pasar su jubilaci¨®n.
El alcalde sabe que cuando pase la crisis la gente volver¨¢ a marcharse
Cortes de Pall¨¢s, un mundo aparte es el lema que el municipio anuncia a su entrada. ¡°La frase era del due?o de un molino con la que quiso decir que era un para¨ªso como Suiza, pero ahora encaja para lo otro¡±, se?ala este vecino. ¡°Lo otro¡± tiene el nombre de la empresa el¨¦ctrica instalada en el embalse de Cortes desde los a?os ochenta. Junto con la vecina Cofrentes y su central nuclear, el ayuntamiento cortesano es una excepci¨®n en la crisis, con un presupuesto de 3,5 millones de euros para una poblaci¨®n de apenas mil habitantes que goza de un servicio m¨¦dico de 24 horas y heliodromo para trasladar a los enfermos al hospital de Requena en helic¨®ptero. Y todo gracias a los kilovatios. ¡°Sin Iberdrola no existir¨ªa Cortes, porque otros pueblos m¨¢s ricos han desaparecido por la falta de gente¡±, asegura Tom¨¢s.
Rebasando la media estatal, el cap¨ªtulo dedicado a personal supera el 60% del presupuesto, m¨¢s dos millones de euros. Para el alcalde, Alberto S¨¢ez, esa dependencia puede generar un problema: ¡°Hay gente joven que renuncia a estudiar porque pueden acabar en el ayuntamiento con un sueldo de 800 euros al mes¡±.
Pero, al igual que la superpoblada Mislata, Cortes no es ajeno de los problemas de sostenibilidad. ¡°Un modelo sostenible es el que sin ayuda externa es capaz de sobrevivir, por tanto nuestro pueblo no es sostenible, porque necesita de la hidroel¨¦ctrica para vivir¡±, observa S¨¢ez, alcalde popular desde 2007, cuando comenzaron las obras de La Muela II, la que pretende convertirse en la mayor central hidroel¨¦ctrica de bombeo de Europa.
Hijo de cortesanos nacido en Quart de Poblet, para S¨¢ez, abogado de 38 a?os, Cortes era el lugar donde pasar los fines de semana y las vacaciones. Ahora, como alcalde, ha visto c¨®mo otros hijos del pueblo han regresado en busca del empleo. ¡°En los ¨²ltimos a?os hemos atra¨ªdo m¨¢s gente porque aqu¨ª la vida es m¨¢s barata y han buscado el amparo del ayuntamiento para trabajar¡±. Pero ese crecimiento s¨®lo es puntual. A pesar de contar con recursos saneados, un pueblo que tiene el supermercado, el instituto y el hospital m¨¢s cercanos a 40 kil¨®metros resulta poco atractivo para animar la demograf¨ªa. ¡°Cuando tienes necesidad, vas adonde sea, pero cuando la crisis pase y encuentren empleo en otros sitios, buscar¨¢n la comodidad fuera del pueblo. Y eso es humano¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.