El Papa m¨®vil sigue en Santiago
La estatua que lleg¨® con Benedicto XVI ha cambiado de ubicaci¨®n con cada alcalde
Aquel accidentado viaje que lo trajo desde Madrid fue premonitorio. Los instaladores, tremendo taladro en mano, lo aguardaban al sol en San L¨¢zaro y las horas pasaban sin noticia. El Papa, o m¨¢s bien quienes lo tra¨ªan montado aquel 4 de noviembre de 2010 montado en un cami¨®n, no daban con el norte de la ciudad y pegaban vueltas sin ton ni son por el oeste. Gobernaba en aquellos d¨ªas de la escueta (en tiempo, que no en gasto) visita papal, el socialista Bugallo en Compostela. Y el bronc¨ªneo Benedicto XVI, tras encontrar su camino, baj¨® ahorcado, colgado de la gr¨²a, para quedar instalado en un lugar bastante honroso y preeminente (al principio de la nueva avenida Juan Pablo II), en actitud de bendecir lo que le pasaba por delante: a los dos d¨ªas, el Papa en carne y hueso, y luego un mont¨®n de peregrinos llegando a Santiago.
En aquel entonces, alertado de posibles inminentes atentados contra la estatua, el regidor orden¨® que una patrulla hiciese guardia en el lugar hasta que marchase de la ciudad el aut¨¦ntico Papa. Cuando se relaj¨® la vigilancia, un d¨ªa el Ratzinger compostelano amaneci¨® decorado con esv¨¢sticas en azul y bermejo y, en otra ocasi¨®n, arreglado por un colectivo feminista, con bufanda lila y una foto de Simone de Beauvoir tap¨¢ndole la cara.
Un d¨ªa amaneci¨® con esv¨¢sticas y otro, con una foto de Simone de Beauvoir sobre la cara
No, la estancia del Papa en Santiago ha sido todo menos descansada. Desde su advenimiento, la capital ha tenido tres alcaldes y con todos ellos se ha movido ficha. En los ¨²ltimos d¨ªas de Conde Roa, Benedicto acab¨® instalado en una filosof¨ªa diametralmente opuesta a la de Jes¨²s con los mercaderes: ech¨¢ndole las bienaventuranzas al futuro templo del consumo en Compostela; mirando ¨²nicamente, con los brazos en alto desde la rotonda, al centro comercial As Cancelas (que Carrefour y Realia, empresa creada por FCC ¡ªKoplowitz¡ª y Bankia, pretenden inaugurar antes de 2013).
En los ¨²ltimos d¨ªas de Conde Roa lo colocaron bendiciendo el centro comercial
El autor de la escultura, C¨¢ndido Pazos, que tiene en su curr¨ªculum, adem¨¢s de esta, seis bustos y una figura de cuerpo entero de Wojtyla (varias de ellas colocadas tambi¨¦n en Santiago), asegura que todo cambio le ¡°fue consultado¡± pero que la posici¨®n que podr¨ªa llamarse mercantilista, de espaldas a la ciudad y al Camino, no le convenc¨ªa: ¡°La verdad es que no me encantaba¡±, admite primero, ¡°aunque con la que est¨¢ cayendo los comerciantes necesitan muchas bendiciones¡±. Y luego se sincera: ¡°No me gustaba nada¡±.
Lo cierto es que, desde que los 1.100 kilos de Ratzinger (850 del bronce m¨¢s 250 de la peana de granito) se dispusieron escenificando la consagraci¨®n del que antes de Marineda City promet¨ªa ser el mayor centro comercial de Galicia, las obras pegaron un aceler¨®n notable. Pero con ?ngel Curr¨¢s, el discreto sucesor del regidor popular que dimiti¨® para arreglar sus cuentas con la justicia y Hacienda, la espiritualidad parece haber regresado al barrio y el Papa, con la mirada perdida en el horizonte, despu¨¦s de volar por tercera vez suspendido del guindaste, vuelve a bendecir al pueblo. O al menos a todo lo que pasa por la avenida de San L¨¢zaro, mayormente tr¨¢fico rodado y alg¨²n peregrino que se ha saltado la flecha amarilla. Es una posici¨®n m¨¢s modesta, propuesta esta vez por el escultor, a media ladera del parque y flanqueada por ¨¢rboles que alg¨²n d¨ªa crecer¨¢n y lo dejar¨¢n algo escondido.
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