Condenado el alcalde de Mondariz por desacato a la Guardia Civil
30 d¨ªas de arresto para el regidor y su hijo, jefe local de las juventudes del PP
¡°?T¨² a un alcalde no le das ¨®rdenes, est¨¢ por encima tuya!¡±, voce¨® el Junior al guardia civil que, firme y sereno, aguantaba la bronca de su padre, Julio Al¨¦n Montes, el alcalde de Mondariz. El agente le hab¨ªa pedido el DNI y el regidor le requer¨ªa a su vez para que se identificara, amenz¨¢ndole con llamar al teniente del puesto. Una troupe de militantes del PP hab¨ªa sacudido momentos antes, en el entorno de la playa de O Val, muy concurrida, a unos j¨®venes a los que acusaron de pintarrajear un retrato electoral del candidato, hace ahora un a?o, el 20 de mayo, ¨²ltimo d¨ªa de la campa?a de las elecciones municipales. Alguien llam¨® a la Guardia Civil y la pareja estaba recogiendo testimonios cuando reapareci¨® la troupe, con el alcalde y su hijo al frente, suscitando el enfrentamiento con los agentes. ¡°Yo soy la ¨²nica v¨ªctima, me pintaron la cara¡±, adujo el regidor en la vista judicial por el altercado, celebrada en septiembre. El alcalde y su hijo han sido condenados hace unas semanas por desacato a la Guardia Civil.
La sentencia les impone a los dos una pena de 30 d¨ªas de arresto, a raz¨®n de 15 euros diarios al padre, profesor de Filosof¨ªa ¡ª¡°?Vas a darme lecciones de Historia t¨²?, ?a m¨ª?¡±, despreciaba el alcalde al agente¡ª y de seis euros diarios a Julio Al¨¦n Mart¨ªnez o Julio Al¨¦n Jr., como se hace llamar. La Subdelegaci¨®n del Gobierno a¨²n tiene pendiente de resolver una sanci¨®n de 600 euros al regidor por los mismos hechos.
El episodio se suma al menudeo de casos infrecuentes que sembraron el anterior mandato del alcalde de Mondariz, como las facturas de l¨ªneas er¨®ticas a n¨²meros municipales, la sisa de gasoil pagado por el Ayuntamiento o la facturaci¨®n estramb¨®tica de jabones y toallitas para un mermado parque m¨®vil municipal, por no mencionar casos m¨¢s espinosos, como cobrar subvenciones por un proyecto de construcci¨®n de instalaciones deportivas que finalmente consisti¨® en remozar otras existentes o, m¨¢s dram¨¢tico, el desentendimiento del regidor en el accidente de un le?ador al que hab¨ªa contratado verbalmente como operario del Ayuntamiento y que qued¨® in¨²til tras caerle un ¨¢rbol encima.
Tras informar EL PA?S del altercado de la playa de O Val, Julio Al¨¦n Jr. se despach¨® por la Red: ¡°Espero que el d¨ªa que regrese a Espa?a [est¨¢ en G¨¦nova de erasmus] tenga una carta del Director de la Sexta y del Redactor Jefe del diario El Pa¨ªs esper¨¢ndome en el buz¨®n. Hablar de la Familia Al¨¦n cuando no se tiene la suficiente calidad moral, ni ¨¦tica ni mucho menos intelectual es algo bastante penoso. De la presentadora de la Sexta solo puedo decir que creo que tiene serios problemas de satisfacci¨®n sexual y que tal vez alg¨²n d¨ªa, si evoluciona, podr¨¢ entender que cuando amas a tu PADRE eres capaz de enfrentarte a un Ej¨¦rcito de Espartanos t¨² solo¡±.
Julio Al¨¦n Jr. fue elegido poco despu¨¦s presidente de Nuevas Generaciones de Mondariz. As¨ª recuerda su primer mitin: ¡°Cuando a alguien se le pregunta por su superh¨¦roe preferido, unos contestan que es Superman, otros Batman o Daredevil... Yo siempre dir¨¦ que mi superh¨¦roe preferido es... MI PADRE!!! Todos me aplaud¨ªsteis como si fuese el fin del mundo mientras mis ojos derramaban una r¨¢pida y poderosa l¨¢grima. Vamos Pap¨¢, Vamos Galicia, Vamos Espa?a¡±.
El hijo del alcalde de Mondariz y l¨ªder local de las juventudes del PP ya protagoniz¨® hace tiempo otro episodio judicial. Julio Al¨¦n j¨²nior ya fue cazado conduciendo a 184 kil¨®metros por hora en la autov¨ªa A-52, a la altura del municipio ourensano de Ribadavia, con el Audi A3 de su padre, cuando hac¨ªa menos de un a?o que hab¨ªa obtenido el permiso de conducir y, como todos los noveles, no deb¨ªa conducir a m¨¢s de 80 kil¨®metros por hora.
El fiscal, en un juzgado de Ribadavia, le consider¨® autor de un delito de conducci¨®n temeraria, que comporta pena de multa y sienta antecedentes. Pero el juez se opuso a la petici¨®n del ministerio p¨²blico. Para que exista delito, se?al¨® el auto, el infractor debe superar en 80 kil¨®metros por hora la velocidad m¨¢xima permitida, es decir, el l¨ªmite de 120 por hora y no los 80 que impon¨ªa su condici¨®n de conductor novel, y dio carpetazo a la acusaci¨®n. Unos meses despu¨¦s, en la madrugada de un s¨¢bado de marzo, Julio Al¨¦n Jr. revent¨® el coche de su abuelo contra un poste del tendido el¨¦ctrico, en una curva de la carretera a la playa de O Val.
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