Tomar unas ca?as

Parecer¨¢ una frivolidad, pero no lo es tanto. Uno de los criterios para considerar a los personajes p¨²blicos que aparecen en las teles y en diversos medios de comunicaci¨®n, aun sin conocerlos personalmente, muchas veces por fortuna, consiste en fantasear desde el sof¨¢ si tomar¨ªas con ellos unas ca?as en plan relajado y como de tertulia intrascendente en una tarde de verano. Si empezamos por los pol¨ªticos, que vienen a ser los que m¨¢s dan la vara, hay que descartar a Luis de Guindos por malencarado, a Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa por pizpireta infundamentada, a la Cospedal por tenebrosa y a Mariano Rajoy por su impostura militante. Arias Ca?ete tiene una retranca parecida a la de Jos¨¦ Luis Cuerda, por lo que ser¨ªa un buen interlocutor de juerga moderada, mientras que Francisco Camps nos entristecer¨ªa con sus trajes, Rafael Blasco nos masacrar¨ªa con el relato fingido de sus trapacer¨ªas, Consuelo Ciscar nos abrumar¨ªa con su sabidur¨ªa y a Jos¨¦ Luis Olivas habr¨ªa que sumergirlo en un tonel de tila para que se tranquilizara, mientras que Rodrigo Rato deber¨ªa afeitarse la perillita canosa y apenas visible que acaso le ha llevado a su confortable ruina y Rita Barber¨¢ deber¨ªa conformarse con una ca?ita salteada de bu?uelos anisados, a lo mejor as¨ª resultaba incluso divertida a su manera, me temo, y se me eriza la piel solo de pensarlo.

Pero tambi¨¦n hay vida fuera de esa desdichada procesi¨®n de fantasmas. Como esa monjaza que trapiche¨® con ni?os ajenos a cuenta de unos emolumentos a la que supongo apegada a los licores fuertes de sabor dulce y con la que me tomar¨ªa unas ca?as acaso envenenadas lentamente, mientras que, por otra parte, jam¨¢s ir¨ªa de ca?as, ni aun de producci¨®n japonesa, con S¨¢nchez Drag¨®, ni tampoco con ese obispo que receta terapia a los gais sin reparar en que tal vez su caso no tenga remedio ni en manos del mejor equipo psiqui¨¢trico, y ya puestos, con el Rey no me tomar¨ªa nada, con Urdangarin menos todav¨ªa, con Carla Bruni tal vez, siempre que no nos acompa?ara Sarkozy a fin de no recibir un par de hostias, quiz¨¢s s¨ª con Angela Merkel, sobre todo despu¨¦s de leer la ¨²ltima novela de Eduardo Mendoza, con quien me tomar¨ªa toda la cerveza del mundo, dicho sea de paso, y con Fernando Savater unos sorbitos hasta que se decida a bajar su mirada hacia la tierra.

Con el Papa ni hablar, con Fidel tampoco, y con su hermano de ninguna manera. Con Mario Vargas Llosa igual s¨ª, pero mejor con Bryce Echenique o Javier Cercas, por lo buen parlanch¨ªn que nos resulta, mientras que con el espadach¨ªn P¨¦rez Reverte me parece que de entrada no y con Javier Mar¨ªas pues a lo mejor s¨ª siempre que no me endilgue su serm¨®n dominical. Con Francisco Brines hasta reventar (ya lo hemos hecho alguna que otra vez), y tambi¨¦n con el siempre divertido Amadeu Fabregat, con Josep Ramoneda por su buen rollo, pero nunca con Victor Bel¨¦n ni el Sabina, con el Pau Riba todas las que quiera, y quiz¨¢s todav¨ªa m¨¢s con P¨ª de la Serra, pero ni una gota con Raimon, no vaya a ser que su severidad de retor esc¨¦nico sea contagiosa. Continuar¨¢, si salgo de esta curda.