?Qu¨¦ fue de Natalie Suleman, la conocida como la ¡®Octomam¨¢¡¯?
En enero 2009, acapar¨® titulares en todo el mundo al convertirse en madre de octillizos, que se sumaron a sus otros seis hijos. Ahora regresa al ojo p¨²blico para narrar su historia en una pel¨ªcula autobiogr¨¢fica y un documental


Natalie Suleman vuelve a ser el centro de atenci¨®n 16 a?os despu¨¦s de acaparar titulares en todo el mundo. En enero 2009 se hizo conocida al dar a luz a los primeros octillizos supervivientes del mundo, lo que le vali¨® el apodo de Octomam¨¢ y le abri¨® las puertas de la televisi¨®n brit¨¢nica: firm¨® un contrato con la productora brit¨¢nica Eyeworks para documentar en un reality show la vida de sus hijos hasta que cumplieran los 18 a?os. Sin embargo, en cuesti¨®n de d¨ªas la atenci¨®n de la prensa se torn¨® en contra de la californiana, que ahora tiene 49 a?os. Las razones fueron varias: ya era madre de otros seis ni?os, todos fruto de la fecundaci¨®n in vitro (FIV), viv¨ªa de la seguridad social y su m¨¦dico, Michael Kamrava, le implant¨®, en un nuevo procedimiento de FIV, 12 embriones ¡ªla pr¨¢ctica est¨¢ndar recomendada es de dos¡ª, de los cuales seis (dos resultaron ser gemelares) se desarrollaron. Todo esto la llev¨® a una vida ca¨®tica que desemboc¨® en su retiro de los focos en 2013.
¡°?Me recuerdan? Soy Natalie Suleman. En un momento fui una de las personas m¨¢s odiadas de Estados Unidos. Era la Octomam¨¢¡±, se la escucha en el tr¨¢iler de su pr¨®xima pel¨ªcula autobiogr¨¢fica I was Octomom publicado hace dos semanas. Su descanso medi¨¢tico ha llegado a su fin. Ahora ser¨¢ ella misma la que cuente su historia a trav¨¦s de esta cinta, donde Kristen Lee Gutoskie la interpretar¨¢, y de un documental posterior, Confessions of Octomom. Se estrenar¨¢n el 8 y 10 de marzo en la cadena Lifetime, respectivamente. En ambos, aparecer¨¢n sus octillizos, que el pasado 26 de enero cumplieron 16 a?os, y sus seis hijos mayores.
¡°Las principales razones por las que comparto mi verdadera historia, mi perspectiva, es ayudar a las personas, y a las mujeres en particular, que est¨¢n luchando con un hijo o con ninguno, y tal vez inspirarlas a sacar las fuerzas interiores que no sab¨ªan que ten¨ªan para avanzar, para seguir progresando en su vida¡±, afirma Suleman en una entrevista con People publicada este mi¨¦rcoles 5 de marzo con motivo de sus nuevos proyectos audiovisuales.
¡°No era feliz siendo hija ¨²nica y so?aba con tener una familia grande. Bueno, no tan grande¡±, bromea en la entrevista con el medio estadounidense. ¡°Pero s¨ª que quer¨ªa siete hijos¡±. A estas palabras a?ade r¨¢pidamente una aclaraci¨®n: ¡°Pero no es solo que quisiera una familia grande porque me sent¨ªa sola. Hay una amalgama de factores. Quer¨ªa hijos para crear el mundo seguro y predecible que no tuve cuando era ni?a¡±. Por ello, cuando lleg¨® el momento de convertirse en madre, nadie pudo detenerla. ¡°Cuando me propongo alcanzar una meta, me concentro por completo y trabajo sin descanso para lograrla¡±, afirma Suleman. Pero en retrospectiva, ¡°es posible que haya superado mis expectativas con los ni?os. No ten¨ªa la intenci¨®n de tener tantos¡±, afirma.
En 2009, Suleman ya ten¨ªa la familia que so?aba cuando era peque?a: era madre de seis ni?os. Sin embargo, su situaci¨®n no era id¨ªlica: estaba soltera, estudiaba un posgrado, viv¨ªa con sus padres y ten¨ªa dificultades econ¨®micas. Aun as¨ª, decidi¨® someterse a un nuevo procedimiento de fecundaci¨®n in vitro y aventurarse a un ¨²ltimo embarazo para el que solo ¡°esperaba un beb¨¦ m¨¢s¡±, y que result¨® en el nacimiento de sus octillizos ¡ªNoah, Maliyah, Isaiah, Nariyah, Makai, Josiah, Jeremiah y Jonah¡ª. La raz¨®n, asegura, fue que su m¨¦dico, el doctor Kamrava, le hab¨ªa implantado 12 embriones sin que ella lo supiera. Al principio, ¨¦l le dijo que solo eran seis, pero m¨¢s tarde admiti¨® que hab¨ªa doblado esta cantidad. Le quitaron su licencia m¨¦dica.
La historia de Suleman, si bien en un primer momento acapar¨® positivamente la atenci¨®n de los medios, r¨¢pidamente dio un giro de 180 grados cuando el p¨²blico se enter¨® de sus decisiones pasadas. Muchos condenaron y cuestionaron los motivos que la llevaron, como madre soltera de seis hijos que ten¨ªa dificultades para mantener a su familia, a someterse a numerosos tratamientos m¨¦dicos para lograr otro embarazo. ¡°No fue hasta que [los octillizos] ten¨ªan alrededor de cuatro a?os que finalmente pude escapar de todo esto, de los ataques que recib¨ªa del mundo, y de todo el desprecio y la condena global, de ser el blanco de un odio injustificado. Pude escapar y finalmente regresar a la vida que una vez conoc¨ª¡±, cuenta ahora a People.
Sobre haber estado en el centro del escrutinio p¨²blico, Suleman recuerda: ¡°Al principio fue un completo caos. Por un lado, estaban las amenazas de muerte y el temor por la vida de mi familia. Y, por otro, tuve que sacrificar mi integridad una y otra vez para sobrevivir y mantener a mi familia¡±. Esos sacrificios, seg¨²n apunta People, incluyeron participar en una pel¨ªcula para adultos y colaborar, en ocasiones, con la prensa sensacionalista en art¨ªculos sobre su vida para poder llegar a fin de mes. En 2009, cuando firm¨® un contrato con la productora brit¨¢nica Eyework para grabar su vida y la de sus hijos, afirm¨®: ¡°Esto me dar¨¢ una gran oportunidad para tener filmaciones caseras incre¨ªbles que no tendr¨¦ el tiempo de hacer yo misma. Tener estos archivos me permitir¨¢ enfocarme en la crianza de mis hijos¡±.
Un a?o despu¨¦s, en The Oprah Winfrey Show, expres¨® cierto arrepentimiento con su decisi¨®n vital: ¡°Apenas puedo darles ¡ªnadie podr¨ªa, ni dos personas, ni siquiera cuatro personas, podr¨ªan darles¡ª todas las necesidades emocionales, psicol¨®gicas y f¨ªsicas. No es posible. Vivo todos los d¨ªas, cada hora del d¨ªa, con una enorme cantidad de culpa. Y me siento culpable cuando sostengo uno o dos y luego no puedo estar ah¨ª para los dem¨¢s. Y est¨¢n llorando. Y luego me siento culpable. Todos ellos tienen diferentes necesidades ¨²nicas. Y vivir¨¦ con esto para siempre. Pero todo lo que puedo hacer ahora es seguir adelante, seguir movi¨¦ndome¡±. En su conversaci¨®n con la presentadora, dijo tambi¨¦n: ¡°Eso es exactamente lo que es Octomam¨¢: una atracci¨®n de carnaval. No soy una celebridad. Soy una pseudocelebridad catapultada a este gran l¨ªo medi¨¢tico. ?Lo quer¨ªa? No. ?Estaba en negaci¨®n pensando que no suceder¨ªa? S¨ª¡±.
Ahora, Suleman vuelve a contar su historia. ¡°Sigue mi recorrido, desde mi decisi¨®n de someterme a un procedimiento de FIV hasta convertirme en madre soltera de 14 hijos. Tambi¨¦n se narran todas las pruebas, los desaf¨ªos y las luchas que tuve que enfrentar por mi familia¡±, le cuenta a People. Adem¨¢s, no lo har¨¢ sola: ¡°Mis hijos van a compartir su experiencia por primera vez¡±. Sobre este nuevo cap¨ªtulo para su familia, Nariyah, una de los octillizos, dice a la publicaci¨®n: ¡°Nuestra madre finalmente podr¨¢ contar su versi¨®n de la historia, porque siento que fue muy injusto que la aterrorizaran y la odiaran solo por ser madre. Tuvo que sacrificar mucho por sus hijos¡±.

Al recordar su embarazo de octillizos, Suleman cuenta de qu¨¦ se arrepiente 16 a?os despu¨¦s: ¡°Lamento no haber demandado al m¨¦dico. Y es porque el seguro me habr¨ªa pagado varios millones. Eso habr¨ªa sido de gran ayuda para mi familia¡±. Y a?ade: ¡°Me arrepiento de haberme arriesgado para encubrirlo. No deber¨ªa haberlo hecho, pero estoy agradecida porque no habr¨ªa tenido a ninguno de mis hijos si no hubiera sido por su t¨¦cnica innovadora. Nadie m¨¢s en el mundo se hab¨ªa sometido a este tipo de procedimiento, as¨ª que no se me ocurri¨® demandarlo¡±. Sin embargo, s¨ª que tom¨® acciones legales contra el hospital de California porque violaron la norma de confidencialidad de la Ley de Portabilidad y Responsabilidad de Seguros M¨¦dicos cuando compartieron su nombre e informaci¨®n con la prensa. En sus palabras, ¡°ellos son la raz¨®n por la que termin¨¦ en el ojo p¨²blico¡±.
Suleman, que ya tiene un nieto, concluye su conversaci¨®n con el medio estadounidense con una frase clara: ¡°No soy la Octomam¨¢, soy una madre¡±. Ahora quiere redefinir el apodo con el que la conoci¨® el p¨²blico.
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