Miles de personas vuelven a exigir ¡°que paren los ataques al gallego¡±
25.000 personas, seg¨²n la organizaci¨®n, colapsan el casco viejo de Santiago
El movimiento en defensa del gallego no parece mostrar signos de agotamiento. Un nuevo 17 de mayo, D¨ªa das Letras Galegas, miles de personas ¡ª25.000 seg¨²n la organizaci¨®n¡ª desfilaron por Santiago para ¡°detener los ataques contra la lengua¡±. Y lo hicieron pese al intento a ¨²ltima hora del Ayuntamiento de Santiago (PP) de torpedear una de las manifestaciones centrales del nacionalismo, al negar palco y punto de luz a la Plataforma Queremos Galego, convocante de la marcha. Un juzgado oblig¨® a la corporaci¨®n municipal a rectificar y los manifestantes abarrotaron la Praza da Quintana. Muchos ni siquiera llegaron a entrar por falta de espacio.
¡°Ni un solo avance para nuestra lengua en m¨¢s de tres a?os y s¨ª muchos retrocesos¡±, se quejaba ante la prensa Carlos Call¨®n, presidente de A Mesa pola Normalizaci¨®n Ling¨¹¨ªstica, antes de comenzar a andar. Las medidas adoptadas por la Xunta de Alberto N¨²?ez Feij¨®o en lo que va de legislatura ¡ªentre las que se cuenta el primer decreto que reduce la presencia del gallego en la escuela¡ª ayudan a explicar la afluencia masiva a actos en defensa de lo que el Estatuto define como ¡°lengua propia de Galicia¡±. Tambi¨¦n que las paredes de la ciudad por donde transcurri¨® la protesta amanecieran decoradas con versos: de Manuel Mar¨ªa (¡°Galicia somos n¨®s, / a xente e mais a fala¡±) a Celso Emilio Ferreiro (el c¨¦lebre ¡°lingua proletaria do meu pobo¡±).
El 17 de Maio se ha convertido en la segunda gran cita, tras el D¨ªa da Patria, del nacionalismo. De todo el nacionalismo. Aunque los cargos del BNG copaban la delantera de la procesi¨®n ¡ªcon la excepci¨®n del candidato a la Xunta, Francisco Jorquera, que a esa hora interven¨ªa en el Congreso para oponerse a los recortes de Rajoy¡ª, todos y cada uno de los partidos, grupos, escisiones y corrientes del galleguismo pol¨ªtico hicieron acto de presencia. No el PSdeG, que hab¨ªa participado junto a Queremos Galego en otras ocasiones, pero s¨ª Izquierda Unida.
La ciudad amaneci¨® decorada con versos de Celso Emilio
El grito Na Galiza, en galego sintetiza los esl¨®ganes que se oyeron ayer en Santiago. Gaitas y percusiones adornaron una caminata que se cruzaba con numerosas agrupaciones de m¨²sica tradicional rigurosamente ataviadas. Tambi¨¦n como el 25 de Xullo, el D¨ªa das Letras coincide en Santiago con unas fiestas patronales, en este caso para honrar la Ascensi¨®n de Jesuscristo al Cielo. Las calles del casco viejo, as¨ª, colapsaron una vez m¨¢s. ¡°Debemos luchar por la normalizaci¨®n de nuestra se?al de identidad¡±, clamaba el sindicalista Anxo Louzao, de la CIG-Ensino, ¡°un elemento de cohesi¨®n para nuestro futuro soberano¡±.
Cuando de materia tan delicada para la cultura como el idioma se trata, las manifestaciones se llenan de escritores, de m¨²sicos, de cineastas. La pancarta de cabecera la sujetaban, entre otros, el pianista de jazz Abe R¨¢bade o la novelista Teresa Moure. Y Agust¨ªn Fern¨¢ndez Paz, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil y reciente Premio Iberoamericano del mismo ramo, se encarg¨® de leer un texto redactado por ¨¦l mismo. Era ya la hora de la Quintana y la marcha tocaba a su fin, que pondr¨ªa despu¨¦s Carlos Call¨®n. ¡°Somos eslabones de una cadena que viene de lejos¡±, expuso Fern¨¢ndez Paz en un discurso con citas de Orwell, Brecht u Otero Pedrayo, ¡°y el gallego es el ADN en el que nos debemos reconocer. Somos una pieza m¨¢s en pie de igualdad en el mosaico mundial de las culturas¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.