Usted est¨¢ desahuciado y su perro, en la perrera

Teresa y Manuel, una pareja residente en M¨®stoles (Madrid), han vivido entre ayer y hoy un infierno. Ayer, al llegar a casa de la universidad, la mayor de sus dos hijas se encontr¨® con que su llave no abr¨ªa la cerradura; se la hab¨ªan cambiado. Pegado en la puerta con cinta aislante hab¨ªa un folio escrito a mano donde les informaban de que se hab¨ªa procedido a ejecutar su desahucio.

"Por medio de la presente comunicamos que la comisi¨®n judicial ha practicado en el d¨ªa de hoy la diligencia de lanzamiento acordada por el juzgado de primera instancia n¨²mero 5 de M¨®stoles en procedimiento EJH 1150/10. La posesi¨®n de la vivienda se le ha dado a la parte ejecutante Cajamadrid (sic), y los bienes que se encuentran en el interior de la misma se consideran abandonados. El perro ha sido llevado a la perrera municipal".

Al lado, dos notas m¨¢s, escritas tambi¨¦n a bol¨ªgrafo: "Si quieren sacar el mobiliario que queda en la vivienda, p¨®nganse en contacto con: Legazpi SA. Telf: 91 691 34 13 (Caja Madrid)". "Soy la vecina del 4?C, me han comunicado que si quer¨¦is recuperar al perro deb¨¦is ir a la perrera municipal", dec¨ªa la segunda nota.

La pareja desconoc¨ªa la fecha de su desahucio. Afirman que no han recibido la notificaci¨®n judicial de rigor. Su desalojo ha sido una desagradable sorpresa que les ha dejado en la calle con lo puesto y a su hija mayor sin los apuntes de la universidad en fecha de ex¨¢menes. "Yo sab¨ªa que me ten¨ªa que marchar de mi casa, pero no as¨ª", gimotea Teresa, que lleva 24 horas llorando. La pareja ha entrado en contacto con Rafael Mayoral, asesor de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, y juntos han pasado las ¨²ltimas horas intentando entender lo sucedido. En el juzgado les han explicado que en dos ocasiones fueron hasta la vivienda a comunicarles la fecha del desalojo, pero no estaban presentes. No pudiendo localizarles, el juzgado public¨® un edicto en su tabl¨®n de anuncios, pero la pareja nunca tuvo conocimiento de este hecho.

"Si no estaban en la vivienda, pod¨ªan haber informado a un vecino o pegado un aviso con cinta aislante en la puerta, como han hecho esta vez", denuncia el abogado de la pareja. Mayoral discute tambi¨¦n la decisi¨®n del juzgado de seguir adelante con el desahucio al comprobar tras entrar en la vivienda que estaba habitada y que hasta el perro se encontraba dentro. "Pod¨ªan haber aplazado el desahucio, pero cuando han llamado al juzgado para avisar de que la vivienda estaba habitada les han dado orden de seguir adelante", afirma. "Tambi¨¦n lo pod¨ªa haber decidido el procurador de Bankia, pero tambi¨¦n ha decidido ejecutarlo".

Lo primero que ha hecho la pareja, que no quiere desvelar su identidad, ha sido recuperar al perro, tr¨¢mite que les ha costado 50 euros. Su otra mascota, una tortuga, permanece en la vivienda. "Pobrecita, c¨®mo tendr¨¢ el agua de sucia", se preocupa Teresa. Tambi¨¦n han intentado recuperar sus cosas llamando al n¨²mero facilitado. All¨ª han tomado nota de su m¨®vil y les han dicho que se pondr¨¢n en contacto con ellos.

"Me han quitado la vida y la dignidad, me han dejado con lo puesto", se duele la mujer, muy afectada por lo sucedido. "Ni me han avisado. ?C¨®mo nos hacen esto? Con lo que hemos luchado despu¨¦s de 17 a?os trabajando... Cuando eres pobre ya no eres digno. Esa es la conclusi¨®n que yo saco de todo esto", dice esta afectada que no entiende por qu¨¦ tras varias horas tocando puertas, ni el juzgado ni el procurador de Bankia le dan una semana de gracia para hacer la mudanza o al menos le permiten recuperar sus cosas. "Yo ya no soy nadie. Nadie, porque soy pobre".

"No es la primera vez que sucede algo as¨ª", dice Rafael Mayoral. "Teresa y Manuel ni siquiera han tenido derecho a un aplazamiento de un mes de la fecha de desahucio. Conseguirlo es un mero tr¨¢mite, pero hasta ahora no ten¨ªa abogado porque cuando se les notific¨® que se iniciaba la ejecuci¨®n hipotecaria no se les inform¨® de sus derechos. El 70% de los desahucios se ejecutan en la indefensi¨®n".